Adelaida recupera su peluche: Una novela en cantos por Bruno Soreno (Capítulo XII)

dos 1En fín, que Adelaida practica el salto acróbatico del terror al deseo. Varios tragos más tarde aquel hombre te dice que ya es bastante tarde, que si deseas que te lleve a tu casa. Tú le respondes que, después de lo que te ha pasado esta noche pasar la noche sola en tu apartamento no suena precisamente como una delicia. Él sonríe, reconoce tu cita de su witicism. Carajo, que el tipo es un encanto. Que si prefieres que te lleve a casa de alguna persona, una amiga, no sé. Recuerdas a Lucy (¿me puedo quedar en tu casa esta noche? Me ha pasado algo terrible) pero tú estas en la zona-euforia de tu alma, el alcohol y la noche titilante te titilan la piel, y aquellos ojos, te sientes valiente, atrevida, segura. Sonríes tu sonrisa naughty, aquella que odiaba tu mamá y que odia Adelaida (puta, coño, cuándo vas a dejar de putear de una vez, ¿es que tú no aprendes, coño?), y él comprende de inmediato, tipo perceptive, sensible, piensas tú, qué rico, no se le escapa una, te dice que tiene una botella de vino en su casa, que si quieres pueden tomar una copa allá y luego decides. ¿Que cómo erez capaz de lo que sigue luego del trauma que acabas de sufrir no hace unas horas? El alma, ya he dicho, es como el hígado y como un dios. Ella se mueve de modos misteriosos.

Entras en su automóvil, entran con cuatro gomas en las calles de la noche traicionera en la ciudad. En el trayecto a su casa continúa el guión, el sketch de melodrama mediocre que había comenzado en el bar. Continúa el cuestionario. Tus datos, Adelaida, no nos importan. Sabrá dios si a él tampoco. Pero esto tampoco importa. Sólo bastará decir que estudiaste en la iupi y que hace unos meses te has mudado sola a un apartamento en Miramar. Esto lo dices por las razones obvias. No es importante que le digas que te fuiste de tu casa cuando tu madre se murió de una rebelión fatal del músculo cardiaco causado, según Adelaida, por tus perennes ecxesos. Estás embriagada, y también de deseo. Que eres una muchacha sensible, inteligente y liberal no se lo has dicho in so much words pero has intentado insinuárselo, ya que él te ha dicho que es escritor, y que también estudió en la iupi, humanidades, filosofía y literatura. Se te ha convertido en un reto seducirlo ya no solo físicamente (porque ya tú estás convencida de que él te desea, ¿verdad?, ya tú has leído e interpretado las señales, has escuchado el compás de los latidos de su corazón, has puesto las señales en los encasillados correspondientes ¿no?) sino intelectualmente, en ese nivel de allá arriba que tú nunca has entendido bien pero que acaso te interesa, te seduce, o al menos te causa cierta curiosidad. Que si harecupera publicado algo, le preguntas, para leerlo, y él te responde que sí, pero que nunca usa su nombre. Te ha dicho que, si te portas bien, te dejará leer su último trabajo, que está en proceso. “A lo mejor te convierto en uno de mis personajes” te ha dicho, con una sonrisa a flor de labios. Yep, piensas. Lo tengo en la palma de mi mano.

Esto que sigue es una de esas cosas que pasan de noche en la noche indescifrable que son en sí mismas indescifrables, una cosa que tú misma, Adelaida, no hubieras podido adivinar ni por carambola. Una de esas cosas que ni yo mismo fui capaz de anticipar. Tú, descreído lector, caerás de culo y quedarás lelo con la trastada que se jugará la noche esta noche de noches única entre las noches. Y que conste que esta jugada inesperada no la juego yo, ni Adelaida, que es un pretexto y un invento mío para narrarme, para contar, para ser. Esta jugada se la lleva la noche que es experta en taumaturgias. La mesa gana. Tanto yo, que soy este cuento que se llama Adelaida reencuentra su peluche, como Adelaida, personaje mío y que me habita, tendremos que leer como tú, línea por línea hasta mi última línea para quedar atónitos todos juntos ya con el desenlace inesperado de este enlace inesperado y de este cuento, que es todo lo mismo y una misma cosa con antifaz de muchas, de muchos, cosas, cuentos. Aún cuando yo conociera mi desenlace yo confieso que no me lo explico, y quizás mi única razón de ser es el intento fútil de que tú, pronto atónito lector, me lo expliques y de ese modo me expliques a mí mismo.

