Una sensación generalizada de que todo marcha bien me predispone, y salgo a caminar, luego de meterme al cuerpo dos Tylenol 500 con correspondiente vaso de agua. Llego a la discoteca más degenerada de la capital -según las malas lenguas-, Eros The Club, no sin antes hacer parada rutinaria en la Cafetería Jahaira, con la intención premeditada de empinar cuatro Coronas con limón, ipso facto, por aquello de entonar y entrar happy; shinning people holding hands. Happyland and nevermind, hago la fila espantosa del antro, que llega a la altura del cine Metro, donde exhiben la parte whatever de Star Wars. Me registran, entro, veo las figuras grecorromanas pintadas con pintura plateada -esprey de pote, el mejor de Topeka y en especial 2×5, pago (son diez, ATH, Visa, Master Card o cash) y, entregado a la maldad de la inconciencia preadolescente que la panza no me deja rememorar, escucho sonidos distintos esta noche de lujuria, en que hago entrada triunfal (estrellado y anónimo), a la disco, acompañado de mi fiel y paciente marido Juan. Escucho música tecno, como simpre, sí, pero no la misma del sábado pasado; no la repetición inverosímil de los cantazos del restrellamiento del metal contra el metal, así que paro la oreja y me dejo llevar por aquel consabido Fever, la tuba y la batutera dicutiendo con el faggot, no necesariamente el Fever de la Lupe, sino el de Madonna, porque La Lupe, -hay que decirlo, perdón- La Lupe que se escuchaba allí mismo hace tres décadas en la Parada 20, esa Lupe, vida mía, esa murió. Madonna Madness, señores y señoritas, Madonna Madness es lo que hay. Madonna Madness All Night Long para los maricones de la capital, que han llegado aquí, hasta el templo de Nina Flowers -ya retirada-, (des)prevenidos de las festividades nacionales, Décimoquinta Parada de Orgullo Boricua Gay Rainbow Brite. Luego de pensarlo dos veces, asumo poros de piel absorventes la realidad: Madonna Madness Night Forever and Fever, My Love. La disposición de los cuerpos danzantes, como dirían los respetados críticos de performance de la universidá, se desarrolla tal y como sigue, en estricto orden alfabetico, comenzando con la letra a: En plena oscuridá (¿notan la a?), envueltos en sajumerio de Marlboro Lights, borrachas como locas perdidas en medio de la nada caribeña, cientos de hombres lobo lobeznos peludos boricuas se entregan a la contorsión universal: "Music…, makes the people…, come together…, yeah…", canta la diva transformer por los altavoces, y los niños de la pastilla X pisada con Red Bull o el agua embotellada de a tres pesos no pueden parar de bailar. Uno agarra los huevos del otro, rozando mahones y lycras, cremallera contra cremallera, y músculo T -de tranca, baby, de tranca formada de cuero pelao- erecto hasta no poder más, los maricones de al lado vociferan el himno de la velada servido con chillidos trans producto del efecto en las cuerdas vocales de la coca bien cortá: "It used to be my playground… It used to be…", y con esa señal de julepe del joy stick me adelanto hasta el centro de la pista para alcanzarlos, y beberme las lágrimas de cristalitos machacados con estupefacientes junto a ellos, aunque las partículas del terror sidático liquified me saben a cerveza pisada con gajitos de limón en esta noche de travestis nostálgicos de los cosméticos de los años ochenta, cuando la masacara, el rímmel, queridos, no era lo mismo ni se escribía igual. Nada como el negro de los ojos de Boy George cuando le parpadeaba con aquellas pestañas de envidia (sufre De Castro Font) a Madonna en Nueva York durante los breaks para empolvarse con heroína gourmande de los MTV Awards; aquellos playoffs televisivos sólo para nosotras las chicas de suburbio Cable TV Of Greater San Juan en que el guitarrista spanish Fly y Anthony Chilly Peppers prometían cada Spring Break hacer lo propio: rebajarse hasta meterse el dedo con sal hasta las teleras, y mostrarnos las vergas tatuadas, en plena transmisión intelmediafaxpreondadigital. "Sweet dreams are made of this: Everyone is looking for something… sweet dreams". Nada como la Chica Material pre-Kabala rasgándose las medias nylon con aberturas de mallas Number 3, comiéndose un disco de vinyl regado con el lipstick de nuestra desilusión. Ante la realidá de la distancia, muchas se conformaron con Lissette besando en la boca a la Amanda Miguel. Cúcala, cúcala, cúcala. Pero no era esa la línea central de este cuento for pyros, sino las cadencias (al mencionar la palabra cadencia exijo un periodista full time que haga de crítico de rock en la prensa nacional. Qué verg:uenza que la salsa nos reprima el flow y nos haga olvidar el