Estancias: Allan refuta a Allan: 2ndo Microrrelato Espiritista Allan Kardec 2005

Por j.a. bonilla

 

The soul is safe as long as its particular form is preserved.
Raymond Llull

-Habrá notado, estimado profesor Kardec, que la existencia espiritual es más compleja que sus muy famosas estratificaciones metafísicas.

-Ni tanto, ilustrísimo señor Poe, las habitaciones espirituales están dotadas de puertas para la traslación de entidades inquietas y nómadas.

-Déjeme explicarle mi objeción con mayor precisión, -el escritor se sirvió en una copa una sustancia verde y brillosa y procedió a estimular su etérea garganta. –Las moradas descritas por usted están claramente regimentadas, lo cual le atribuye a los espíritus fijaciones espaciales que la naturaleza de la eternidad no comparte. Ya usted ha podido darse cuenta que la eternidad es también un juego de disfraces y que la lucha continúa en la intemporalidad del éter. Si bien usted acertó en la descripción de algunos recintos, es obvio que el flujo constante entre ellos ha creado espacios límbicos donde habitan o fluyen espíritus volátiles. Entre las moradas existen amplios mundos que se resisten a entrar a los recintos establecidos. Mundos por los que yo, obviamente, disfruto pasearme. Mientras deambulé por el mundo de los vivos tuve el privilegio de visitar algunas de estas estancias.

Flotando en la entrada de uno de los mundos regeneradores, ambos espíritus continuaron su debate, Kardec visiblemente molesto, Poe aburrido e impaciente porque la carroza-taxi que había pedido aún no llegaba y Eleanora lo esperaba en la taberna ‘La carta robada’. Muy cerca pasaron Borges y Swedenborg muy alegres y cogidos de la mano.

Una llamada inoportuna a Elena Poniatowska

Entrevista

 

Por Manuel Clavell Carrasquillo

 

La escritora mexicana Elena Poniatowska, que acaba de presentar la novela “El tren pasa primero” (Alfaguara, 2005), estaba en su casa en el Distrito Federal, pero estaba cansada. “Me dijeron de Alfaguara que iban a ir por mí al aeropuerto. Nadie fue. Acabo de llegar de Oaxaca. En fin, puros problemas”. Eso dijo tan pronto la saludé al comenzar esta entrevista por teléfono. Sin embargo, insistió con firmeza en no hacerme perder el tiempo: contestaría todas mis preguntas en ese momento inoportuno, a pesar de que estaba agotada. Por esa razón, decidí empezar con la pregunta que suponía más impertinente.

 

En cuanto a su edad y su visión de mundo, ¿usted se considera una persona mayor?

 

Yo tengo 73 años, nací en Francia, mi madre es mexicana, se llamaba Paula Amor, llegué a México habiendo cumplido 10 años. Yo no me considero una persona mayor para nada.

 

¿La escritura es lo que la hace sentir joven?

 

Pues sí, el mucho trabajo, el estar continuamente yendo y viniendo, tomando aviones, viajando, dando conferencias y luego teniendo un gran contacto con los jóvenes.

 

¿Se propone escribir para que los jóvenes la lean?

 

No, no me propongo nada. Escribo porque ese es mi oficio desde hace más de 50 años. Si me leen los jóvenes, pues es una gran alegría. En general, los jóvenes me leen desde que escribí “La noche de Tlatelolco”, sobre la masacre de 250 personas el 2 de octubre de 1968.

 

En términos de multitudes y posibilidades de lectura, ahora está la Internet. ¿Visita la Internet?

 

A veces, pero no mucho. Lo que más hago es escribir. Utilizo la computadora como una máquina de escribir. No sé navegar.

 

¿Qué utopías de su juventud todavía defiende?

 

Yo defiendo todas las utopías y creo en todas las utopías.

 

¿Ha descartado alguna?

 

Le digo que creo en todas, no he descartado ninguna.

 

Recientemente la escritora dominicana Rita Indiana Hernández dijo aquí que ser rebelde hoy en día es un lujo, ¿está de acuerdo con ella?

 

No, porque creo que hay muchísimos rebeldes. Desde luego, en México hay muchos escritores rebeldes y muchos jóvenes y viejos que están a la vanguardia.

 

¿Usted se considera una persona rebelde?

 

Bueno, me considero una persona contestataria, que critica al gobierno y que tiene una posición siempre de crítica, de denuncia, de indignación.