Ciudad letrada descuartiza obra de Joserramón Melendes

tiger l osmose reussie 1

Simposio en torno a la Escritura y Pensamiento del escritor Joserramón Che
Melendes

(Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras)

Programa

Miércoles 28 de marzo, 9:00 A.M.-12:00 M.

-Inauguración del “Colegtílogo” Taller de escritura y pensamiento de
Joserramón Melendes”, 9:00-9:30 (Sala Zenobia y Juan Ramón Jiménez), Moderador
(Eugenio García Cuevas)

-Presentación de video sobre proceso creativo de Joserramón Melendes
de Manuel Valcárcel y Enrique Cubero

Primera sesión 9:30 A.M.-12:00 M.: (Primer piso de la biblioteca general José
M. Lázaro en dirección a la Sala del Caribe

1. Dra. Lilliana Ramos Collado (UPR Río Piedras): “Acerca de Postemporáneos
(El auxilio de la poesía a la prosa crítica joserramoniana de los poetas más
jóvenes que la generación del crítico”)

2. Dr. Armando Cruz (UPR Río Piedras): “Amistad con Joserramón Che Melendes”

3. Dr. Rafael Acevedo (UPR Río Piedras): “La influencia de Che Melendes en la
generación poética de los ‘80”.

4. Yara Melendes. Ser la hija de un poeta (testimonio)

5. Recitación del “Canto al Che Melendes” por parte de la poeta Maribel
Sánchez-Pagán

Receso del mediodía (12:00-1:30 pm)

Segunda sesión 1:30 pm- 3:30 pm (Seminario Federico de Onís [Moderador: Odalis
Pérez]):

1. Dr. Arnaldo Cordero Román (Richard Stockton College [New Jersey]):
“Imájenes disen” (Fotografías en imitación fono-lógica de Desimos désimas
[CD/DVD con fotos acompañadas con texto y música]).

2. Dr. Eduardo González Rodríguez (Georgetown High School): “Desimos désimas
para un boricua en la diáspora entre yanquis”

3. Elizam Escobar: “Conversaciones entre Joserramón Melendes y Elizam Escobar”
(Documento fílmico)

Jueves 29 de marzo, 9:30 A.M.-12:00 M

Primera sesión (Primer piso de la biblioteca general José M. Lázaro en
dirección a la Sala del Caribe [Moderador: Eduardo González Rodríguez])

1. Dr. Odalís Pérez (Universidad Autónoma de Santo Domingo): “Sobre el
interensayo de Joserramón Melendes a los Dobles de Elizam Escobar”
2. Dr. Juan Antonio Torres (UPR Río Piedras): “Experiencias docentes en la
enseñanza de La Casa de la Forma”
3. Dr. Dwight García (UPR Bayamón): “Lo poético de la Casa de la Forma”

Receso de mediodía (12:00-1:30 PM)

Segunda sesión 1:30 pm-3:30 pm (Seminario Federico de Onís [Moderador:
Lilliana Ramos Collado])

1. Prof. Eugenio García Cuevas (UPR Bayamón): “Latinoamericanidad en Para
delfín”
2. Dr. Alberto Prieto (poeta gallego): “Joserramón Melendes: El límite
vulnerado”
3. Dr. Rubén Soto Rivera (UPR Humacao): “Dr. Rubén Soto Rivera (UPR Humacao):
“Che-Borges: espía de Dios””
Clausura del “Colegtílogo: Taller de escritura y pensamiento de Joserramón
Melendes”