dance. Grace Marie Herger, nunca te defraudaremos: ¡Party Time!, ¡Party Time!) de los cuerpos danzantes -la cadencia era lo que comentaba, la cadencia- al timbre del ritmo extranjero por demás: extranjo, funerario anhelo primermundista de Seattle y Poison y Led Zeppelin y Chucho Avellanet, rescátame de este infierno name dropping, Kurt, síntoma que brota de la estadidad radical que se cuece en la consola del Disc Jockey más farandulero de la comunidad: un tal mentado DJ Gulembo, señoritas y señorones, nada más y nada menos que la flor y nata de la renovación tecno del dos mil y pico, fuera de la cabina aquella tan de los ocho noventa y cinco, encerradísima entre cuatro paneles fijos de fiber glass. Para que conste, hace unos meses que los DJ’s de Eros se han puesto al día, según las revistas más adelantadas de la cultura hip hop norteamericana (consúltese la entrevista a Phase2 en Waxpoetics): fuera del cuarto de control, fuera del clóset según los entendidos del arte de diskyokear, el hechizo que tire con las manos líder de la comparsa es más efectivo, porque cuando los danzantes del final de Los versos satánicos observan al tipo mover los platos y manipular las teclas del equalizer, todo se transforma y, "cuando él pasa…, todo se transforma…, llega la alegría…, se va la tristeza…", llega -ahora sí lo digo sin piedá- la gracia divina de la bellaquera cruda…, llega el masacote servido en bandeja por núbiles machos de ébano cimarrón de Loíza para ti y para mí. Así las cosas, como dicen los colegas jurisconsultos de la palabra ley y orden, se puede observar desde el segundo piso de la discoteca, -si no es miércoles de perreo y si se corta la nube de hierba con hielo seco-, si se traspasa la frontera de las vestimentas de Old Navy rebajadas a precio mitad de Zara y de vuelta a la exhibición de Bananna por un damage tal o más cual, a aquella parejita de chamacos de bien, que vienen de la salida veintidós del expreso que va a dar contra el Municipio Autónomo de Caguas, Colegio Notre Dame, hasta aquí, con el propósito fundamental de decirse al oído "métemelo, papi, hasta que me duela de frente y de pie, boca contra boca, labio leporino contra dientes perfectos a fueza de bracers, y bíceps de gimnasio contra nalgas handy wipe shubs; perfectas, muy duras, blancas, por supuesto, indianas para los analretentive-etnocenterpolite". Un soltero trentón los mira desde el otro lado, desde arriba, con calculada visión infrarroja de cupido te voy a flechar, como planificando un trío Los Panchos allí mismo con ellos dos, para decidir quién toca las cuerdas y quién guía con los palitos la clave del cencerro bestial mientras se vira la leche, ese instrumento tosco y autóctono en clave de fa antifemeninoamaneradoneandertal cuyo sonido va retumbando en las cabezas de los miembros inferiores de todos nosotros, danzantes valkíricos en pleno éxtasis báquico -ya se ha dicho, repetición-, por aquello de que se sepa que manejo las referencias clásicas de los ancestros mediterráneos (sufre Parga, sufre Paquita la del Barrio, sufre Vanessa Droz) y que se valide que de allí venimos, del azul profundo de un mar con olor a mofongo relleno de mariscos que rechazamos, vertiginosamente, cayendo de rodillas, alabando las venas palpitantes de los penes que nos muestran en el baño de la parte de atrás de la disco esta ciertas locas desesperadas, algunos bugarrones de turismo light por los callejones de la posibilidad flácida y par de damitas que observan todo, quedaron retratás, como si les provocara morbo divino aliarse al mirarnos competir chusma por masaje prostático, unos contra otros, toda la noche, para ver quién de las tres se lleva el premio de la loca más popular, empleada pública de Fomento Recreativo, ponchen queridas, ponchen, que la nómina sale con correa de cuero incluida, botas vaqueras, gistro amarillo bien afincao y condones extra large portable size para la cartera, un poco tostados por la presión de los glúteos, toma que toma que toma tomalo ya, que se ha dicho que estos cuerpos danzan, danzan carne afeitada contra carne sudada sin poder superar la raja hasta que venga el chorro caliente del amanecer tropical. No conforme con lo logrado hasta este límite del fo, qué rico es mamar, Madonna chilla la decimoquinta canción de un cóctel preventivo de AZT, en XV aniversario de la comunidad gay requeteorganizada y desperdigada por la ciudad (sufre Mari Bras, que no puede contar el del PSP), porque el domingo es la marcha a dos pingas solidarias sobre el puente sobre la laguna pantanosa, pero con jet ski, Dos Hermanos, y vamos todas a despegar al unísono despelote, en tacas con