 

¿Por qué decidió escribir una novela sobre el movimiento sindical que incluye no sólo sus momentos gloriosos sino también sus lados oscuros?

 

No es tan interesante crear santos o vidas de santos, sino personajes como todos nosotros: con sus aciertos y sus errores.

 

¿No le teme a que le digan revisionista o contrarrevolucionaria por denunciar la corrupción sindical?

 

No, porque la corrupción que yo denuncio es la de los llamados “charros” y, sobre todo, la del gobierno. Por lo tanto, no puedo ser revisionista.

 

La novela también es una denuncia al machismo de los hombres poderosos, ¿qué es lo que piden sus mujeres?

 

Son tres tipos de mujeres distintas, son personajes de ficción y algunas lo que piden es que las amen. Otras piden que se les dé su lugar y que se les reconozca su valor. Pienso en general en lo que piden las mujeres, que es respeto.

 

¿Podría ser que el feminismo también tenga sus lados oscuros?

 

No puedo decir que sepa tanto del feminismo, pero sí creo que en mi país hay diferencias enormes entre las mujeres. No es lo mismo ser una taquillera del metro que ser una maestra universitaria. Las condiciones de vida son absolutamente distintas.

 

¿Tendría que haber diversos feminismos?

 

No, creo que hay un solo feminismo pero hay distintas formas de practicarlo o encararlo según las necesidades de las mujeres. A mí me interesan las mujeres de las clases más oprimidas, las más pobres.

 

Todavía algunos se sonrojan cuando una de nuestras escritoras mayores, Rosario Ferré, publica ensayos como uno que tituló “Oda al culo”. ¿Considera que con su escritura ha vencido algunos tabúes sexuales?

 

Rosario es mi gran amiga, la quiero muchísimo. Además, me paseo por el mundo con una maleta que ella me regaló y que acabo de desempacar ahorita, pero que estoy empacando de nuevo (pronto saldría para Colima). Rosario ha vencido todos los tabúes y creo que es una excelente escritora junto con Ana Lydia Vega, que es una maravilla, y Olga Nolla. Quise también muchísimo a José Luis González. Lo admiré profundamente.

 

¿Y en su novela, vence algunos tabúes?

 

Bueno, allí podría haber un tabú sexual en la masturbación. El personaje de Bárbara se masturba.

 

¿Y la relación con el tío?

 

Nunca se sabe, es una relación de un amor que nunca se sabe. Nunca se sabe si ellos se acuestan.

 

¿Cree que la literatura puede ser un antídoto contra la violencia doméstica?

 

Si los hombres empiezan a leer libros de mujeres y empiezan a preocuparse por las mujeres y a conocerlas mejor pues entonces no les pegarían ni las tratarían como las tratan.

 

Ahora que ha puesto sobre el tapete las atrocidades que cometió México con sus obreros en el pasado, ¿qué le parecen los renglones laborales del ALCA y la cuestión que los sociólogos ya consideran como el postrabajo en la era globalizada?

 

Creo que lo que va a suceder con el ALCA es que México, en vez de jugar la carta de Estados Unidos, jugará la de América Latina. Se podría hacer un gran mercado y cumplirse el ideal de Bolívar. Si no, México -que era un poco el hermano mayor de nuestros países- va a perder su prestigio.

 

Nos acaba de regalar una novela sobre la modernidad mexicana, que llegó con el tren, ¿cuál sería la metáfora que escogería si le tocase novelar la posmodernidad?

 

No sé. La verdá me cuesta trabajo ahorita. Como le digo, acabo de llegar, y estoy muerta de cansancio. No se me ocurre. Estoy trabajando en otra novela. Apenas llevo 60 páginas, me gustaría trabajarla un poquito más y con mucho gusto le digo de qué se trata.

 

La escritora enganchó luego de despedirse muy cordialmente. Al transcribir la conversación, confirmé que había contestado con dulzura y paciencia cada pregunta más que el agotamiento no opacó su espontaneidad. Nunca sacrificó lo que quería decirme con la intención de que finalizara cuanto antes. Quizás porque a Elena Poniatowska no la vence ni siquiera la interrupción del sueño de parte de un periodista inoportuno.

Esta entrevista fue publicada parcialmente por la Revista Por Dentro del periódico El Nuevo Día el domingo, 27 de noviembre de 2005. Se reproduce en su versión íntegra aquí luego de haber obtenido la debida autorización de El Nuevo Día, custodio de los derechos de autor correspondientes.

