oh my

Por Charles Bukowski

very painfull to write this
of course
but most poets are just big
tit suckers:
accepting readings
taking university chairs
praying for tenure
writing books on poetic
technique and
giving
lectures

very painful to write this
of course
but hardly as painful
as
attempting to read
their
Selected Works.

having said the above
there goes
my last chance
to join their
worldwide
circle
jerk.

En la foto, Bukowski en blanco y negro. 

Guerra del estáblishment contra lo fascinante y aterrador o Museografía y geriatría cultural en los medios del Estado Libre Asociado (Segunda Parte)

Por Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo

Si el problema del arte en Puerto Rico es de contenido, entonces ni soñar que algún día será representado de forma seria y sostenida en los medios tradicionales del Estado Libre Asociado, dominados por la agenda cultural de las generaciones del 60 y el 70 más sus esbirros de las del 80 y el 90. ¿Habrá que conformarse con migajas?

Todo el arte puertorriqueño que se está produciendo en el contexto del trabajo sobre el tema de lo urbano, lo capitalista, lo postcolonial y lo posmoderno queda absolutamente degradado a un segundo o tercer plano –más bien a la invisibilidad– según lo que se percibe de los medios tradicionales del Estado Libre Asociado, transformados hoy día en instituciones geriátricas y museográficas.

Si bien se produce un descubrimiento diario de las tensiones políticas a nivel estatal y municipal, un panorama de tensiones deportivas y un explaye de tensiones faranduleras, los medios del estáblishment cultural del Estado Libre Asociado manejan con guantes de seda todos los contenidos artísticos que tengan que ver con lo fascinante y aterrador de los tiempos que corren y los espacios transformados de esta isla.

Pareciera que en este país tan pequeño todos estamos de acuerdo en que los gringos y su cultura constituyen el infierno y sus demonios, que aquí nadie ve televisión por cable, que nadie va al cine a ver lo que ofrece Hollywood, que nadie escucha otra cosa que no sea salsa o reggaetón, que nadie lee otra cosa que no sea referente a nuestra tierra, que nadie está influenciado por otra cosa que no sea la bomba, la plena, las alcapurrias y los bacalaitos fritos. Parecería que una población de cuatro millones y pico de personas continúa pendiente a las costumbres de los jíbaros, los hacendados y los ñames que cultivaban los esclavos libertos en el siglo XIX.

Según se presenta el arte nuestro en los medios del Estado Libre Asociado, este arte nuestro, autóctono, nacional y propio –nadie se confunda– de nosotros, d’aquí como el coquí, parecería ser la última trinchera de lo que “¿somos?” frente a la penetración del maldito jincho americano que nos quiere dominar a toda costa para robarnos el alma, que quiere decir flamboyán, abecedario hispano con eñe más che y el refranero popular que todos llevamos dentro.

Consultando los medios del Estado Libre Asociado uno puede llevarse la impresión de que aquí nunca tuvo lugar un proceso de modernización revolucionario -fascinante y aterrador-, que la isla no está absolutamente urbanizada, que la influencia mundial (globalizada) no penetra en todos los hogares, que no vivimos en un sistema capitalista vinculado por miles de maneras a los Estados Unidos, que esa relación política multifacética de Puerto Rico con los Estados Unidos es exactamente la misma que en 1952 y que necesariamente las cosas importantes que ocurren en el país tienen que discutirlas o representarlas a través del arte única y exclusivamente los hijos y herederos directos de ese momento histórico.

Veamos un ejemplo del teatro.

El pasado fin de semana subieron a escena en San Juan dos propuestas teatrales: una, en el contexto del Festival de Teatro del Tercer Amor (que no puede llamarse Festival de Teatro Gay por escrúpulos y pudores de los organizadores, para no herir algún endeble sentimiento) y otra en el contexto de la Casa Cruz de la Luna; una compañía vinculada al arte del performance. La primera obra se llama, nada más y nada menos que, El beso de la mujer araña (1976). La segunda fue titulada simplemente La biblioteca (2006). El beso de la mujer araña (repito, 1976) fue dirigida por la veterana directora Victoria Espinosa. La biblioteca (2006) fue dirigida por Aravind Enrique Adyanthaya.

