Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
Se presume que la antologÃa de escritos dramáticos Sucio difÃcil, de Nelson Rivera, dramaturgo y profesor del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico, está diseñada para un lector ideal: aquél que no ha visto las obras representadas.
Se trata de piezas de teatro abstracto y de “performance” que cubren como una mancha (por eso “sucio difÃcil”) un periodo amplio y problemático en la Isla. Abarca un fin de siglo recargado de consignas como “Queremos a Carlos Romero Barceló”, imágenes surrealistas como la que apunta a que “la señora Elena Velasco ha muerto al comer un arroz con langosta”, la escena casual de una “explosión de Tampax mientras entra un grupo de 66 cubanas exiliadas con poesÃa coreada de José De Diego”, órdenes universitarias de que usted “tiene que creer porque es arte y el arte es la inspiración”, diálogos telenoveleros en que el galán dice “quizás tienes miedo de decirme la verdad” y el “revival” de un prócer nacionalista que denuncia “toda esta persecución, el cuerpo de detectives que anda detrás… Albizu Campos no necesita detectives que anden por las calles de Puerto Rico”.
Este libro, con el que se inaugura la colección de teatro de Isla Negra Editores, titulada Los pies de Edipo, encierra las palabras con que Nelson Rivera les ha dado forma a sus piezas emblemáticas. Numerosos señalamientos del autor explican a los valientes cada detalle importante que “debe” considerarse a la hora de volverlas a interpretar.
Por esta razón, quien no tenga idea de quién es Nelson Rivera comenzará a darse cuenta de que es un artista comprometido con transmitir imágenes, conceptos, ideas, movimientos y palabras ya manipuladas por otros, digeridas y reproyectadas por diversos medios de la cultura como la televisión, la radio, el vÃdeo, la voz de los cantantes, la conversación pública y la publicidad. De ahà que las piezas contengan más y más frases en un espacio, tal y como se hace en el “collage” y el pastiche, para unir capas de materiales diversos. Rivera no tiene intenciones de que el espectador pueda verlo todo, más bien de que se pierda entre cortinas con titulares, efectos de luces y sonidos, ceremonias absurdas, rutinas costumbristas, movimientos automáticos del cuerpo, poses ensayadas y transmisiones simultáneas del choque de elementos e ideologÃas.
En Tiburón de agua dulce, el escritor invade las letras de una canción de Marvin Santiago mientras da indicaciones para que se proyecten cuadros de mujeres desnudas de Goya y Tiziano, se destape un galón de aceite Mazola y una virgen de plástico, se tome una foto con una cámara que bota un chorro de agua, se saque una carterita que guarda un centavo, se rieguen chicharrones y, asà sucesivamente, otras acciones programadas hasta que el ejecutante le pide al público que aplauda, si quiere.
Esta última actitud de Rivera -apreciado con mucho cariño por sus estudiantes del curso Arte PolÃtico del Siglo XX- queda explicada en una acotación importante: Rivera dice que “estas piezas son producto de mi desinterés por ser observado por un público, pero a la misma vez de hacer mi presencia obvia y, de nuevo, prescindible. Para acabar con la seducción y la manipulación. Por ello, son piezas ejecutadas en compañÃa de otros artistas (haciendo otras cosas sin relación con las mÃas) o en lugares públicos, sin previo aviso. En celebración disciplinada de la marginalidad”.
El de Rivera es un “desinterés” que ahora se vuelve objeto de lectura y de consulta. Sus obras escénicas y el libro son intentos de fijar en un instante lo efÃmero; una acción artÃstica y polÃtica “trivial” que busca en la contingencia de su contradicción algún impacto que “trascienda”. Lo mismo puede decirse al revés. Sucio difÃcil no es tan sólo el seudónimo del autor, es -desde Teatro pobre, de Pedro Santaliz, y Saqueos, de Dorian Lugo Beltrán-, la mejor compilación teatral que se ha publicado en este paÃs.
Esta reseña se publicó el 26 de junio de 2005 en el periódico El Nuevo DÃa. Este servidor también seleccionó para dicho periódico Sucio difÃcil como uno de los mejores libros publicados en Puerto Rico durante ese mismo año.
Las piezas subirán a escena este próximo fin de semana 23-25, viernes, sábado y domingo a las 8pm.
Nelson Rivera presenta:
“Los 70” piezas cortas de teatro retro experimental.
Con la participación de Yamil Collazo, QuintÃn Rivera
Toro y Rey Andújar.