Organizadores:
Prof. Eugenio García Cuevas
Prof. Rubén Soto Rivera

SOBRE JOSERRAMON CHE MELENDES

Oriundo de Río Piedras, Joserramón Che Melendes es uno de los más destacados
poetas y prosistas puertorriqueñ os contemporáneos. Melendes tiene una
trayectoria excepcional en el desarrollo de la literatura nacional. Su nombre y
poesía ocupan un lugar paradigmático en la poesía y en la literatura
puertorriqueñ a y caribeña del siglo XX. Su producción, tanto en prosa como en
verso, es enjundiosa: Desimos désimas (1976), En Borges (1980), La casa de la
forma (1986), La poesía inebitable (1989), Para Delfín (1992), Secretum (1993),
Postemporáneos (1994), Borges, el espía (1998) y Los dobles de Elizam (2004),
entre innumerables inéditos.

Su labor como editor y antólogo es también esencial para la literatura
puertorriqueñ a: Animal fiero y tierno (1976) de Ángela María Dávila; Poesiaoi:
Antología de la sospecha (1978); Sarnas de la ira parda (1978) de Carlos López
Dzur; Puño de poesía (1979), Jardín vedado (1979) de Francisco Matos Paoli;
Poesía y revolución (1980) de Juan Antonio Corretjer; Los primeros libros
poéticos de Francisco Matos Paoli (1981), La sílaba en la piel (1982 ) de José
María Lima; Primeros libros poéticos de Juan Antonio Corretjer (1990) y Edición
crítica de Yerba Bruja (1992) de Juan Antonio Corretjer, entre otros. Entre más
méritos, Melendes ha sido invitado a congresos culturales, recitales poéticos y
a ofrecer talleres de poesía a países como México, Cuba, Venezuela, Jamaica,
Este y Oeste de Estados Unidos, Checoslovaquia y Rusia, entre otros. Por su
aportación a las letras del país, Melendes fue reconocido con el Gran Premio
Nacional-Homenaje de Literatura por el Pen Club de Puerto
Rico, en 2002.

He he eh é: Vietato Fumare

vietato fumare

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
De la Redacción de Estruendomudo

He renegado de colillas y flemas

busqué excusas para no enfermarme

saqué los humos de mi vida

y dije, nunca más, nunca

He vuelto a enviciarme

con la rapidez de una quemada

y la malicia de una célula maligna

Dije: otro más, otro

He repetido moldes y he moldeado repeticiones

quise viajar a las distancias renovadoras

del lenguaje

inhalando

He dicho basta de padres y lecturas

fuera las ceremonias sociales

compré pasajes hacia Shangrilá

y no salí del cuarto

He sido otros brevemente

siendo yo mismo sin remedio

leí como un animal

pero la música sacra no logró convencerme

He destrozado corazones

comí hieles y manzanas fuera de temporada

me he arrastrado excusándome

y aún huyo de los ecos de todas sus contraverdades

He

he eh

no é podido salvarme!

Adelaida recupera su peluche: Una novela en cantos por Bruno Soreno (Capítulo XI)

R abstract stone kissers haLas causas de las agitaciones del alma son diversas y afectan diversas zonas del alma de modos distintos. Por ejemplo, hace una hora toda tu alma estaba jamaqueada como un tembleque por el terror. Ahora ciertas zonas de tu alma vibran con distintas resonancias como un instrumento que se va afinando, se va acompasando a los ritmos de aquellos ojos, a ciertas melodías aún no muy diáfanas que las zonas-oídos de tu alma escuchaban surgiendo de aquellos ojos. El amor es un conjunto de acordes y discordes que resuenan adentro de ciertas zonas del alma y un aparato audiofónico que escucha e interpreta todo lo que ve, todo lo que oye. Es un filtro y una agitación del alma. Te estabas enamoriscando, Adelaida. Esto tú lo sabías, y también yo. Y más: tú querías que él lo supiera, pero no al modo en que alguien se entera de alguna noticia, esto es, siempre diferida en el tiempo. Tú querías que él lo supiera ya.

