Por qué esta vaina se llama Estruendomudo o la respuesta es Trilce #13

cvallejo2

Escribe César Vallejo

XIII

Pienso en tu sexo.
Simplificado el corazón, pienso en tu sexo,
ante el hijar maduro del día.
Palpo el botón de dicha, está en sazón.
Y muere un sentimiento antiguo
degenerado en seso.

Pienso en tu sexo, surco más prolífico
y armonioso que el vientre de la Sombra,
aunque la Muerte concibe y pare
de Dios mismo.
Oh Conciencia,
pienso, sí, en el bruto libre
que goza donde quiere, donde puede.

Oh, escándalo de miel de los crepúsculos.
Oh estruendo mudo.

Odumodneurtse!

Adelaida recupera su peluche: Una novela en cantos por Bruno Soreno (Capítulo XIII)

rain 1Llegaron a su casa y ni tú ni yo sabíamos dónde quedaba eso, porque a ti no te importaba ni a mí tampoco. A ti, porque sólo te importaban sus ojos libres de niebla; a mí porque no viene al caso. Estaba lloviendo. Corrieron con las manos entrelazadas hasta la puerta y él, always the gentleman, la abrío de prisa y te dejó pasar. Mojaste el piso con agua de lluvia. Esto lo recordaste después, por asociación de agua (agua+agua=agua). Una salita atestada de libros. Me dijo que era escritor, recordaste. Cuidado, los escritores y poetas y ese tipo de gente están todos locos, te susurró Adelaida al oído. Tú la ignoraste. Descubriste que, cerca de él, se te hacía cada vez más facil ignorar la voz de Adelaida. Cuadros hermosos y terribles en las paredes. Tiene buen gusto para el arte, pensaste. Adelaida: esos cuadros son caros. Buena señal. Significa que tiene dinero. ¿Y ahora quién es la puta, Adelaida? ¿Tú o yo? Ahora resulta que tú eres la puta que busca venderse al mejor postor. Como decía mami: al que le caiga el sayo… Magistral touché de Adelaida para Adelaida, para que no joda más, sonreíste. ¿Pero no me habías dicho que nunca usas tu nombre? Le preguntaste, mientras hojeabas el libro que estaba abierto sobre la mesita de centro. Todos los nombres el nombre, por Bruno Soreno, decía la portada. Es cierto, yo nunca uso mi nombre. Por favor, no leas la página en la que estaba abierto. Es un libro que escribí hace mucho tiempo. Aún estoy trabajando en él. Pero/

Llámeseme entonces por otro nombre. Llámeseme por el nombre de Todos los nombres el nombre.

Y yo te comprendo, Adelaida. Yo comprendo que quisieras contrarestar el frío de la noche y de la lluvia, con el calor transparente de aquellos ojos, borrar la rudeza y la violencia de aquellas otras manos bruscas y anónimas que intentaron mancillarte bajo la lluvia aquella noche con estas manos ya y ahora sí deseadas y con nombre. Pero aún no ha parado de llover, Adelaida. Pero/

Estás toda mojada, y tu blusa está hecha trizas, Adelaida, te dijo. ¿Te gustaría cambiarte? Te preguntó Bruno. Un baño caliente tampoco sería algo demasiado terrible, le respondiste, recurriendo a su suave ironía. Bueno, en noches como ésta, nunca se sabe, te dijo, y te guiñó un ojo deliciosamente, ocultando su transparencia. Nunca se sabe lo que puede ser terrible en una noche cualquiera. Voy a buscarte una toalla.

Nelson Rivera presenta piezas de “Sucio difícil” este fin de semana en el teatro-estudio Yerbabruja

romeroEscribe Manuel Clavell Carrasquillo

Se presume que la antología de escritos dramáticos Sucio difícil, de Nelson Rivera, dramaturgo y profesor del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico, está diseñada para un lector ideal: aquél que no ha visto las obras representadas.

