Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
“Nothing counts save the quality of the affectionâ€.
–Ezra Pound, Pisan Cantos, LXXVII, 67.
I. Una cosa es concentrarse en lo que uno sueña para después contarlo
Y otra es contarlo para que el otro se concentre.
Esa conexión
Entre cada una de las conexiones dentro
Es
Donde se ven esos peligros
Asumidos,
Confrontados,
Como si el sueño visto fuese un espacio
Propiciatorio de la resolución de un acertijo.
Es decir,
De la consecución de un juego que es una carrera
Con su salida y con su meta,
Un laberinto pánico
Con sus respectivas trampas.
II. Otra cosa es la filosofÃa.
III. Al caer del precipicio,
(Al levantarse)
Los espacios divididos por la interrupción del sueño
Eran:
A) Un restaurante
B) El apartamento, pero sin la cama
IV. El sueño era también
Un cuadro que habÃa visto en la portada de un libro
De un poeta amigo.
La representación de una hilera de hombres que se vendaban los ojos
A sà mismos:
El mismo hombre, antes grecomitológico,
Ahora se hacÃa escena kafkiana procesal penal pre penitenciaria
Ello porque otro sujeto,
PolicÃa,
Les daba de comer hojas alucinógenas en su presencia
(En el mismo orden en que estaban en la fila)
Y le advertÃa al hombrecito mÃo soñoliento,
Como en un viaje de éxtasis no emprendido:
“Te vigilanâ€.
V.
Lo demás es enterarse de que va a salir la pelÃcula
De El amor en los tiempos del cólera del Gabo
Esperar el déposito directo
Leer un poco sobre la industria nacional vacuna
Y clausurar con alguna payasada este
Bello poema.