Desde el punto de vista de los contenidos, El beso de la mujer araña (repito, 1976) es una obra absolutamente inofensiva hoy para el publico boricua; presenta una problemática que nada tiene que ver con el Puerto Rico contemporáneo. No menosprecio el valor de un clásico, pero me pregunto qué relevancia puede tener en una isla donde hay un marica suelto en cada esquina viviendo experiencias urbanas, de libertad política, de convivencia, comunitarias, etc., una cárcel tremebunda típica de dictadura latinoamericana en la que comparten celda una loca lumpen y perdida y un bugarrón revolucionario. Las cárceles boricuas tienen aire acondicionado, Jesús, están privatizadas, Jesús, y allí las locas pertenecen también a la mafia. Las locas cortacaras, Jesús, tienen poder.

Pues bien, ninguna. ¿Entonces a qué se debe el despampanante despliegue anticrítico y antintelectual de los medios del Estado Libre Asociado al cubrir este evento geriátrico y museográfico de 1976, repito? Sencillo: El beso de la mujer araña (repito, 1976) no representa ninguna espina enterrada en el tejido social de la isla. Todo lo contrario, El beso de la mujer araña (repito, 1976) desvía la atención (arroja una cortina de humo y rocía una cremita suavizante a los cuerpos de las masas) de la celebración del Día de Orgullo Gay (4 de junio) en las calles de la capital, todo un despliegue del poder económico y de convocatoria de la comunidad gay en Puerto Rico, fuerte, sólida y central (hace tiempo que se movió el margen de sitio) en cuanto a la industria del entretenimiento y el consumo se refiere. Otro cantar es el poder electoral y el del reconocimiento de sus plenos derechos civiles.

Entonces, ¿qué tienen que ver con esta realidad urbana, capitalista, postcolonial y posmoderna de la comunidad gay isleña de 2006 la loca lumpen y perdida del gran escritor argentino Manuel Puig y su bugarrón revolucionario, los tres de 1976? Pues nada, que son burdos paliativos contra lo fascinante y aterrador de la complejidad cultural de la verdadera comunidad gay que ocupa las calles de Puerto Rico en drag.

Esa complejidad es la que no aparece ni en la obra ni en los medios que la cubren y ese –precisamente- es el problema. Si se cubriera esa omisión de una manera crítica y no ascéptica, o sin el ay bendito de siempre, tan infantil, yo no estaría escribiendo este ensayo contra el estáblishment y entonces asistiríamos a la relevante puesta en escena de un clásico hecho y derecho o queer, escoja usted. Los clásicos se reponen con un motivo de peso, no a última hora, porque resulta que ningún dramaturgo boricua ha escrito algo que valga la pena subir a un Festival del Tercer Amor (puro eufemismo) en los últimos cinco años.

La otra obra, la que no recibió cobertura despampanante de los medios del Estado Libre Asociado, la que sólo fue mencionada de paso en los calendarios de actividades culturales, La biblioteca (repito, 2006), esa tuvo lugar en el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzi en el Viejo San Juan. ¿Cuántos han asistido últimamente a una obra de teatro en un cementerio? Bueno, pues una cobertura seria por ahí empezaría. ¡Teatro en el cementerio, vaya ironía de la cuestión artística nacional! Esta es una obra que hiere todas las sensibilidades del público, que inserta espinas por todos los ángulos y que simbólicamente hace sangrar. Está basada en un cuento de Jorge Luis Borges (La biblioteca de Babel, 1941), así que también está basada en un clásico.

Sin embargo, el director Adyanthaya hace de ese clásico un experimento de alto riesgo perturbando a los espectadores en cuanto a sus convicciones sobre el dinero, la prosperidad, la seguridad, la certeza, la complejidad de la vida urbana, capitalista, posmoderna y postcolonial. Inserta heridas en el raciocinio invocando excentricidades y esoterías, convocando al público a que participe activamente de la puesta en escena, eliminando fronteras entre él y sus cocelebrantes, cuestionando precisamente el carácter sagrado de esa celebración artística. El público tiene que interactuar entre sí para resolver problemas, para enfrentar el miedo al vacío, para consolarse sin infantilismos en medio del absurdo. Surgen entonces iniciativas individualistas y comunitarias, líderes y seguidores que terminan trazando planes y obedeciendo para poder sobrevivir en la escena que ellos mismos han creado.

