De la Redacción de Estruendomudo
Es que una siempre tiene la opción de escoger entre protestar contra los líderes del G-8 reunidos una tarde lluviosa de julio en un castillo escocés o asistir a los sanfermines de Pamplona para lanzarse al frente de los toros gritando en euskera: "Viva San Fermín, viva San Fermín". Sólo es cuestión de gustos.