Espíritus de pasión y muerte: Ier Microrrelato Espiritista Allan Kardec 2005

Por Ana María Fuster Lavín

 

El sabor de la carne fresca era una insípida masa en su boca. Los sueños naufragaban páginas en blanco a través de sus cristalinos ojos al tratar de alcanzar el espíritu de su amada. Ella no podía palpar el lúgubre corazón de quien fue su fiel amante, aunque él se lo arrancara y lo pusiera en sus labios, porque no se puede lactar un mundo de sensaciones, cuando los caminos se bifurcan o cuando la traición es la más lenta y cruel de las muertes. Él seguía observándola a lo lejos, acariciando sus pasos, ya no devoraba a sus rivales, sabía que sería inútil, la sangre no era la fuente de la corporeidad sin poder amar. ¿Y cómo hacerlo? Siquiera podía emborracharse, se sentía un espejismo mientras ella deambulaba por las calles de Santurce quizás del trabajo a la casa, o buscando otro amor que los recuerdos y sus fantasmas no idolatraran. En la oscuridad de los instintos sólo estaba ella; era su savia masculina que lo llevaba a profanar la carne de sus nuevos amantes, la soledad eterna era su grillete cuando la libertad yace en un libro disecado de palabras. Una ambulancia sólo transporta cuerpos, pero la magia de los amantes transportaba feromonas y esencias, risas y orgasmos como maldiciones y dolores. Ella conjuraba pasión en las noches y el abandono eterno, pues creía estar viva como él muerto. Ahora un hombre será tan sólo su sombra hembra esperando el amanecer de la vida o de la muerte, aún así devora el cuerpo del vecino que se venía en la foto de su amante, mientras ella deambula etérea hacia otra noche.

Diferentes categorías de mundos habitados: Certamen de Microrrelatos Espiritistas Allan Kardec 2005


De la Redacción de Estruendomudo
Foto: Tumba de Allan Kardec, cementerio Pere-Lachaise, París.

Texto tomado de El Evangelio según el Espiritismo, de Allan Kardec. El libro (1864) advierte que "contiene la explicación de las máximas morales de Cristo, su concordancia en el Espiritismo y su aplicación a las diversas posiciones de la vida". Estos pasajes de abajo son del resumen de las enseñanzas de Todos los Espíritus Superiores al pasaje bíblico de San Juan, donde este evangelista afirma que Cristo dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas" (Cap. III):
"De la enseñanza dada por los espíritus resulta que los diversos mundos están en condiciones muy diferentes los unos de los otros, en cuanto al grado de adelanto o de inferioridad de sus habitantes. Entre ellos los hay cuyos moradores son inferiores aun a los de la tierra, física o moralmente; otros están en el mismo grado y otros les son más o menos superiores en todos los conceptos. En los mundos inferiores, la existencia es eternamente material, las pasiones imperan soberanamente, la vida moral es casi nula. A medida que ésta se desarrolla, la influencia de la materia disminuye, de tal modo, que en los mundos más adelantados, la vida, por decirlo así es eternamente espiritual.

En los mundos intermediarios hay mezcla de bien y de mal, predominio del uno y del otro, según el grado de adelanto. Aun cuando no pueda hacerse una clasificación absoluta de los mundos, sin embargo, se hace atendiendo a su estado y a su destino y basándose en sus grados más marcados, dividiéndolos de un modo general como sigue, a saber: mundos primitivos, afectos a las primeras encarnaciones del alma humana; mundos de expiación y pruebas, en donde el mal domina; mundos regeneradores, en donde las almas que aun no tienen que expiar adquieren nueva fuerza, descansando de las fatigas de la lucha; mundos felices, en donde el bien sobrepuja al mal, y mundos celestes o divinos, morada de los espíritus purificados en donde el bien reina sin mezcla alguna. La tierra pertenece a la categoría de los mundos de expiación y de pruebas, y por esto el hombre está en ella sujeto a tantas miserias.

