Cuadernos de la Hermétika

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo

Quisiera no dirigirme derecho, directamente, sin correo, sino a ti, pero no lo logro y eso es lo más hondo de la desgracia. Una tragedia, amor mío, de la destinación. Todo se torna una vez más tarjeta postal, legible para el otro, aunque no entienda nada. Y si no entiende nada, seguro en el momento de lo contrario, puede sucederte, a ti también, puedes no entender nada, y entonces a mí también, y entonces no llegar, quiero decir, a tu lugar de destino. Quisiera llegarte, llegar hasta ti, mi único destino, y corro corro y caigo todo el tiempo, de zancada en zancada, porque habrá existido, tan pronto, mucho antes que nosotros

Jacques Derrida

Hubo días de activismo contra tu frío. Un activismo postepistolar, más allá de la escritura, más allá del text, con reivindicaciones de compresitas tibias y compañía abrasiva flambé. Motivos de huelga en oposición a tus silencios luego de haber hecho afirmaciones de juntillas …así porque sí, pero sin papeles ni medias tintas. Vanas acusaciones de recibo, promesas lanzadas por vanidad y orgullo, alguno que otro reto del amor y …las pisadas… alguien aquí, definitivamente, se quedaría sin pisar. Una suspensión de todas las cositas malas te envolvía, sobre todo por las mañanas, después del telediario, y yo sospechaba de tu súbita beatitud. El lobo vestido de cordero se me asomaba por las sábanas mientras crecían las ganas de espantarlo con un matamoscas de Me Salvé. Un abejorro azul que se me escapaba de entre los dientes, eso. La esperanza de tu tacto, más profundo (¿o enclenque?) que el tacto de las antenitas peludas sobre el polen en la punta de la plumilla con que escribo mi carta no-send. De la distancia entre la cara de niño bien y los dedos de hijoeputa, las conversaciones en medio de las aceras infestadas de tecatos sobre el shopping center de garden hills, de eso no hablábamos. Un momentito, break: estoy rajao en tres cantos de aguacate maduro, la matequilla que sale y que sello con una lacra que es la pepita del medio para que no se ennegrezca más se cuartea, se abre, sale un nuevo sentimiento bonsái que habrá que recortar o disolver en abono 20-20-20. Joder, se me sale frente a ti la pepita babosa que evita la oxidación de mi garganta en carne viva, según el examen de tu frialdad estetoscópica, quirúrgica, el deber de la entrega epistolar tronchado por la nevada que es tu cambio de tema o …tu charra ofuscación. ¿Será tan difícil de aceptar el no? ¿Plantearlo de forma material siquiera? ¿Cuánto espacio hay que hacerle en los acantilados llenos de aserrín del alma al maldito no… jodederas, putitas chulas, cheverones, culitos clavaditos en punta y en ley, HERMANOS DE LECHE… ustedes no pasarán?

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