Se trata de piezas de teatro abstracto y de “performance” que cubren como una mancha (por eso “sucio difícil”) un periodo amplio y problemático en la Isla. Abarca un fin de siglo recargado de consignas como “Queremos a Carlos Romero Barceló”, imágenes surrealistas como la que apunta a que “la señora Elena Velasco ha muerto al comer un arroz con langosta”, la escena casual de una “explosión de Tampax mientras entra un grupo de 66 cubanas exiliadas con poesía coreada de José De Diego”, órdenes universitarias de que usted “tiene que creer porque es arte y el arte es la inspiración”, diálogos telenoveleros en que el galán dice “quizás tienes miedo de decirme la verdad” y el “revival” de un prócer nacionalista que denuncia “toda esta persecución, el cuerpo de detectives que anda detrás… Albizu Campos no necesita detectives que anden por las calles de Puerto Rico”.

Este libro, con el que se inaugura la colección de teatro de Isla Negra Editores, titulada Los pies de Edipo, encierra las palabras con que Nelson Rivera les ha dado forma a sus piezas emblemáticas. Numerosos señalamientos del autor explican a los valientes cada detalle importante que “debe” considerarse a la hora de volverlas a interpretar.

Por esta razón, quien no tenga idea de quién es Nelson Rivera comenzará a darse cuenta de que es un artista comprometido con transmitir imágenes, conceptos, ideas, movimientos y palabras ya manipuladas por otros, digeridas y reproyectadas por diversos medios de la cultura como la televisión, la radio, el vídeo, la voz de los cantantes, la conversación pública y la publicidad. De ahí que las piezas contengan más y más frases en un espacio, tal y como se hace en el “collage” y el pastiche, para unir capas de materiales diversos. Rivera no tiene intenciones de que el espectador pueda verlo todo, más bien de que se pierda entre cortinas con titulares, efectos de luces y sonidos, ceremonias absurdas, rutinas costumbristas, movimientos automáticos del cuerpo, poses ensayadas y transmisiones simultáneas del choque de elementos e ideologías.

En Tiburón de agua dulce, el escritor invade las letras de una canción de Marvin Santiago mientras da indicaciones para que se proyecten cuadros de mujeres desnudas de Goya y Tiziano, se destape un galón de aceite Mazola y una virgen de plástico, se tome una foto con una cámara que bota un chorro de agua, se saque una carterita que guarda un centavo, se rieguen chicharrones y, así sucesivamente, otras acciones programadas hasta que el ejecutante le pide al público que aplauda, si quiere.

Esta última actitud de Rivera -apreciado con mucho cariño por sus estudiantes del curso Arte Político del Siglo XX- queda explicada en una acotación importante: Rivera dice que “estas piezas son producto de mi desinterés por ser observado por un público, pero a la misma vez de hacer mi presencia obvia y, de nuevo, prescindible. Para acabar con la seducción y la manipulación. Por ello, son piezas ejecutadas en compañía de otros artistas (haciendo otras cosas sin relación con las mías) o en lugares públicos, sin previo aviso. En celebración disciplinada de la marginalidad”.

El de Rivera es un “desinterés” que ahora se vuelve objeto de lectura y de consulta. Sus obras escénicas y el libro son intentos de fijar en un instante lo efímero; una acción artística y política “trivial” que busca en la contingencia de su contradicción algún impacto que “trascienda”. Lo mismo puede decirse al revés. Sucio difícil no es tan sólo el seudónimo del autor, es -desde Teatro pobre, de Pedro Santaliz, y Saqueos, de Dorian Lugo Beltrán-, la mejor compilación teatral que se ha publicado en este país.

Esta reseña se publicó el 26 de junio de 2005 en el periódico El Nuevo Día. Este servidor también seleccionó para dicho periódico Sucio difícil como uno de los mejores libros publicados en Puerto Rico durante ese mismo año.

Las piezas subirán a escena este próximo fin de semana 23-25, viernes, sábado y domingo a las 8pm.

Nelson Rivera presenta:

“Los 70” piezas cortas de teatro retro experimental.

Con la participación de Yamil Collazo, Quintín Rivera
Toro y Rey Andújar.

Homenaje póstumo al estilo y la forma de Jean Baudrillard

paranoiacvisageEscribe Benchi
Especial para Estruendomudo

“El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero.”