Los espíritus encarnados en un mundo no están sujetos a él indefinidamente, ni cumplen tampoco en él todas las fases progresivas que deben recorrer para llegar a la perfección. Cuando han alcanzado en un mundo el grado de adelanto que él permite, pasan a otro más avanzado, y así sucesivamente hasta que han llegado al estado de espíritus puros; estas son otras tantas estaciones, en cada una de las cuales encuentran elementos de progreso proporcionados a su adelanto. Para ellos es una recompensa el pasar a un mundo de orden más elevado, así como es un castigo el prolongar su permanencia en un mundo desgraciado, o el ser relegado a un mundo más desgraciado aun que aquel que se ven obligados a dejar cuando se obstinan en el mal".

Bases del certamen:

  • Kardec ha señalado la temática de este certamen de microrrelatos: Sólo se aceptarán microrrelatos que traten sobre la existencia de los espíritus en los mundos primitivos, los mundos regeneradores, los mundos felices y los mundos celestes o divinos. De su existencia o tránsito ectoplasmático por esos mundos.
  • Se prefiere el tono y la atmósfera del misterio, el suspenso, el terror, la metafísica, los médiums y el lenguaje de la nigromancia.
  • No se permiten microrrelatos irrespetuosos de las doctrinas del Espiritismo. Este blog es muy politically correct y respetuoso de la libertá de culto.
  • Los microrrelatos deben ser enviados a mclavell@gmail.com y no deben exceder la extensión de un párrafo. Breve es breve, please.
  • La Redacción de Estruendomudo hace el escogido de los textos que serán publicados y lectores son los únicos juzgadores de los microrrelatos. Los premios son intangibles, tanto como los espíritus pertinaces.

Road To Divas en la discoteca gay Eros The Club

De la Redacción de Estruendomudo
En la foto, la gran travesti puertorriqueña Lorna Vando
25 de noviembre de 2005

 

La noche de anoche resultó espectacular en la discoteca gay santurcina Eros The Club.

Después del pavo, las locas se tiraron a la calle para celebrar la vida, las circunstancias y disfrutar del espectáculo en vivo Road To Divas, que se celebra todos los los jueves desde octubre hasta diciembre, y que consiste en una sofisticada competencia de talento, "all you can have".

El famoso antro gay de la capital de Puerto Rico se encuentra bajo remodelación. Sin embargo, lejos de que la administración decretara el cierre total del edificio mientras se realizan los trabajos, ha sabido integrar el proceso de cambios a la oferta de entretenimiento regular.

De esta forma, hoy día se baila sobre un piso raspado de losetas viejas porque pronto se pondrán las nuevas. También, se observan las paredes desnudas, porque la decoración será renovada. Además, la tarima, que antes estaba colocada en el segundo piso, ha descendido al primero, proveyendo más espacio para el despliegue de artistas y, sin dudas, un atractivo más para fortalecer la industria y la calidad del travestismo en la Isla del Encanto.

Los baños han sido reducidos a la mitad, porque en el espacio que ocupaban se ha improvisado el "backstage" para los retoques de vestuarios y, las cervezas, lamentablemente, están a $5.00; porque ante una remodelación en grande como esta, y el alto costo de las sustancias controladas e incontroladas, hay que obtener ganancias de algún lado, sobre todo entre un público cautivo como el gay, que no tiene muchas opciones para janguear en espacios sólo para machos o "alla you can eat".

Road To Divas llegó a sorprenderme por la diferencia de las propuestas que subieron a la tarima, en comparación con los shows regulares que se ofrecen el resto del año. Se trata de una competencia de originalidad de proporciones impresionantes, en comparación con la oferta teatral y televisiva de la patria atribulada por mierdas como No te Duermas y Anda pal Cará. Por ejemplo, la primera concursante fue una travesti que escogió el tema de la India para desarrollar su concepto artístico. Esa noche estábamos todas folklóricas, con destellos multinacionales. Putamayo, digo, Putumayo Party in Eros The Club.

La improvisación de un cortinaje sencillo y hasta algo burdo fue opacada por la presentación de esta diva hindú, montada sobre un elefante que exhibía su trompa voluptuosa. El público (la discoteca estaba repleta a reventar) reaccionó con delirio de multitud apasionada y gritó, aplaudió y se gozó la primera salida, que estuvo a cargo de la candidata favorita.

La música que la ayudaba a contonearse, en primera instancia, fue la tradicional de las tierras de los sutras. Esto permitió que la diva, ataviada como una diosa del panteón hindú no identificada, se contoneara de mil y una formas, moviera sus caderas y sus brazos y cantara en lenguas.