Tú no te hacías preguntas, Adelaida, y las preguntas que le hacías anticipaban respuestas que ya tú tenías preparadas de antemano para encajarlas en los encasillados correspondientes. De modo que del lado de allá, nada. De detrás de la tibia transparencia de aquellos ojos no se transparentaba nada. Esto tú no lo sabías, no lo percibías, tan ocupada estabas rellenando esos vacíos, esas casillas con tus propios contenidos deseados y con los nombres que tú les dabas. Y todo esto transcurría mientras todo esto otro acá trascurría al modo del lugar común, un hombre y una mujer platicando, practicando el rito gastado del cortejo y la seducción en un bar donde se puede, como en una película de tercera. Porque eso es lo que estaba ocurriendo, ¿no es cierto, Adelaida? Como en una novela de Corín Tellado.

No me deja de sorprender la facilidad camaleónica con que los personajes de una historia cambian las disposiciones de sus almas, así, en un dos por tres, de la tristeza a la alegría, del terror al deseo. Las rutas que llevan y traen de un lugar de éstos a otro me son insospechadas y sé que muchas veces también les son ignotas a los personajes de los cuentos. Yo, del lado de allá, de gentes de carne y hueso y de sus costumbres cotidianas y espirituales no sé un ápice, pero sospecho que esto ha de ser un intento de mímesis, una imitación mediocre que hacen los personajes de la gente de carne y hueso pero desde el lado de acá, desde la página. Lo que algunas veces no perciben los personajes es que en ese tránsito mimético nada se queda igual, todo lo que se mueve de allá hacia acá se deforma, se transforma. Generalmente estos intentos (por lo demás inútiles, pienso yo, porque en verdad del lado de acá nos bastamos bastante con nosotros mismos, creo que podemos prescindir del caos y del aburrimiento que cunde en el lado de allá, el de la vida) devienen parodia y provocan la carcajada. Y siempre, al menos para alguien, terminan mal.

Este era Paul, en 1968, ¿cómo no quererlo?

paul

Hey Jude
(As Recorded by Tiny Tim & Brave Combo)

(Lennon-McCartney)

Hey, Jude, don’t make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better

Hey, Jude, don’t be afraid
You were made to go out and get her
The minute you let her under your skin
Then you begin to make it better.

And any time you feel the pain, hey, Jude, refrain
Don’t carry the world upon your shoulders
Well don’t you know that its a fool who plays it cool
By making his world a little colder

Hey, Jude! Don’t let her down
You have found her, now go and get her
Remember, to let her into your heart
Then you can start to make it better.

So let it out and let it in, hey, Jude, begin
You’re waiting for someone to perform with
And don’t you know that it’s just you, hey, Jude,
You’ll do, the movement you need is on your shoulder

Hey, Jude, don’t make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better

Yellow Submarine

yellow 2For Alex

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo

Podemos estar en una barra llena de humo y tú me señalas una esquina que no había visto, un detalle para mí insignaificante que, afuera, en la callle, frente a la catedral gótica de Miramar, la misma cosa se repite pero el objeto de tu interés en que yo te vea mirando mi ciudad son tres transformadores eléctricos que para ti son una maravilla retro, una pieza de museo de mecánica, y para mí los cables expuestos del día a día.

Un viaje hermoso en el submarino amarillo.

“Adelaida recupera su peluche”: Una novela en cantos por Bruno Soreno (Cap. X)