– Jean Baudrillard

Cuando menciono la frase: las cosas que nos rodean, no hago alusión ninguna a las cosas que nos rodean en su esencia más dura e impenetrable, sino a cierto tipo de otras cosas colocadas en ese plano en que se colocan éstas, con capacidad de ser percibidas y a las cuales atañe mejor el concepto entorno cósico vivible merodeante. Las cosas que tenemos a nuestro alrededor se posicionan por así decirlo en un sistema virtual de percepción en donde más que una mera cosa, se convierten en un entorno vivo en cuanto es vivible y vivido, es acción, movimiento y parte de un todo que es centro y no centro en el momento en que se da el instante. El instante es por su parte la unidad de tiempo en la que se da a lugar el entorno cósico en acción y movimiento y reúne a la misma vez al tiempo pasado, que no es pasado en cuanto es tanto entendido como recordado en y desde el presente, y al tiempo futuro, que no es futuro en cuanto es también entendido y pensado, al igual que su contrario tiempo pasado, desde la unidad de tiempo presente. Visto desde este punto la unidad presente no es entonces sino un entero de tiempo cuya existencia constante deja que confluyan y entren en su existencia ciertas nociones de lo que fue el pasado y lo que será el futuro. Ésta es entonces una aparente ruptura de unidad que sólo es entendida como proceso de transición que apela al recuerdo, pero es una ruptura ficticia en cuanto que su existencia como unidad de tiempo es sólo entendida desde otra unidad de tiempo, llamada instante, que imposibilita y contradice su existencia real… (Extracto de una obra completa inexistente).

Jean Baudrillard murió el pasado martes, 6 de marzo de 2007, a los 77 años. Fue autor de muchos libros y propulsor de la erudición artificial y la retórica literaria. Maestro de las excursiones líricas y los excursos pseudopoéticos a los que algunos académicos han llamado teoría o filosofía.

Adelaida recupera su peluche: Una novela en cantos por Bruno Soreno (Capítulo XII)

dos 1En fín, que Adelaida practica el salto acróbatico del terror al deseo. Varios tragos más tarde aquel hombre te dice que ya es bastante tarde, que si deseas que te lleve a tu casa. Tú le respondes que, después de lo que te ha pasado esta noche pasar la noche sola en tu apartamento no suena precisamente como una delicia. Él sonríe, reconoce tu cita de su witicism. Carajo, que el tipo es un encanto. Que si prefieres que te lleve a casa de alguna persona, una amiga, no sé. Recuerdas a Lucy (¿me puedo quedar en tu casa esta noche? Me ha pasado algo terrible) pero tú estas en la zona-euforia de tu alma, el alcohol y la noche titilante te titilan la piel, y aquellos ojos, te sientes valiente, atrevida, segura. Sonríes tu sonrisa naughty, aquella que odiaba tu mamá y que odia Adelaida (puta, coño, cuándo vas a dejar de putear de una vez, ¿es que tú no aprendes, coño?), y él comprende de inmediato, tipo perceptive, sensible, piensas tú, qué rico, no se le escapa una, te dice que tiene una botella de vino en su casa, que si quieres pueden tomar una copa allá y luego decides. ¿Que cómo erez capaz de lo que sigue luego del trauma que acabas de sufrir no hace unas horas? El alma, ya he dicho, es como el hígado y como un dios. Ella se mueve de modos misteriosos.