incrustaciones de rinestones, para sacudirnos los complejos de minusválidas trasnochadas sin Alka Setzer pa beber. Más tarde, cuando el cuerpo no los pida, no le vamos a pedir permiso a Pedro Toledo, Superintendente de la Policía, y vamos a coger el dildo vibrador que nos une como la manteca en la mano derecha (Julia De Burgos le llama la tea a este instrumento consolador), y vamos a escupir el suelo que pisa Milton Picón, rabiosas, y vamos a asumir nuestra pose pornógrafa intergaláctica por Internet (sufre Rashke, que no tiene conexión ni minicamarita. El bicho es). No conformes con nuestra astucia, mamita llegó el obispo, llegó el obispo de Roma, sal Robertito, sal, vamos a retomar el micrófono con girnaldas en las inmediaciones del Capitolio, vamos a hacer la huelga con casetas de camping equipadas con látigos y pomadas Kamasutra en el Parque de la Paz, inaugurado por la ex primera dama Lila Mayoral y su campaña de qué nos pasa Puerto Rico, díle sí a la vida, versión ochentosa, y nos vamos a emborrachar -eso no lo duden- Coors Ligt Silver Buller nos auspicia el break de la esperanza, y vamos a hablar malo a to lo que da con nuestras bocas muertas, como dice Neruda en el Canto General, que nosotras también somos latinoamericanas, pa-que-tú-lo-sepas, y nos vamos a casar -de blanco todas- y nos vamos a divorciar -de negro todas- y también, en ese proceso noctámbulo en bikini al garete, vamos a ver el triunfo de las ruinas de nuestros certificados de nacimiento F por M = Sex, porque, quiéranlo o no, la noche es nuestra, queridos, pregúntenselo a los vecinos de Ocean Park, y vamos a convencer a todos de que lo mejor es chispearnos eufóricas como burbujitas de champán -lucirnos lo más que podamos y hacer un show a lo Lucy Fabery- como se hace en Brazil, La Gran Popeya, justo antes de mentarle la madre a este movimiento de loosers con ganas de joder al distinguido hermano heterosexual, coger por las guaretas pal monte y al fin venirnos en plena gritería de ay, ay, ay, ¡qué rico!, papi, chulo, bello, ¡dame más duro!, bla, bla, bla, tacán tacán, blop, antes de desmayarnos con todo eso que es tuyo adentro para poder acabar esta mierda contentas y poder desaparecer como Dios manda: después de que le expliquemos al mundo todos los detalles de cómo es que nos gusta chingar.
Mi perra Gaika y la situación internacional: Breve historia lumÃnica de un traspié
Salta al ojo e hiere la retina: Al Fondo, el Retiro del Estado
Como en restaurante fino italiano, decorado con muebles chic en plástico retro setentoso con detalles post importados de la séptima potencia mundial del G-8 y me levanto para ir al baño, que es un desastre y una verg:uenza para el dueño, una belleza de la estirpe de Eneas que ha venido a parar a esta isla, en estos días paciente de las fuertes lluvias tropicales y la plaga imperceptible por los ojos de la humedad, sí palpable por las narices debido a ese olor a pasto mojado mezclado con bóñiga fresca, el mejor de los productos de Tres Monjitas, lamentablemente descolocado en la tierra del norte costero de Hatillo; fuera del contacto de los yuppies que redactan el Caribbean Bussiness que es lo mismo que el mercado nacional. Antes, escucho una clase de Derecho Procesal Penal para estar al día sobre los últimos detalles del procedimiento criminal nuestro, según enmendado, y así poder asesorar a los intelectuales del patio luego de que regresen al cuartel general de la policía vía expreso, y esposados, por haber estado capeando la dulce hierba del desfallecimiento sin semillas en la barriada sanjuanera extramuros mejor conocida como La Perla Gardens, flor y nata del complejo residencial. Gracias a esa conferencia en manos de tratadista criminóloga erudita, me enteré que los guardias municipales necesitan tener motivos fundados para proceder a la detención pre-arresto y que la mera presencia de los poetas en la placita de los alrededores de ese bajo mundo, cerveza Medalla en mano, no es suficiente para sostener un enjuiciamiento estatal. No he visto el código "penal code" de los federales, pero según comenta el Comisionado Residente en Washington, Luis Fortuño Milhause, en un comunicado de prensa que tuve que bajar del Internet, todo está en orden en el frente y ya no se escuchan los balidos de los cabros a la hora de mayor tráfico ilegal de estupefacientes del trouppe antifilibustering (comandados por el senador demócrata por Virginia de apellido Byrd: "The so-called ‘nuclear option’ was pre-empted by a compromise worked out by seven Democrats and seven Republicans, who agreed that preserving the time-honored filibuster, an effective tool that gives