Luego, la música fue cambiando y el diskjockey integró los "chanti, chanti", de Madonna, y la ya canción tema de las noches de lujuria: "Tú lo que quieres es que te coma el tigre, que te coma el tigre, que te coma ya…". Esta degradación de lo tradicional a lo tecno-disparatado transportó a la audiencia a un estado de éxtasis y euforia colectivas que no volvió a repetirse en toda la noche, logrando que la candidata luciera como la mejor de la velada.

Fue muy original en sus poses, muy agresiva, muy consistente, dominaba la coreografía hasta el mínimo detalle, estaba sincronizada con sus bailarines y la música, el vestuario quedó divino y era transformable en forma cómoda de vestido largo a corto. La muchacha pudo hacer una interpretación triple de un tema a todas luces ya tan manoseado y explorado. India, te la comiste.

La próxima travesti que subió al escenario escogió el tema de Argentina. Se trata de una chica trigueña, muy delgada, con una nariz perfiladísima y un maquillaje de magazine. Comenzó su presentación poniéndole acción a la canción "Don’t Cry for me, Argentina", por lo que un grupo de americanos que estaban frente a mí se moría de la risa, quizás pensando en que era una diva muy clichosa.

Sin embargo, para su sorpresa, se toparon con una interpretación que fue transformándose aceleradamente del cliché a la pose elaborada con originalidad para impresionar a un público tan exigente. Ya se sabe que las locas no tienen corazón y que en moda y espectáculos no perdonan.

La candidata putamayo argentina se separó de la pose alegre de la candidata putamayo hindú y aportó la actitud de la bicha. La bicha en escena entonces deja de ser Evita y pide macho para bailar tango, como una porteña regia, pero cualquiera de ellas. Hubo entonces un solo de tango muy bien representado, muy arriesgado si se entiende que en ese mismo espacio el rey absoluto es MR. Tecno.

De ahí, el espectáculo mutó en un gran partido de fútbol en el que el River se enfrentaba al Boca Juniors. La diva dejó de serlo en el sentido estricto de la palabra y se calzó los pantalones cortos y la camiseta "hombruna" para jugar al ritmo de las líricas de "Matador, matador"; de los Fabulosos Cadillacs. Para mí, la impresión fue de pasme absoluto. Al fin veo en mi país una draga atrevida e ingeniosa con un tema latinoamericano y con una música tan difícil para una draga full power blast como el ska. La candidata transmitió toda la fuerza de una jugadora en plena pelea con el equipo contrario, mas no perdió la compostura, el glamour o la expresión femenina chic ni un solo instante.

De inmediato, subió a escena la diva más fina y delicada de la noche, metida en un traje blanco de hilo a la usanza de las madamas brasileñas, pues Brazil fue, precisamente, su tema. Esta travesti interpretó "Santo, santo" de Gloria Estefan para calentar motores y despegar del cliché fácil de lo conocido charro. Una vez fuera de las vainas populistas, y con el público en un bolsillo, la diva despegó hacia la interpretación de un difícil tema de carnaval nada más y nada menos que en portugués. No todas son bestias en la discoteca Eros, como muchos piensan. Esta diva estaba en tacas, con un traje ahora escotado de carnaval con sus plumas y todos sus accesorios blancos y cantaba en portugués a una audiencia que supuestamente sólo sabe de Ednitas y Yolanditas, Britneys y Chantelles. Esta era una reina de verdad, la ilusión de la trepadera de un espíritu femenino en un cuepro de varón fue exacta, excelente, no había posibilidad de que a esa distancia, con esas luces, y con ese maquillaje, vestuario y contoneo aquello en tarima fuese nada menos que toda una diva de Brasil.

La última fue la española, que salió vestida de torera, y no pudo relizar más que una interpretación sencilla, casi tradicional, que no logró ni acercárseles a las anteriores. La española, a mi juicio, sólo pudo llegar a la primera etapa, mas no pudo desarrollar un concepto artístico sostenido por más de cinco minutos, sólo sirvió como opening, lo único que en vez de ser al principio, fue al final.

Las presentaciones terminaron a eso de las 3:00 y pico a.m. y el jurado rindió su veredicto parcial. También el público, que puede votar en papeletas -no a viva voz- para eliminar o salvar candidatas. La próxima cita es el jueves que viene a eso de las 2:00 a.m., cuando Road To Divas entra en su ronda final.

-m.c.c.