Entonces, es evidente el por qué del silenciamiento de este proyecto cultural antigeriátrico y antimuseográfico en los medios del Estado Libre Asociado.

A pesar de ello, las dos funciones de La biblioteca (2006, repito) fueron exitosas. ¿Por qué? Pues porque les hemos adjudicado demasiada importancia a los medios del Estado Libre Asociado y hemos subestimado los esfuerzos independientes que llevan mensajes de boca en boca a pesar de la exclusión, que por supuesto es deliberada y no casual. Existe una tendencia de los jóvenes de las generaciones del 80 y el 90 a depender de los medios para ver legitimado un producto cultural pero, al mismo tiempo, existe un movimiento fuerte y paralelo que excede clasificaciones generacionales que simplemente está dispuesto a lanzarse por el túnel centenario que separa el fortín de El Morro del cementerio de Santa María Magdalena de los Locos para llegar a la obra de Aravind. Para llegar a sumarse a cualquier iniciativa cultural desconcertante del estáblishment y el statu quo.

Para ello no se necesitan artículos, reportajes televisivos, reportajes radiales, entrevistas con el performero y director. Para ello se necesita tener voluntad de romper con la idea del arte promovida por los medios de la museificación y la geriatrización de lo que está ocurriendo en Puerto Rico. Para ello se requiere romper con el antiguo paradigma de lo que es una autoridad cultural y lo que no lo es. No hay duda, para muchos, los medios del estáblishment del Estado Libre Asociado no lo son.

¿Que las espinas de la cultura no pueden contra la “tiranía” ineludible de las ondas radiales, televisivas y el papel? Pues otros medios (se) hincarán.

-m.c.c.

Guerra del estáblishment contra lo fascinante y aterrador o Museografía y geriatría cultural en los medios del Estado Libre Asociado (Primera Parte)

Por Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo

Si el problema del arte en Puerto Rico es de divulgación, entonces no hay espacio en los medios tradicionales para otra agenda que no sea la insularista, nacionalista y populista de acuerdo a cómo la conciben las generaciones del 60 y el 70.

Es sabido que las secciones culturales de todos los medios tradicionales están dedicadas a un servicio público geriátrico y conservador de valores antintelectuales, anticríticos y antivanguardistas.

Sus directores pertenecen a la finca de las vacas sagradas del Estado Libre Asociado educada en la tradición de la izquierda marxistoide que ha degenerado en la principal cantera de producción intelectual de melones o guardianes de los intereses del Estado.

Estos intereses, sin duda, son los de la extirpación de todas las espinas que hinquen la carne de los problemas del país y sus tejidos; sobre todo los que tienen que ver con su condición urbana, capitalista, postcolonial y postmoderna.

De ahí la insistencia diaria en la museología y la construcción de capillas a los beatos del régimen; las urnas funerarias de los guardianes de las mejores tradiciones excluyentes de los hijos del Estado Libre Asociado.

El desfile de personalidades para prender velas en las capillas es imparable: los cocolos de siempre porque aquí no hay rockeros, los pintores del pueblo porque los demás no se entienden, los escritores de verdá porque los demás no se entienden, los teatreros de compromiso con la patria o el Show de las Doce porque los demás no se entienden, los intérpretes del arte “clásico” porque el resto no se entiende o no edifica. En fin, salen las caras lindas, sólo las caras lindas, y no necesariamente las de mi gente negra, aunque esas caras bastante que guisan.

Muchas veces el problema no se reduce a la exclusión, sino al enfoque y al encauzamiento de los mensajes que sí incluyen. Impera en el discurso de los medios la bobería rimbombante al estilo del modernismo latinoamericano, el vitalismo reconstruccionista de los valores patrios perdidos u olvidados, la cursilería sentimental favorecedora del panismo y la compraventa de favores ideológicos, la estupidez de la solemnidad burocrática que hay que preservar a toda costa.