the minority party a voice, was more important than blowing apart any hope of bipartisanship and working together as a team, on behalf of America", wittierdailynews.com) congresional. A propósito, El azul oscuro del alma es una obra de teatro del joven boricua Mikephilippe Oliveros que no trata de meterle las cabras a nadie, y esa es la relación directa de su obra con lo que estoy diciendo aquí, una diarrea lírica bien chévere entre una pareja de cualquiera que pase por la avenida de Diego y se dé cuenta, a plena vista y en pleno dominio de sus sentidos, que la expropiación del Santurce orillero nos beneficia muchísimo a todos, en la medida en que ahora se va a poder escuchar mejor el concierto sinfónico con caracoles del negrito William Cepeda a toda capacidad y sin competencia con tumbacocos de partido, sin que nadie se extrañe por la súbita aparición de una nueva discoteca gay en ese "urban cluster", según lo han denominado los planificadores urbanos, que se va a formar pronto, muy pronto, alrededor de la zona teatral de la capital y que tiene pisos de cristal simulado desde cuyo fondo de cyclone fence el administrador de la disco proyecta vídeos de la nueva cadena Pink MTV sin editar. La mejor parte del megaproyecto es la reestructuración de los restaurantes dominicanos de la avenida Ponce de León, que son ahora tres o cuatro -incluyendo a Levis, rey del churrasco, y que pronto serán veintidós. Ya no habrá que comer mofongo mojado en salsa de setas enlatadas a las cinco de la mañana. No habrá necesidad. Luis Francisco Ojeda anuncia la pronta sustitución del Presidente del Senado Puertorriqueño, sé de buena tinta que Adolfo Krans está de vacaciones del programa radial de la banda AM, Fuego Cruzado, y me imagino que el ex juez del Tribunal Supremo, Baltasar Corrada del Río, disfruta de un merecido viaje a Tailandia, para apreciar las maravillas de una tierra que todavía funciona alrededor de las horas del sunami mentado y el apagón. Mientras todo esto nos cuesta la vida, según todavía canta Silvio Rodríguez, Guillermo Cabrera Infante yace en su tumba de Londres y los gusanos se tragan lo que queda de sus dedos, aquellos instrumentos de carne con que escribió el cuento Delito por bailar el chachachá, que en estos momentos repaso para beneficio de inventario y por motivos de celebración. Un cumpleaños merecido, que se pasa de fiesta pendeja en el bar El Boricua, que nombre tan original, conversando frente al barril de tocino partido por la misma mitad donde se asa la carne de pollo al pincho en un recinto universitario repleto de chamacos en éxtasis posthuelgario, no vaya a ser que en agosto la cosa concubinaria con la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes, capítulo del Recinto de Río Piedras, apriete, y haya que volverla a paralizar. Luego, ya de madrugada, como canta Cristian Castro el hijo de la Verónica, decidimos mudarnos de parking hacia los bares de la avenida Eleonor Roosevelt, centro de Hato Rey, donde los nombres de los antros comienzan a pormenorizar: El cojo y El paraíso fueron las paradas obligadas, sobre todo si se tiene en mente la necesidad común repartida de que la noche tiene que ser equitativa entre los decadentes macharranes de pelo en pecho y las locas folklóricas sin ameastrar. Por eso, sólo por eso y nada más, fue que escuché a Chichí Peralta y a Ednita Nazario a la misma hora y en el mismo canal de los dos lugares encrucijada que acabo de mencionar. Estudio el Derecho Gubernamental Puertorriqueño por aquello de que no me cuenten los periódicos cómo es que se da el proceso de contratación entre las agencias del Estado Libre y Asociado de Puerto Rico y un contratista común, digamos un apelante en el Fondo del Seguro del Estado, partes litigantes que vienen obligadas, en este caso por una disposición de la Ley de Municipios Autónomos, si es que se da el guiso de los par de miles correspondiente, a remitir copia del contrato de pica en fiesta patronal a la Oficina del Contralor para que hayan cuentas claras y se conserven amistades. No hay excepciones, la ley es diáfana en espíritu y letra, inclusive en tiempos de emergencia nacional declarada por el alcalde, el gobernador o Bush: sépanlo, como dice Noel Luna en un poema dedicado a la bufanda y al sombrero de copa de Antonio Martorell, los contratos no pueden ser verbales, no señor, ni se paga un solo centavo de la funda del erario (¿ea-rayo?) hasta que no salte al ojo e hiera la retina, como debe ser y Dios manda, la última inspección. ¡Liberen a Choco Orta, abusadores, esa negra bongocera no se merece tener que enfrentar la humillación de una Vista Preliminar!