Manifiesto Sartriano en Contra del Puertorrican PEN Club

"Para mí la cuestión principal sería más bien la de la sinceridad".
-Jean Paul Sartre, "Las palabras". (1905-1980).

 

  1. Sartre, que tenía verguenza, o que era un desvergonzado, rechazó en esmoquin y bebiendo Scotch and Soda el Premio Nobel de Literatura
  2. Simone lo apoyó y más tarde practicó el cunni sabroso en el cuerpo de una estudiante parisienne
  3. El PEN Club de Puerto Rico = Club de español, club de oratoria, escolar
  4. Es pompa y circunstancias de los mediocres, de la baba homenajeada consagré
  5. 4 gatos dándole vuleltas a la noria, o a las marmotas, que son las que no tienen la culpa, los gatos sí, que por eso son libres y divinos
  6. No hay diferencia alguna entre ganar el primer puesto de novelista nacional -o el segundo puesto de poeta nacional- y ganar un field day
  7. Las dos actividades del año 2005 para el PEN se reducen a dos esquelas publicados en la prensa: Una por la muerte de Enrique Laguerre y otra por la de Filiberto Ojeda.
  8. El jurado del premio PEN está encapuchado, las deliberaciones son más secretas que en el Cónclave papal.
  9. Un premio del PEN en esta isla es un premio de consolación que no aporta en lo absoluto a la difusión de las obras premiadas ni a la publicidá de los autores elegidos por el dedo imperial
  10. Un sello de autoridad gubernamental no puede ser la aspiración última de un escritor, mucho menos si ese sello es del PEN.
  11. La trepadera y la nébula, junto al silencio de 363 días están inscritas en la lápida de la escritura puertorriqueña
  12. Sartre: "Sólo hacían falta dos condiciones para arrancar a la especie de la animalidad: que se conservasen en locales vigilados las reliquias -telas, libros, estatuas- de los clérigos muertos: que quedase un clérigo vivo por lo menos para seguir la labor y realizar las reliquias futuras". El PEN Club de Puerto Rico es ese clérigo sobreviviente, el custodio de las reliquias
  13. Sartre: "Sucias necedades"
  14. La fiebre del oro no arropa los libros de los escritores del PEN, pero eso pocos lo saben, eso no importa, lo que importa es verse bien en la foto y volver a participar en la farsa otra vez.
  15. Sartre: "Así es el orgullo, la defensa de los miserables"
  16. Hay ese sueño pequeñoburgués tan de la izquierda ilustrada que nos une, las ganancias, los metales preciosos de las medallas, todos aplauden su extraña ridiculez.
  17. Las plumas, las laptops… bien, gracias. La solidaridá gremial, una entelequia disfrazada de reconocimiento, de jerarquías, de divisiones en escuadrones, de envidias también.

-Manuel Clavell Carrasquillo
noviembre de 2005

Resumen de la ensayística de Magali García Ramis en sus propias palabras: “Daría tickets y tickets”

De la entrevista: "Magali García Ramis: Incansable orfebre de la palabra escrita".
Por Mabel Figueroa
Primera Hora
19 de noviembre de 2005

 

“Yo hubiera sido policía feliz. Yo soy bien represiva, yo me doy cuenta (risas)”, reveló, para mi sorpresa.

-¿Represiva? ¿Cómo que represiva?

-A mí me encanta la policía, la gente que anda con uniforme. Me da mucho trabajo cuando tengo que ir a una marcha antimilitarista, porque está bien, lo militar es malo, pero los uniformes son bien chéveres (risas).

-¿Te has puesto algún uniforme?

-No, porque mami no me dejó ser ni Girl Scout.

-¿Llegaste a considerar ser policía alguna vez?

-Te lo juro, si me retiro todavía sana y no tengo otro proyecto, me encantaría ser de esas personas que le dan tickets a los que molestan. Ah, yo iría para la (parada) 18, donde están todos esos sinvergüenzas que te tiran el carro encima y no dejan a uno coger la guagua. Daría tickets y tickets, pa’ limpiar la carretera.

La insigne escritora boricuo-setentista Magali García Ramis mejor no pudo haber descrito el trabajo que realiza como portavoz literaria de su retrogeneración a través de su infame ensayística. Más homenajes y más espacios culturales ascépticos para los policías de la moral: más y más libretas de tickets. -Redacción de Estruendomudo.