Entras en su automóvil, entran con cuatro gomas en las calles de la noche traicionera en la ciudad. En el trayecto a su casa continúa el guión, el sketch de melodrama mediocre que había comenzado en el bar. Continúa el cuestionario. Tus datos, Adelaida, no nos importan. Sabrá dios si a él tampoco. Pero esto tampoco importa. Sólo bastará decir que estudiaste en la iupi y que hace unos meses te has mudado sola a un apartamento en Miramar. Esto lo dices por las razones obvias. No es importante que le digas que te fuiste de tu casa cuando tu madre se murió de una rebelión fatal del músculo cardiaco causado, según Adelaida, por tus perennes ecxesos. Estás embriagada, y también de deseo. Que eres una muchacha sensible, inteligente y liberal no se lo has dicho in so much words pero has intentado insinuárselo, ya que él te ha dicho que es escritor, y que también estudió en la iupi, humanidades, filosofía y literatura. Se te ha convertido en un reto seducirlo ya no solo físicamente (porque ya tú estás convencida de que él te desea, ¿verdad?, ya tú has leído e interpretado las señales, has escuchado el compás de los latidos de su corazón, has puesto las señales en los encasillados correspondientes ¿no?) sino intelectualmente, en ese nivel de allá arriba que tú nunca has entendido bien pero que acaso te interesa, te seduce, o al menos te causa cierta curiosidad. Que si harecupera publicado algo, le preguntas, para leerlo, y él te responde que sí, pero que nunca usa su nombre. Te ha dicho que, si te portas bien, te dejará leer su último trabajo, que está en proceso. “A lo mejor te convierto en uno de mis personajes” te ha dicho, con una sonrisa a flor de labios. Yep, piensas. Lo tengo en la palma de mi mano.

Esto que sigue es una de esas cosas que pasan de noche en la noche indescifrable que son en sí mismas indescifrables, una cosa que tú misma, Adelaida, no hubieras podido adivinar ni por carambola. Una de esas cosas que ni yo mismo fui capaz de anticipar. Tú, descreído lector, caerás de culo y quedarás lelo con la trastada que se jugará la noche esta noche de noches única entre las noches. Y que conste que esta jugada inesperada no la juego yo, ni Adelaida, que es un pretexto y un invento mío para narrarme, para contar, para ser. Esta jugada se la lleva la noche que es experta en taumaturgias. La mesa gana. Tanto yo, que soy este cuento que se llama Adelaida reencuentra su peluche, como Adelaida, personaje mío y que me habita, tendremos que leer como tú, línea por línea hasta mi última línea para quedar atónitos todos juntos ya con el desenlace inesperado de este enlace inesperado y de este cuento, que es todo lo mismo y una misma cosa con antifaz de muchas, de muchos, cosas, cuentos. Aún cuando yo conociera mi desenlace yo confieso que no me lo explico, y quizás mi única razón de ser es el intento fútil de que tú, pronto atónito lector, me lo expliques y de ese modo me expliques a mí mismo.

Ciudad letrada descuartiza obra de Joserramón Melendes

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Simposio en torno a la Escritura y Pensamiento del escritor Joserramón Che
Melendes

(Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras)

Programa

Miércoles 28 de marzo, 9:00 A.M.-12:00 M.

-Inauguración del “Colegtílogo” Taller de escritura y pensamiento de
Joserramón Melendes”, 9:00-9:30 (Sala Zenobia y Juan Ramón Jiménez), Moderador
(Eugenio García Cuevas)

-Presentación de video sobre proceso creativo de Joserramón Melendes
de Manuel Valcárcel y Enrique Cubero

Primera sesión 9:30 A.M.-12:00 M.: (Primer piso de la biblioteca general José
M. Lázaro en dirección a la Sala del Caribe

1. Dra. Lilliana Ramos Collado (UPR Río Piedras): “Acerca de Postemporáneos
(El auxilio de la poesía a la prosa crítica joserramoniana de los poetas más
jóvenes que la generación del crítico”)

2. Dr. Armando Cruz (UPR Río Piedras): “Amistad con Joserramón Che Melendes”

3. Dr. Rafael Acevedo (UPR Río Piedras): “La influencia de Che Melendes en la
generación poética de los ‘80”.

4. Yara Melendes. Ser la hija de un poeta (testimonio)

5. Recitación del “Canto al Che Melendes” por parte de la poeta Maribel
Sánchez-Pagán

Receso del mediodía (12:00-1:30 pm)

Segunda sesión 1:30 pm- 3:30 pm (Seminario Federico de Onís [Moderador: Odalis
Pérez]):

1. Dr. Arnaldo Cordero Román (Richard Stockton College [New Jersey]):
“Imájenes disen” (Fotografías en imitación fono-lógica de Desimos désimas
[CD/DVD con fotos acompañadas con texto y música]).