Entonces reculan los miembros de la generación del 80 y el 90 que luchan por obtener esas mismas posiciones en las capillas. Colaboran, pactan, imitan las estrategias de los guardianes del Gran Museo de la Cultureta Puertorriqueña. Un ñe-ñe-ñe aquí que circula a través de un e-mail que se envía una vez al año. Un ñe-ñe-ñe allá, en la reunión de los cuatro gatos que andan en la eterna queja de café y cafetín sin producir un ápice o produciendo para el museo o el asilo, que es lo mismo. Sobre todo, estos jóvenes permanecen callados o circulan como estaciones repetidoras en los mismos ateneos, en los mismos institutos, en las mismas culturas vivas, en los mismos telediarios y radiodiarios y periodiarios diciendo las mismas sandeces y argumentando con las mismas panfleterías o desviaciones bobas que los administradores de los pabellones de geriatría y museografía cultural que nos rigen.

Ese regimiento no es imaginario ni pequeño, lamentablemente: incluye la repartición de fondos y de espacios de exhibición. Incluye empleos y sueldos de toda una industria cultural subvencionada por el Estado. Incluye premios y cátedras, conferencias y viajes al exterior. Incluye conexiones con los mecenas. Incluye contratos para seguir reproduciendo el arte. Incluye condiciones pactadas para que entonces no te censuren.

Ante este panorama, es momento de aceptar que los medios del Estado Libre Asociado cubren todas las guerras menos ésta. Las secciones de hard news cubren todas las guerras políticas y a todos sus actores. Las secciones de deportes cubren todas las guerras deportivas y a todos sus actores. Las secciones de espectáculos cubren todas las guerras de las industrias televisiva y discográfica más todos sus actores. La única guerra que no se cubre en este país es la guerra cultural que acontece todos los días que aquí parece tener sólo un grupúsculo de actores: LOS MISMOS DE SIEMPRE SON LOS QUE HABLAN DE CULTURA. En la cultura lo que se cubre en esta isla es el consenso extirpador de todas las espinas.

Por esa razón, sólo los medios independientes y las iniciativas privadas como la de pasarse mensajes de boca en boca son las que están dictando pautas culturales y artísticas sin tener que dictarlas, valga la contradicción. Digamos que han asumido la ética del “enciende y pásalo”, la que tiene que ver con provocar para contagiar, la de transmitir a través de chorros de críticas e incoherencias, invitaciones, links y continuación de la conversación. La sostenida. Sólo en los medios independientes de la Égida Museo del Estado Libre Asociado los consumidores de arte participan de comunicaciones con lo fascinante y aterrador.

-m.c.c.

*En el próximo artículo discutiré algunos de los problemas que tienen que ver con los contenidos del arte en Puerto Rico tomando como punto de partida la frase: “sobre todo los que tienen que ver con su condición urbana, capitalista, postcolonial y postmoderna”.

Sobre un tono apocalíptico adoptado recientemente en poesía

Por Federico Irizarry Natal

  • Del poemario Kitsch

Sentirse entre los rinocerontes;
reconocerse el asesino;
sacudir la gota de pis en el cenicero.

Todo ello
muy bien
puede ser poesía.

Agitarse en la biblioteca;
reírse en el confesionario;
aplaudir los novios que quedan solos en casa.

Todo ello
también
puede ser poesía.

¡Cuántas veces decirlo!

Bajo estas torpes luces de farol
una y otra vez lo repito.

Pero nada comprendes.

Insistes, por el contrario,
obsesionada en la misma pregunta:

“¿Qué es poesía?”, dices mientras clavas
en tu inquietud extraña un dedo inútil.

“¿Qué es?”, repites en la espera enorme
de recibir la falsa flor de siempre.

¿Qué es?”, insistes. Y no puedo más
que proponerme a replicar un duelo.

A estas alturas en que no se mata
ni se muere uno por amor,
ninguna otra puede ser mi réplica:

Poesía no eres tú.

¡Quien lo probó lo sabe!

Adjudican premio de microrrelatos del blog Estruendomudo

PRIMERA HORA

La Redacción del blog Estruendomudo (carnadas.org/blog) anunció este viernes que el premio de su certamen de microrrelatos confesionales fue adjudicado a María de Lourdes Javier, por un jurado compuesto por los escritores Mara Pastor, Guillermo Rebollo-Gil y Yara Liceaga.