j.a. bonilla habla sobre el hierro que le falta a un post anterior
Respuesta a Suplementos vitamínicos
Cabrón, casi lloro con esta cuestión que escribiste, esta paja Abstracto-cultural, esta síntesis cirquera de estas últimas semanas de esta isla donde la realidad caducó. Cuando te canses de mamarle la tranca al Derecho, o sea cuando le saques todo el jugo que quieras sacarle, te recibiré con los brazos abiertos en las grietas pestilentes de la literatura menor. Hay que retrotraerse a las filas del divertimento críptico-cultural para no caer en la trampa homogenizadora del patetismo general. Ante una trivialización extrema una buena dosis de hermetismo estético. Y si digo hermetismo también puedo decir otra-manera-de-trivializar. Hermetismo es sólo un decir, otra manera de nombrar lo que está right in your face y que precisamente por su cercanía a veces lo vemos borroso; como esas mujeres de mirada viscosa que se escurren por tu vida casi sin querer sólo para que uno termine diciendo que uno no es lo creía ser. Bukowski en tanga para principiantes; panfletos de Henry Miller para senadores infieles y tropicales; Jelinek para la liga de Feministas Unidas; William Gibson para huelguistas convencidos y militantes; Pepe Liboy para escritores en cierne y para los cernidos; We need this vitaminic suplements my friend, otherwise we will become blind through the lack of iron in our diet. Este proyecto llamado Puerto Rico fracasó, ya ni siquiera cabe decirlo desde el pesimismo, uno lo dice con cierta contradictoria alegría, es sobre ese fracaso donde glosamos una nueva forma de pensar y sentir la escritura. Blah, blah, blah, podría terminar la canción, la grabamos en ritmo gospel y se la enviamos a Rivera Schatz para que la use de yinguel en la próximas elecciones.
j.a. bonilla
Tréboles de Marioantonio Rosa a dos voces conmigo
VIII
Se abre entre mis manos el trébol desprendido
sangre desde un verde pasajero
tres cadencias cristalinas en la tristeza
tres nombres que tuve
y la libertad de callar en la lluvia del hundimiento.
Abrete tres veces
que pongo las compresas en la herida
despierta
grita
mira que nuestros nombres
ya después quedan registrados para olvido
No llueve entre esta pequeñez tan fría;
solamente tres hojas, como un luto brillante que alcanza
de la tierra húmeda mortal adivinanza.
Pandero escurridizo que hace su arroyo y en la paloma
deja la verde quimera de un número.
Como el túnel, hace esperar la luz crucificada.
Los cucuyos de las palmas
-verdes coronas de la esperanza-
no nos dan para dejarlo todo
e ir al encuentro de la nada.
Más bien aúllo aquí mientras te leo
y doy gracias
porque has sacado la cara
por la poesía difícil
en plena autóctona galaxia.
El alba del trébol, el diminuto oro nunca humano;
se desparrama en mis manos exactas de lejanía.
Voy entendiendo los silencios que nunca he llorado
voy sintiendo aquel celaje entre la luz, el agua y el tiempo
y escribo los rocíos de esta aparición.
Belleza, el tres te queda divino:
la luz, el agua, el tiempo
!cuánto me he resistido
a ser preso de tu estilo!
!qué voy a hacer ahora,
que me has dado sobredosis de rocíos?
Necesito vivir en su diluvio;
allí las alas visten mi hambre y mi búsqueda.
Allí desde todos mis viajes se abre la carola legítima
y de par en par, un mar encadenado lleva color a la voz.
Ya puedo decir que los hombres alguna vez soñaron
y en el ramaje de este trébol se desnudaron al crepúsculo
casi venciendo el acertijo de morir.
Apetitos que me vienen a la boca
y la saliva que me baja por los labios
de par en par has dicho
y yo tan pueril, tan necesitado,
tan soñoliento en tu discurso,
que me abro.
Y ahora, !Qué calida herida de los tréboles!
!Qué panorama tan amado a esta soledad!
Las gacelas de los árboles como que tiemblan en la belleza
todo desaparece y estando vivo me hago un vacío
un vacío que me ame y me recuerde, un vacío para otros
y una carta de amor al borde de una flor sonámbula.
Humana y libre nada,
humana y presa del zumbido
que envías a Culebra,
desde San Juan,
con tus alas.
Colibrí:
allí las playas sucias por las latas de cerveza
nos esperan;
claro que habrá bronceadores
y mucha escarcha
para que después del chapuzón
yo pueda pintarte y palpar el cómo queda.
La carta de amor,
!tantas cosas que plantea!
Mis ojos caminan hacia tu nombre
caminan en sus alas, en sus maderas castizas,
en sus ladrillos ocupados con llantos sin memoria
me fascina el delito de lo invisible
por ti
dolido y sencillo triunfo.