2. Dr. Eduardo González Rodríguez (Georgetown High School): “Desimos désimas
para un boricua en la diáspora entre yanquis”

3. Elizam Escobar: “Conversaciones entre Joserramón Melendes y Elizam Escobar”
(Documento fílmico)

Jueves 29 de marzo, 9:30 A.M.-12:00 M

Primera sesión (Primer piso de la biblioteca general José M. Lázaro en
dirección a la Sala del Caribe [Moderador: Eduardo González Rodríguez])

1. Dr. Odalís Pérez (Universidad Autónoma de Santo Domingo): “Sobre el
interensayo de Joserramón Melendes a los Dobles de Elizam Escobar”
2. Dr. Juan Antonio Torres (UPR Río Piedras): “Experiencias docentes en la
enseñanza de La Casa de la Forma”
3. Dr. Dwight García (UPR Bayamón): “Lo poético de la Casa de la Forma”

Receso de mediodía (12:00-1:30 PM)

Segunda sesión 1:30 pm-3:30 pm (Seminario Federico de Onís [Moderador:
Lilliana Ramos Collado])

1. Prof. Eugenio García Cuevas (UPR Bayamón): “Latinoamericanidad en Para
delfín”
2. Dr. Alberto Prieto (poeta gallego): “Joserramón Melendes: El límite
vulnerado”
3. Dr. Rubén Soto Rivera (UPR Humacao): “Dr. Rubén Soto Rivera (UPR Humacao):
“Che-Borges: espía de Dios””
Clausura del “Colegtílogo: Taller de escritura y pensamiento de Joserramón
Melendes”

Organizadores:
Prof. Eugenio García Cuevas
Prof. Rubén Soto Rivera

SOBRE JOSERRAMON CHE MELENDES

Oriundo de Río Piedras, Joserramón Che Melendes es uno de los más destacados
poetas y prosistas puertorriqueñ os contemporáneos. Melendes tiene una
trayectoria excepcional en el desarrollo de la literatura nacional. Su nombre y
poesía ocupan un lugar paradigmático en la poesía y en la literatura
puertorriqueñ a y caribeña del siglo XX. Su producción, tanto en prosa como en
verso, es enjundiosa: Desimos désimas (1976), En Borges (1980), La casa de la
forma (1986), La poesía inebitable (1989), Para Delfín (1992), Secretum (1993),
Postemporáneos (1994), Borges, el espía (1998) y Los dobles de Elizam (2004),
entre innumerables inéditos.

Su labor como editor y antólogo es también esencial para la literatura
puertorriqueñ a: Animal fiero y tierno (1976) de Ángela María Dávila; Poesiaoi:
Antología de la sospecha (1978); Sarnas de la ira parda (1978) de Carlos López
Dzur; Puño de poesía (1979), Jardín vedado (1979) de Francisco Matos Paoli;
Poesía y revolución (1980) de Juan Antonio Corretjer; Los primeros libros
poéticos de Francisco Matos Paoli (1981), La sílaba en la piel (1982 ) de José
María Lima; Primeros libros poéticos de Juan Antonio Corretjer (1990) y Edición
crítica de Yerba Bruja (1992) de Juan Antonio Corretjer, entre otros. Entre más
méritos, Melendes ha sido invitado a congresos culturales, recitales poéticos y
a ofrecer talleres de poesía a países como México, Cuba, Venezuela, Jamaica,
Este y Oeste de Estados Unidos, Checoslovaquia y Rusia, entre otros. Por su
aportación a las letras del país, Melendes fue reconocido con el Gran Premio
Nacional-Homenaje de Literatura por el Pen Club de Puerto
Rico, en 2002.

He he eh é: Vietato Fumare

vietato fumare

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo

He renegado de colillas y flemas

busqué excusas para no enfermarme

saqué los humos de mi vida

y dije, nunca más, nunca

He vuelto a enviciarme

con la rapidez de una quemada

y la malicia de una célula maligna

Dije: otro más, otro

He repetido moldes y he moldeado repeticiones

quise viajar a las distancias renovadoras

del lenguaje

inhalando

He dicho basta de padres y lecturas

fuera las ceremonias sociales

compré pasajes hacia Shangrilá

y no salí del cuarto

He sido otros brevemente

siendo yo mismo sin remedio

leí como un animal

pero la música sacra no logró convencerme

He destrozado corazones

comí hieles y manzanas fuera de temporada

me he arrastrado excusándome

y aún huyo de los ecos de todas sus contraverdades

He

he eh

no é podido salvarme!