El propósito del certamen, que ya cuenta con seis ediciones en dos años, es que los participantes desarrollen un relato breve a partir de un tema preseleccionado. En esta ocasión, debían develar un secreto, real o ficticio. Como la convocatoria coincidió con el “Premio Príncipe de Asturias 2006” y la “Palma de Oro” del Festival de Cannes-Mejor Guión al director español Pedro Almodóvar, la confesión debía ser cursi, kitsch o queer en honor a su estilo.

Entre las 28 participaciones narrativas, la más impresionante para el jurado resultó ser la de María de Lourdes Javier. Esta escritora de 24 años, que además es estudiante de historia del arte, publica en su blog: La No Aptitud para la Humanidad (http://laverdaddelasmentiras.blogspot.com/).

A continuación, el texto íntegro del microrrelato ganador, titulado “The Morning After”, con una entrada al estilo del escritor guatemalteco Augusto Monterroso: “Cuando desperté entre las sábanas sudadas me di cuenta no sólo de los trajes, pelucas y maquillajes que poblaban su habitación, sino también de que aquel hombre que dormía a mi lado tenía un pie más grande que el otro”.

La votación fue unánime y el jurado resaltó las cualidades humorísticas del microrrelato, que no sólo presenta un conflicto ingenioso en breves palabras, sino que mueve a la risa a través de una imagen inesperada que lo “resuelve”.

En la foto: Gael García en La Mala Educación, de San Pedro Almodóvar, Premio Príncipe de Asturias y Palma de Oro-Mejor Guión Cannes 2006.

Este fin de semana: Performance borgeano de Aravind en el Cementerio del Viejo San Juan, Santa María Magdalena de los Locos

Qué: LA BIBLIOTECA

una pieza de teatro-performance de Aravind Enrique Adyanthaya basada en el cuento “La Biblioteca de Babel” de Jorge Luis Borges

Dónde: viernes 2 y sábado 3 de junio a las 7:00 PM Cementerio Santa María Magdalena de Pazzis del Viejo San Juan

En “La Biblioteca de Babel”, Borges propone un universo hecho de signos, de letras, de libros, de significados ocultos e infinitos. Este unipersonal parte del paralelismo entre un depósito de cuerpos escritos (la biblioteca) y el depósito de cuerpos físicos e históricos que constituye el Cementerio del Viejo San Juan. El deseo de permanencia, la tensión entre presente y memoria, la vitalidad de los archivos, el acercamiento a una identidad cultural nacional después de la muerte convergen en el espacio.

“La Biblioteca” es a la vez cuestionamiento y celebración de cómo signos y monumentos pueden crear lo real.

“La Biblioteca”, una producción de Casa Cruz de la Luna, es parte de una serie de montajes donde se explora el acto de escribir en escena que también incluye “Prometeo encadenado” y “noche 3 a.m.” (Aravind E. Adyanthaya, 2002-2006).

Con el auspicio del Programa de Teatro y Danza del Instituto de Cultura Puertorriqueña y el Municipio de San Juan. Todas las actividades de este año de Casa Cruz de la Luna son posibles gracias a una subvención de la Comisión Conjunta de Donativos de la Legislatura de Puerto Rico.

Sucia: XXVIII Microrrelato Confesional La Flor de Mi Secreto en Honor a San Pedro Almodóvar Premio Príncipe de Asturias-Palma de Oro Guión Cannes 2006

Alejandra I.

Me estuve acostando con él desde el principio. Durante esos nueve meses también.

De la autora no se sabe.

Mi Dios está pasao: XXVI Microrrelato Confesional La Flor de Mi Secreto en honor a San Pedro Almodóvar

Por Pablo Maldonado

Si creyera en Dios, blasfemaba.

El autor es experto en la teoría urbana de la novelística de Benito Pérez Galdós y exiliado del área montañosa de la Cordillera Central puertorriqueña.

Aéreas esperanzas: XXIV Microrrelato Confesional La Flor de Mi Secreto en honor a san Pedro Almodóvar 2006

Por Siumell González

Cuando te montaste en aquel avión, descansé pensando que con el despegue se disipaba todo lo que no hemos dejado que pase… Ahora, con el aterrizaje, me doy cuenta de que lo más que deseo es revolcarme contigo de todas las maneras concebidas.

La auotora es fotógrafa y escritora. Postea en su blog Cristallo. La foto es suya.