Tu promesa, Kasparov, cumplida espero,
después que pase el ojo de tu verso
por la piel de la tormenta
Los versos de las estrofas impares de este ejercicio literario fueron publicados hace un rato por la Editorial del Istituto de Cultura Puertorriqueña en el poemario de Marioantonio Rosa titulado "Duelo a la transparencia" (2005). Los versos de las estrofas pares son invención mía en respuesta a los suyos, que me dejaron con las ganas de que ven gan más así al inventario de nuestra maricona poesía. En homenaje al poeta, que nos lanza semen negro para que gocemos su experiencia, salud y múltiples pesetas. –M.C.C.
Suplementos vitamÃnicos
El vecino me mira mal y fijo a los ojos, como si me quisiera decir que le dan asco la imagen sexual que le transmitieron mis gritos de anoche y mis lagañas de amanecido en un bar que llego ahora por la mañana a la casa, continúo mi camino al revés elevador abajo y me monto en el automóvil para darle comienzo a una sesión de recitales de música clásica donde yo era el clarinetista invitado, me estaciono en el Conservatorio, me aplauden, fumo detrás del teatro, a escondidas de los concertinos mayores. Aflojado, desinhibido de las cuestiones antirrelajantes de la vida, regreso al auto y acelero por la avenida Roosevelt, destino Universidad de Puerto Rico, donde hay que entregarse a la masificación de los ejercicios espirituales de la somnolencia. Una vez en el aula, el aire acondicionado, por el que han filtrado gases que reparten culpas en cada tabique nasal, comienza a producir efectos de delirium tremens, cositas aquí y cositas allá para agradar a los profesores sin que se note demasiado la presión del lambeojos. Fuera por las salidas de emergencia que dan al árbol de los mangós goteados, por donde van a pastar las vacas sagradas rumiantes, cerca de la comuna de barbudos en pie de huelga, aparece el hombre triángulo, que embiste con las famosas hueveras diseñadas para proteger los miembros hace unos años por la costurera de Dora Ricardo, que regresa de las Islas Caimán más regia de lo que salió de esta isla de mierda. Las valquirias bañan al hombre triángulo en el almíbar del mangó mayagüezano, transportado al área metro vía digital por ingenieros prestidigitafuturamáticos que bailan plena en cuchitriles al aire libre establecidos frente a la boca del Tren Urbano. Mamita llegó el obispo, decían los periodistas de la asociación que hundíamos la lengua en las botellas del tercermundismo estudiantil que nos rodeaba, porque allí vigilaba la escena el camarada almirante Scout y sus secuaces, dando tumbos de lado a lado como barriles de galera mal puestos para que los marineros meen sin tener que pedirles permiso a las tablas ni a los peces que saltan del caldero de manteca hirviente con el que torturaban a la doncella. Con voz meliflua la sirena y con garganta llena de callos hiperbólicos el madame de la cabellera rubia se disputaban al hombre triángulo, alter ego del chamaquito ingenuo que se acercaba entre los lirios para pedir autógrafos vintage y olores para coleccionar entre tanto tufo a harapos. El resto mejor me lo guardo, porque al salir me interceptó una de las guardaespaldas de la emperatriz Sila Calderón, la amante de la reina Teresa Toda Viveca, así que tuve que transformarme en superhéroe del Maestro para poder salir juyendo del Teatro Matienzo, en plena parada veintidós y media. Pobres taquitos de la Placita del Mercado, tan picosos y tan abandonados. Como complemento extra mayo, me sirvieron las dos butifarras rellenas de queso que le pedí a la secretaria glorificada del Banco Gubernamental de Fomento, una gorda con capa de frambuesa estilizada en los bordes de bronce con W40, una genialidad, casi un Fernando Botero que le muestra el culo al Museo de Arte, en plena etapa postfantasmática de las calles de Santurce. ¿Ya me comprenden, ya saben lo que siento, camaradas?
Huelga universitaria en San Juan y Afganistán
Estimados compañeeros:
Ultima hora huelguística.
La agencia de noticias EFE informa desde Kabul (Afganistán) hoy 12 de mayo de 2005:
"Los disturbios comenzaron el pasado martes en la ciudad de Jalababad, cuando MILES de universitarios salieron a la calle a protestar contra EE. UU. por la profanación del sagrado libro del Corán en la base norteamericana de Guantánamo".
Ya van cuatro muertos y setenta heridos, pa que lo sepan.
Esa es lucha estudiantil.
Lo de nosostros aquí en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, San Juan, es melonismo y charada de club 4 haches, así que, compañeros del miedo del Cuco, despójense del complejo sindical hipócrita (ya que no están dispuestos a asumirse como talibanes) y déjenos luchar desde adentro con aire acondicionado, que es lo mismo que estudiar.
A propósito de la política de no-confrontación que impide a la Policía de Puerto Rico desalojar de huelguistas los portones de la Universidad.
Compañeros intelectuales:
Digo intelectuales, porque no creo que estemos ligando cemento aquí. Digo compañeros, porque eso es lo que somos a pesar de las diferencias ideológicas. Pero digo también que no se puede discutir un tema como éste si a la segunda vuelta los compañeros del "comunismo democrático" van a cerrar filas detrás del blanco y el negro.
