En breves minutos…TANGO

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=vV_PX5q2Lq4[/youtube]

Yo adivino el parpadeo
De las luces que a lo lejos
Van marcando mi retorno…
Son las mismas que alumbraron
Con sus pálidos reflejos
Hondas horas de dolor..

Y aunque no quise el regreso,
Siempre se vuelve al primer amor..
La vieja calle donde el eco dijo
Tuya es su vida, tuyo es su querer,
Bajo el burlón mirar de las estrellas
Que con indiferencia hoy me ven volver…

Volver… con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien…
Sentir… que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir… con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez…

– Carlos Gardel

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo

Volvés con todo vicio. Volvés para decir volví.

Retomás la posición del cero,
de poco en poco,
con la intención de transformar
el tedio
en fuerzas de producción.

Prometés nuevos virajes en u,
desplantes razonables que disimulen el delay mental.

Dos minutos y medio, perdés,
y esos mismos dos entorpecen el despegue
del paisaje nítido hacia el negativo uno,
aunque superás el precio del gasoil.

Nomás prendés,
y el encendido de la navidad en pleno sur
de la consciencia trabada
veranea las sombras instantáneas de una muerte cruel.

Tal y como el “libre” flujo de las manchas que tecleás,
te bancás una fulminante sobre el blanco que te estrella;
en ejercicio futil de marcas que se come(n) el background.

Súbita estrategia:
anunciás la toma de distancias en par de bocanadas
y,
henchido de ilusiones surrealistas,
conspirás contrannatura.

El tango de fondo aporta al humo y al polvillo
de los astros hechos recuerdos en off.

Unos toquecitos de elegancia viril entre las piernas
hacen juego con la belleza de la grupa
desbocada en los patrones fijos del bandoneón.

Y es así que vos resumís operaciones tácticas barriobajeras de la Boca
para salir de noche en frac y Pumas con expectativas de debut.

Colgás el móvil…
…volvés…
hacés buche…
y como buen boludo
llamás para atrás.


Entre Casals y Camus

Por Manuel Clavell Carrasquillo

De la Redacción de Estruendomudo

Sirve de consuelo leer que Pablo Casals colocó entre sus piernas un violonchelo sobre las mismas tablas y durante la misma semana en que Albert Camus estrenó su montaje de La Celestina en un teatro de la Argel de 1938.

Ese des(encuentro) que hoy leo emite desde el Mediterráneo una especie de registro de la antigua calma existencialista que suena mudo entre los vientos salinos de una revolución magrebí postcolonial e incierta.

En el regreso de la transcripción de los ecos, en esta Redacción aún se reproducen confusos y débiles.