menu art“Pues welcome to the club”, te respondió el hombre. Así es que la noche voluminosa da vueltas y revueltas en esta ciudad. Es una cosa para quedarse pasmado. Porque resulta que el hombre te dijo que ser apuntado por un revolver y ver la muerte a los ojos por el mero hecho de intentar ayudar al prójimo no es exactamente una delicia (cosa indudable, digo yo) y que esta experiencia no pasaría a los anales de su vida como una de las más agradables. A ti te agradó su suave ironía, en otro estado de cosas pudiera haberse dicho que te sedujo, pero fue otra cosa que tú no sabes, Adelaida, ni yo tampoco, otra cosa que dijeron aquellos ojos la que te apaciguó el miedo y te llevó un poco más allá de la vergüenza y la pena, un poco tangenciando la curva del deseo. Además, pensaste, aquel hombre -al igual que tú- había vivido su dosis de infierno aquella noche. Aquel hombre había sentido el miedo, igual que tú. Eso de cierto modo los aunaba. ¡Estás loca! ¡Mami debe estar arrancándose los pelos en la tumba si es que le quedan a la pobre, bendito, que ya en vida estaba casi calva! ¡La vas a rematar!, te gritó Adelaida cuando te tiraste sin coger impulso y le dijiste a aquel desconocido que, ya que ambos habían visto a la muerte de cerca aquella noche, no estaría mal que intercambiaran historias. Además, era caso indudable el hecho de que, luego de los torbellinos acaecidos, un trago no les vendría nada mal a ninguno de los dos. Vete al carajo, le dijo Adelaida a Adelaida. Mami está muerta, y si ya una vez la maté, que la remate no le hace. Era la zona-alma de tu animal, Adelaida, tu alma maltrecha pero en la lucha, Adelaida, ansiosa de lo cotidiano de unas palabras, de contar para sanar, cara Adelaida. Era la transparencia de aquellos ojos.

La noche

Ya he dicho que la noche es un travesti vertiginoso, un camaleón, un kaleidoscopio. Es un carnaval polifacético, una galería confusa de rostros aveces siniestros, aveces beatos. Todo es lo que parece, o se le parece. Su sinceridad es su mayor engaño.Su capacidad de transformación, la rapidez con que cambia de antifaz, sin embargo, es algo que no deja de asombrarme. La noche de esta ciudad padece de deficiencia de litio, cambia sus moods de un modo antojadizo como una montaña rusa, ahora arriba, ahora abajo, ahora al derredor, y uno nunca sabe dónde está parado ni adonde irá uno a parar en el próximo momento.

Como por ejemplo que te fuiste con aquel hombre (¡quién lo iba a decir!) hasta el Aquí se puede, que pidieron un trago, intercambiaron nombres sin apellidos y se contaron historias. No, tú le contaste tu historia, la de esa noche, y contársela tuvo el efecto de contar hasta cero en retroceso desde el número cincuenta y seis. O como contar ovejas entre las sábanas, porque ya lo contado se parecía a la materia de los sueños y el alivio de descargar la zona-memoria de tu alma en los oídos interesados de aquel desconocido te permitía casi practicar el borrón y cuenta nueva, dejar atrás, trasladar el recuerdo a otro apartado de la zona-memoria de tu alma, porque aquellos ojos. Hasta aquí todo iba pasando como en las películas.

/Yo me llamo Adelaida, le dijiste.

/Bruno, te dijo él. Yo Bruno.

“Oh brave new world that has such teen drag queens in it.”

JamesSrange Bedfellows
Escribe Michael Musto
The Village Voice

JAMES ST. JAMES never does the obvious. The sequins-for-blood party presence who found himself the best friend of spiraling club kid MICHAEL ALIG chronicled all that stuff in Disco Bloodbath, and now he wants to hang with reputable publishing types, not drooling dismemberers. He’s entering the literary world with his next book, a novel called Freak Show, and it’s actually for teens! Who happen to be drag queens! “It’s a huge demographic out there,” James assured me the other day by phone from L.A. “I get letters from 14-year-olds who go to school in drag in a Texas town. It’s a whole new world!” To quote the immortal Bard himself, “Oh brave new world that has such teen drag queens in it.”

It won’t be James’s first young audience, mind you. “When I wrote Bloodbath,” he said, “it never dawned on me that teenagers would be reading it. But after the movie version ( Party Monster) came out and then it played on TV, that’s all that saw it! I don’t know if they get that it’s a cautionary tale. I was horrified that kids came away with the message that it’s glorifying drugs and murder. It’s not about how fabulous the scene is—it’s about how unfabulous Michael Alig is!” Well, this time, to make things a tiny bit clearer, James is strictly striving to celebrate drag queens, and not the type that lurk around the shower in Psycho.