El blanco y el negro son los colores descartados por el debate universitario. El blanco y el negro son los colores de la Legislatura de este país.
He leído con detenimiento las posturas de J1. y de J2.
Recojo que J1. llama a la última trinchera del movimiento utópico. Recojo que J2. llama a una crítica ideológica profunda desde el interior mismo de la izquierda agonizante.
De esas dos posturas, favorezco la segunda.
No es posible que a estas alturas la izquierda misma haya olvidado el precio de la Revolución y el sacrosanto paro nacional. No es posible. Ahora resulta que vamos a honrar al Che recortándole las barbas, que es lo mismo que forzar un cambio en la universidad sin enfrentarse a la policía. El señor Gandi estaría absolutamente avergonzado de dicha posición acomodaticia. El señor Malcom X, les escupiría la cara.
De otra parte, resulta también que hay un grupo minúsculo de estudiantes que paralizaron la universidad y el país vio el espectáculo de su debilidad fasciademocrática cuando frente a las cámaras rompieron las papeletas de la asamblea del coliseíto.
¿Eso es un acto democrático? A mí me parece que se trata de una muy sospechosa retrodemocracia que se cuece al interior de un consejo de estudiantes mafutero y bellacón que desde tiempos inmemoriales se reúne a un costado del Centro de Estudiantes a ligar y a escuchar a Ricardo Arjona pisado con Bacardi y seguido por Roy Brown.
¿O es que en ese consejo se ofrecen cursos de formación política, que hay verdadero debate intelectual allí? Coors Light Silver Bullet es lo que hay allí y eso hay que aceptarlo. Negarlo sería negarnos a nosotros mismos, que lo vimos, que probamos, ese goce infantil embarrado en retórica albizuista que le hervía la sangre a los incautos que pasábamos por allí. "Fuego, fuego, el mundo está en llamas". Hello, aceptémoslo, en la universidad ya no se ven llamas ni en Pentecostés.
En cuanto a la intervención de la Policía en el Recinto de Río Piedras, ahora resulta que los huelguistas, los "enemigos del capital", les piden a los "guardianes del capital", de rodillas, que no los tiren a los leones. Verguenza ajena sentiría el cristiano primitivo que habita dormido en Scott Barbés de enterarse durante sus sueños pesadillezcos que su alter ego quiere ser mártir, pero mártir pop. Quiere sangre, pero sangre de Hollywood. ¡Qué mamey!
Como la memoria histórica de ese supuesto movimiento estudiantil, apegado al "comunismo democrático", es tan cortita (a la primavera de Praga asistieron con pistolas en la baqueta, dije pistolas, Cortázar, García Márquez y Carlos Fuentes convocados por Milan Kundera, dije pistolas, ¿o con florecitas es que va a ser?), permítaseme recordar en este momento una lucha social muy reciente, que no se puede comparar con este simulacro huelgístico vergonzoso de cuatro gatos que acabamos de visualizar vía digital.
Se trata del caso de Vieques.
Es absurdo que un pescador analfabeto y con las manos destrozadas por el trasmallo de su enana municipalidad esté dispuesto a ir a la cárcel federal 60 días por sus ideales y que un blanquito en guayabera, vestidito con botines de charol y próximo candidato al Senado por acumulación, el niño bien Ernesto Chévere, no pueda aguantar un macanazo de Toledo. Eso da pena. Al Estado de Derecho se le ataca de frente, dentro de la mejor tradición antipequeñoburguesa, digo yo. Se le ataca y se asume su precio, que es el más preciado, que es la vida y, mientras nos la arrebatan, pues qué remedio, pues hay que pagar con la libertá.
"Patria o muerte, venceremos". ¿Ya se les olvidó?
Venga el fronte de la dialéctica, venga, ¿no que "este movimiento no da ni un paso atrás"?
A mi entender, muchísimos gases lacrimógenos nos hacen falta, muchos más que en el 81, a ver si nos devuelven el pensamiento crítico, la verguenza ajena y las ganas de madurar.
En confraternización cibernética solidaria, les saluda este camarada rojo, rojísimo, ya rosa del carmín del huerto de la Escula de Derecho de la UPR.
Heil!
Embustes son.
Firma: Manuel Clavell Carrasquillo
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Margarita Pintado regala una crónica de una visita prenupcial a una de las boutiques más prestigiosas de San Juan Bautista, Eleonor.