Adelaida recupera su peluche: Una novela en cantos por Bruno Soreno (Capítulo XI)

R abstract stone kissers haLas causas de las agitaciones del alma son diversas y afectan diversas zonas del alma de modos distintos. Por ejemplo, hace una hora toda tu alma estaba jamaqueada como un tembleque por el terror. Ahora ciertas zonas de tu alma vibran con distintas resonancias como un instrumento que se va afinando, se va acompasando a los ritmos de aquellos ojos, a ciertas melodías aún no muy diáfanas que las zonas-oídos de tu alma escuchaban surgiendo de aquellos ojos. El amor es un conjunto de acordes y discordes que resuenan adentro de ciertas zonas del alma y un aparato audiofónico que escucha e interpreta todo lo que ve, todo lo que oye. Es un filtro y una agitación del alma. Te estabas enamoriscando, Adelaida. Esto tú lo sabías, y también yo. Y más: tú querías que él lo supiera, pero no al modo en que alguien se entera de alguna noticia, esto es, siempre diferida en el tiempo. Tú querías que él lo supiera ya.

Tú no te hacías preguntas, Adelaida, y las preguntas que le hacías anticipaban respuestas que ya tú tenías preparadas de antemano para encajarlas en los encasillados correspondientes. De modo que del lado de allá, nada. De detrás de la tibia transparencia de aquellos ojos no se transparentaba nada. Esto tú no lo sabías, no lo percibías, tan ocupada estabas rellenando esos vacíos, esas casillas con tus propios contenidos deseados y con los nombres que tú les dabas. Y todo esto transcurría mientras todo esto otro acá trascurría al modo del lugar común, un hombre y una mujer platicando, practicando el rito gastado del cortejo y la seducción en un bar donde se puede, como en una película de tercera. Porque eso es lo que estaba ocurriendo, ¿no es cierto, Adelaida? Como en una novela de Corín Tellado.

No me deja de sorprender la facilidad camaleónica con que los personajes de una historia cambian las disposiciones de sus almas, así, en un dos por tres, de la tristeza a la alegría, del terror al deseo. Las rutas que llevan y traen de un lugar de éstos a otro me son insospechadas y sé que muchas veces también les son ignotas a los personajes de los cuentos. Yo, del lado de allá, de gentes de carne y hueso y de sus costumbres cotidianas y espirituales no sé un ápice, pero sospecho que esto ha de ser un intento de mímesis, una imitación mediocre que hacen los personajes de la gente de carne y hueso pero desde el lado de acá, desde la página. Lo que algunas veces no perciben los personajes es que en ese tránsito mimético nada se queda igual, todo lo que se mueve de allá hacia acá se deforma, se transforma. Generalmente estos intentos (por lo demás inútiles, pienso yo, porque en verdad del lado de acá nos bastamos bastante con nosotros mismos, creo que podemos prescindir del caos y del aburrimiento que cunde en el lado de allá, el de la vida) devienen parodia y provocan la carcajada. Y siempre, al menos para alguien, terminan mal.

Este era Paul, en 1968, ¿cómo no quererlo?

paul

Hey Jude
(As Recorded by Tiny Tim & Brave Combo)

(Lennon-McCartney)

Hey, Jude, don’t make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better

Hey, Jude, don’t be afraid
You were made to go out and get her
The minute you let her under your skin
Then you begin to make it better.

And any time you feel the pain, hey, Jude, refrain
Don’t carry the world upon your shoulders
Well don’t you know that its a fool who plays it cool
By making his world a little colder

Hey, Jude! Don’t let her down
You have found her, now go and get her
Remember, to let her into your heart
Then you can start to make it better.

So let it out and let it in, hey, Jude, begin
You’re waiting for someone to perform with
And don’t you know that it’s just you, hey, Jude,
You’ll do, the movement you need is on your shoulder

Hey, Jude, don’t make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better