Hash Stash: 24to Microrrelato Psicotrópico Allen Ginsberg-Churumba Cordero

By Tomás Redd

 

Para Aravind Enrique Adyanthaya, maestro de este género

A few tokes from the pipe were more than enough to calm my nerves and anxiety after the 20 or so hours of flight that I endured to be in an ancestral land, enjoying the company of older family members that I have only known in pictures and younger cousins who were bred to drink, fuck, marry, run the family business and then breed. This long line of tasks is culturally sanctioned and is basically the only functional tie that binds me to my elders; some of which fought lions, never wore shoes and built the roads that we youngsters have filled with coke bottles and condom wrappers. Cocaine is no good here. It fucks up your ability to digest curry and makes you want to slap a few beggars as you stroll through the marketplace in search for some good opiates: a politically sanctioned practice. I have yet to figure out how this trip is going to turn out. Walking towards the huge tent where more than two hundred guests, twenty-seven servants and eight musicians churning some bhangra tunes await for me I start to feel a bit cold in my hands and pause briefly to examine my pointy shoes which are now covered in mud and shit. I feel an urgent need to know which is it ‘cause the smell of this dung is inebriating—it might come in handy. Today I fall in line with the rest of them. Drinking and fucking have been crossed off the list. In about an hour, seven rounds around a blaring fire are going to take care of the next one. Man, am I jonesing a hit right about now.

La novia urbana

Por Edgardo Nieves Mieles

 

Después de hallar el oasis de semen en el mismo corazón del desierto, la mujer vestida de novia (no usa ropa interior) baila alrededor de un cofre de bronce durante 28 días y 28 noches.

Ya en el vigésimo-noveno día y a la sombra de una palmera, un sombrero de gorriones cruza por el costado de su memoria tatuada de naufragios. Al fin logra olvidar el té de ruda en ayunas y el rostro de hiena burlona pisoteando las indefensas amapolas.

Exhausta pero decidida, comienza a bañar con leche de cabra su piel suave y morada como las ciruelas. Bosqueja la nostalgia ensimismada en el rosal pensante derramado sobre la almohada verde rellena con plumas de arcángeles. En la mierda de brujas que abonaba la esquina de la casa y el mosquitero atestado de jueyes de tierna mirada. Suaviza su odio palpando el lecho de anémonas. Las manchas de alcoholado en la caoba. Introduce un búho en las semillas de guanábana que engalanan sus grandes ojos y comienza a saborear la victoria con un placer casi sexual.

El Sol se sabe derrotado. Al fin hunde sus mástiles y sus trapos de aceite en la arena. En el caño Martín Peña, una estrella forcejea por liberar del fango sus cinco puntas luminosas. Por el sur asoma uno de sus cuernos la Luna. Mientras tanto, la mujer vestida de novia diluye su espera degustando ostiones con zumo de limón. Ahuyentando moscas y hormigas. Pintándose las uñas con una sangre espesa.

El luto lame al cuervo en lo mejor de su traje. La enorme ostia de cera sube y sube sobre las palmeras y su cabeza; crece, crece, sube y se aleja creciendo y subiendo. El olor de la noche es dulce.

No bien la Luna ha alcanzado su nido, el cielo de papel se pone morado y una capa de abejas muertas cubre todo el oasis. Es entonces cuando ella saca del cofre las tijeras del desamor, descubre sus labios secretos y, con el cable de un teléfono extrañamente desaparecido de un hotel en El Condado, se cose la vulva, temeraria como un escorpión en un cerco de fuego.

El vino blanco del oasis riela bajo un chorro de luz.

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Ilustración: Max Ernst, "El vestido de novia", 1940.

Insomnio cada miércoles, y lamentablemente no soy tuya

De la Redacción de Estruendomudo

 