Tuttifruti
Dos cubalibres y no precisamente los de Eliseo Alberto, más bien dos al estilo San Juan Scary Night en antro de bugarrones semiprotegido por la Policía estatal frente a la puerta y un contingente de guardias privados que la custodian del otro lado. Una comunidad que celebra la primera edición de este año del concurso de belleza de dragas Miss Eros 2004-2005 con la sonrisa a flor de labios y un optimismo de lobby de Universidad Interamericana, ese patio interior de hospital remodelado, o convento de suburbio, donde se dan los traqueteos más extraños. Ru Paul en estos tiempos y un chico passé, alto, con facciones indígenas y pelo largo, negro, chino, en T-shirt, recostado sobre un urinal y velando al tipo de al lado, que enseguida olvida las reglas mínimas de consideración del cuadro del contagio y procede a chupar frente a todos nosotros, un grupillo compuesto por par de panas que nos vamos conociendo allí de noche a noche gracias a la recurrencia de nuestros desvelos mojados y el abrir y cerrar de billeteras para sacar a tiempo los cuatro dólares que invertimos en cada trago. ¡A cinco de mayo, y yo bebiendo rones y probando colas!
Compro un libro sobre la historia del tráfico del caviar a nivel mundial y sus falsificaciones, una de las cuales es la que inventó Giovanna Huyke para el menú del restaurante boricua Amadeus en el Viejo San Juan, donde se comen las huevas negras y rojizas con tostones de plátano verde, o fufú; un despojo de temas recurrentes y provocadores de bostezos en plena función laboral crítica o gastrointerpretativa de literaturas nacionales.
Hablo contigo sobre la necesidad de lavar las ventanas de cristal que permiten la vista a la laguna, la urgencia de sacar los desperdicios sólidos del apartamento, la inminencia del calor del verano y el avance de Telenoticias donde se menciona el aumento en el precio del barril de petróleo venezolano, excepto para el mercado político-barbudo cubano. Para que rime este final, te adelanto que este verano sin ozono no pienso abandonar la habitación del aire acondicionado.
Busco mentalmente regalos para madres naturales y designadas, que son tantas y tantas, en tantos sitios y tantos abrazos de consolación matriarcal, que he perdido la cuenta de los abrigos que me han puesto para llevar a la escuela y no pasar frío. Tampoco hayo los termómetros que rompía adrede para jugar con las pelotitas de mercurio que rodaban por las losas. No recuerdo las sopitas de pollo ablandadas con limón para aplacar la gripe.
Unas movidas de aquí para allá, de piso uno a piso dos, para que el otro capte las atenciones, los movimientos de las partes de la cara y los brazos con las piernas que acusan el gusto lujurioso. Ligue, ligón, liguemos. Pero no necesariamente quedan correspondidos los íconos de comunicación "gay" en plena pista de baile y el pasillo de los fumadores, mientras un rapero vocifera a todo dar aquella nota de "tumba la casa, mami; tumba la casa".
Se reanuda la rutina estudiantil de mentiras de progresos postgraduados porque ya circulan las peticiones para someter la candidatura al Senado por el método de acumulación electoral y nominación directa de los líderes huelguistas que nos dejaron 28 días, más o menos, de escombros en el alma de la ciudad letrada de la isla, que se llama Río Piedras, sí señor, pueblo fantasma dominado por vaqueros dominicanos, intelectuales de pacotilla y prostitutos de esquina que transan con los grafiteros para que no los intoxiquen con esprey al momento de soltar prenda y apretar el interruptor que permite -o no- que se digan disparates. Tito Chévere y Nina Valedón. Robacámaras. Senadores por acumulación. Se lo merecen.
“Para formar parte de la Guardia Suiza que custodia al Papa y el Vaticano es necesario ser católico, suizo, varón, de edad inferior a los 30 años, soltero, de altura superior a 1,74 metros y tener título de escuela superior o diploma de formación profesional. Los candidatos deben haber estudiado en la escuela militar suiza. Tienen que vivir en el Vaticano y el plazo mínimo de servicio en el Cuerpo son dos años”. Me mudo mañana temprano, ya firmé los papeles del trasnfer y me han aceptado. Bye.
–m.c.c.
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Nada importante que hacer
asistir a un funeral
contestar los e-mails
dejar de fumar
ver un documental sobre las Olimpiadas de Munich
revisar estadísticas
invitar a las chicas a comer.
Perrera
No me he vacunado contra la rabia.
Por eso pongo en riesgo
a los demás inquilinos.
Típica situación de perrera.
Decálogo del rompehuelgas
- No asumirás causas panfleteras.
- No gritaras consignas.
- No negociarás con turbas incendiarias.
- No aspirarás a salvar la patria imponiendo cadenas.
- No representarás a nadie.
- No serás cómplice de protagonismos politiqueros.
- No impedirás la expresión democrática.
- No te convertirás en vocero de la nostalgia decimonónica.
- No robarás cámara.
- No levantarás ídolos de piedra donde sólo debe haber discusión de ideas.
-M.C.C.