James and I, of course, were semi–drag bosom buddies for years, sharing a young lifetime of primping and blotting—and he remembers every dangerous second of it. In fact, James wasn’t surprised when I told him that the fat guy from Project Runway recently gave me the finger at a club without provocation. “I remember people throwing drinks at you all the time,” James reminded. “Remember when the BEASTIE BOYS came offstage and tipped the table on us? And at the Sid and Nancy party, people were throwing cherries! I guess [the Runway guy] didn’t want to be seen kissing your ass, so he went to the other extreme.”

I was cheered—people throw things because I’m fabulous, that’s all! And I hung up with an even bigger grin when we switched topics to the obvious and James swore to me, “Anna Nicole was our Princess Diana.” Start singing, ELTON.

TOUCHED BY A TRANS ANGEL
Teen drag queens and even some clear-skinned ones were honored last week at CHERRY JUBILEE’s annual Glammy Awards at Webster Hall, where the hair was even higher than the Jersey bouffants that usually fill the place. Best Lip-synch Artist SWEETIE lovingly accepted on behalf of all the drag queens in the world who can’t sing a note. Best Singer (yes, he can do so) JIMMY JAMES was thrilled to be the SCORSESE of the night, mock-snarling, “I finally won the fucking Glammy! How long you have withheld this from me for all these fucking years!” And JONNY MCGOVERN—who won a special Trans Angel award for always helping the cd’s (cross-dressers) with their CDs—gushed, “I’d like to thank Jesus for making me a faggot because there ain’t nothing better, baby!”

The only down note? I almost didn’t get into the club because after a search of my entire being, they found a pill bottle and couldn’t be sure it wasn’t something illegal. I guess the Duane Reade on the label wasn’t enough to convince them.

freak showI popped the whole bottle’s worth for PAUL VERHOEVEN’s Black Book, a high-octane melodrama with raunchy touches like pubic hair dying, a gun mistaken for a penis (been there), and a Flashdance-style “Maniac” routine with fecal matter. (I may be trivializing that moment. No, I’m definitely trivializing that moment.) But the movie—which is basically about how a Cadbury bar helped defeat the Nazis—has some real feeling and old-style oomph through its over-the-top theatrics. Nomi Malone would definitely like it.

Another pastel-colored epic, MIRA NAIR’s The Namesake, is a lovingly done Calcutta-to-Gotham tale that pits family and tradition against all sorts of brave-new-world possibilities. After a Tribeca Cinema Series screening, Nair praised her star, KAL PENN, though she admitted she couldn’t sit through all of his Harold & Kumar Go to White Castle. “It was absolutely puerile,” she said, laughing. “But the kids love it.” So much so that she threw a pot-smoking scene into The Namesake as an homage.

Take your own giant toke right now and prepare for this head-spinning gossip break: The Dell dude—speaking of pot luck—was spotted tending bar at Tortilla Flats . . . HARVEY WEINSTEIN is doing a club with doorman-turned–Factory Girl actor Armin Amiri . . . DOUGLAS KEEVE (who directed Unzipped) is directing a documentary about the Gramercy Park Hotel . . . On Dancelife, BLAKE MCGRATH is truly butching it up for the camera. Trust me. It’s from the bottom of my heart . . . I hit rock bottom watching the NAACP Image Awards and catching Isaiah “you’re a faggot” WASHINGTON rise up to accept an award! An Image Award! As everyone stood and cheered for his wonderful guts! What next—a gay-pride trophy for ANN COULTER? That godless, horse-faced neigh-sayer just wet herself again—and even conservatives think she was out of line! (No, let me not make any more comments about that one. It turns out you have to go into rehab if you use the word cunt. Besides, I’m sure she was just doing a Sarah Silverman and invoking bigotry in order to comment on it. Weren’t you, cunt?)