Gastar energías nocturnas en cervezas y cigarrillos, una comida bien cara en restaurante chic de la capital, no le pareció inoportuno. Se entregó al caldo de coco con pescado, a la buena actitud de la mesera. Más tarde, le dio en propina al valet cinco dólares norteamericanos y arrancó el carro hasta la discoteca gay más cercana. Se entregó a la multitud, que perreaba, supuestamente enajenada de la inauguración del Centro de Convenciones, la confirmación del Secretario de Estado y las nuevas revelaciones de la pesquisa del vídeo 59 de la Superintendencia del Capitolio, casa de las leyes borincana. Buscó un espacio en el baño para observar el pase misín de la movida de la coca, porque le atraían tantos hombres metiéndose la blanca diosa peruana por las narices para soltar inhibiciones. Veía cómo entraban de dos en dos a los cubículos, o de tres en tres, la cosa es estar acompañado. Decidió salir a la pista para cambiar la visión psicotrópica y enfrentarse al despelote de las mamises bailando con las loquitas, y de los macharranes con las mamises. "Rácata, esta noche quiero darte…", ésa era la canción que retumbaba en las bocinas amplificadoras en las que se recostó para encender un cigarrillo mientras ligaba. Y qué ligue a esas horas de la madrugada (3:00 a.m.), qué tronco e ligue se dio el tipo cuando se le presentaban en bandeja tantos negros en camisilla con los bíceps expuestos y los mahones anchos para ocultar la erección prometida, surgida en la penumbra y -no hay que decirlo, porque es evidente- pacientemente esperada. Puro amor de parejas estables rozándose unas a las otras, pura solidaridad sin freno ni gloria en medio de la nada santurcina. Es el calor, se repetía para sus adentros; es el calor de esta isla envenenada. Mientras tanto, bebía Bacardí Apple con Seven Up y limón para refrescarse y coger la nota asquerosa del ron más malo. Ya se le subía a la cabeza el pasito marcado de la parejita de jevos chiquitos extraídos de las raíces suburbanas de Levittown. Bien suavecito que iban esos machitos filoteaos mientras en Ghana se mueren sus pares sin blinblineo como moscas erotizadas por el morbo del contagio de sida y de hambre. Pero nada de vainas represeivas de la mente aquí, que lo que importa es ese desquicie de los miércoles desenfrenados en el espacio de embuste y fantasía del nada que hacer: estamos con insomnio a mitad de semana, pero estamos gozando.

Octavio César Augusto me invita a empolvarme la nariz
le digo que no es posible
protesta
tiene derecho
él es el césar.

HBO promociona el capítulo final de la serie Rome
y él insiste
vaya, titán, una huelía en lo que nos acomodamos.

Nuevo rechazo.

Si más alante vive gente,
no necesariamente el Residente Calle 13,
de seguro conecté con el rubio amanerado:
me contó par de chistes y me invitó un trago.

Dejo testimonio de la maldá del negro de las tenzas en el pelo bien arreglado, pai,
que me ignoró,
porque es absolutamente bello e inaccesible,
por el momento,
porque, sepa usted:
el chamaco cede ante la girla de las caderas descomunales.
Despampanantes postas de carne.

Lo otro es que el bartender me fía,
porque ya estoy de local,
y ahí es que entra el papel del Visitante:
vaya, de nuevo, ¿tú bailas?

Nacarile.

Yo perreo.

Me doy cuatro percoseps y dos altanes allí mismito.
Pastillas para dormir, me digo, pisadas con Busweiser.
Me las consigue a dos por uno el bouncer.

Estoy a la espera de mañana, noche libre de raperos, reinado de las dragas.
-nótese la rima-
Poesía urbana
revista alternativa Masturbana
PEN Club de pacotilla y dos o tres autógrafos,
dos o tres epitafios al año,
que no borren los créditos de la solapa.

Gano un premio, me lo como.
La comida es mi última trinchera posmoderna:
me gusta el caviar sobre una camada de tostones.

¿Viene al caso?
¿Esto será arte?

Nadie llama al celular en este momento
está apagado o vibrando
me cansé de esperar esa comunicación aplazada.

¿Cómo estará de bien mi próstata?,
me pregunto, ipso facto, como Silverio,
macroautoayudador autor de décimas espinelas.

La tiento,
así,
dando vueltas sobre un eje de carne,
sólo por joder par de capilares.

Pero, cuidado con el culo,
ya lo dijo Rosario Ferré en su último libro,
precisamente en el ensayo que nadie quiere aceptar que escribió la sesentosa,
que nadie ha leído en Puerto Rico:
Se titula, nada más y nada menos, que
"Oda al culo".
Rácata.

Y tantos beatos
por milla cuadrada.

-Bis-

Un cliente mío se tatúa.
Le aconsejo,
como su abogado,
que no lo haga
sufrirá bastante.
Le amputarán todos los diseños puercos.

Se va a tener que tragar su propia tinta
y esta que es de embuste

recesa hasta mañana

porque

ya llega

-al fin-

el

sueño.