Letanía de los treinta pesos o Dios nos salve de los títeres huelguistas universitarios

Nota de la Redacción de Estruendomudo: La administración de la Universidad de Puerto Rico ha aumentado la matrícula en $30.00. Las letanías que se reproducen a continuación fueron encontadas en el depósito de libros raros de la Biblioteca José M. Lázaro.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes asaltan oficinas privadas e interrumpen las labores de los arquitectos.

Por trienta pesos, en mi país veinte estudiantes de Literatura y Derecho integran los comités encargados de auscultar las FINANZAS universitarias.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes de Literatura y Derecho que no saben absolutamente nada de finanzas dictan pautas sobre los problemas económicos de la universidad del Estado.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes de Literatura y Derecho recomiendan que el presupuesto universitario se cuadre con las deudas que el Estado tiene con la Universidad, pero el Estado está en quiebra, no puede devolver nada.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes han dejado de pensar en la Universidad como institución y se enfocan en un precio.

Por trienta pesos, en mi país veinte estudiantes retroceden a prácticas fascistas para controlar la voluntad de la mayoría. Algunos dicen que no es fascismo, que son los viejos estilos del Soviet de Río Piedras, que se reúne los jueves en el bar El Boricua y el restaurante El Hipopótamo.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes sacan a la fuerza de los salones a los profesores que quieren dar clases. No siempre los insultan.

Por trienta pesos, en mi país veinte estudiantes han asumido el complejo del Che Guevara en pleno Siglo XXI.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes no están dispuestos a morir como el Che Guevara, pero se llenan la boca de posibilidades de martirio falso.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes y la Unión de Juventudes Sociolistas (como si fueran cientos), compuestas por los mismos veinte, confunde un alza de matrícula con un proceso revolucionario de liberación nacional.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes que reciben becas federales financiadas por el Ejército Sanguinario de los Estados Unidos de América procuran una confrontación huelguística con el poder sin renunciar a los dones que les brinda el Imperio. En Puerto Rico más de 3/4 partes de los estudiantes de la Universidad del Estado sobreviven de este tipo de becas subsidiadas (Pell Grant Con Sangre Iraquí Salpicada).

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes roban cámara ahora como revolucionarios wannaby para terminar como empleados gubernamentales y abogados de los programas de bienestar social financiados por el Estado y el Imperio dentro de cuatro años.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes alegan frente a las cámaras de T.V. que son pobres pero andan vestidos de hippies marca Gap, Marshalls y Bannana.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes son incapaces de asumir sus contradicciones políticas y violentas pero quieren seguir llamándose universitarios, intelectuales y posibles profesionales. Ya los veremos en unos años amarrándose el nudo de la corbata.

Por treinta pesos, en mi país veinte estudiantes cerrarán los portones de la universidad del Estado el próximo agosto y se repartirán entre ellos lo que quede de la mediocridad que supone el fracaso de su nunca bien ponderado relajo.

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