Ben-Hur

ben hur

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo

Para Guillermo Rebollo-Gil

El ánimo de la soldadesca decaía

habían pasado semanas desde el último saqueo

nadie divisaba buitres

no había basuras

y el general se aburría

gracias a su propia lentitud

En los fogones hervían sancochos inmundos

y en las cuchillas había más acerrín que sangre

los auríspices consultaron las entrañas de las gallinas

-ni una hoja se iba a mover-

los pingas dulce se entregaron a la sodomía

los conversos se hincaron a orar

Salud centuriones! Salud!

dijo un mensajero para anunciarse

traigo dos monedas de plata y una libra de sal

una carta de sus majestades

en donde dicen que van a abdicar

siete llaves y siete candados

que no abren

4 pomos de cristal

un brandy

cero esperanzas de regresar

Perfecto, dijo el escriba

déjame lavarte los pies

y una brisa malsana los envolvió

transportándolos a Disney World

se jartaron de papas fritas con mostaza dijon

recorrieron el castillo de la princesa

salvaron del insomnio a Mickey Mouse

Al atardecer, empacaron sus pertenencias

y partieron para Madagascar Ltd.

se entrevistaron con Nelson Mandela

él les acordó que Winnie se tuvo que ir

por ladrona del CNA

ese comentario del líder los convirtió en mariposas

y revolotearon por el patio del jardín de Versalles

observando las plantas licántropos

el laberinto

cuyo centro resultó ser un fumadero de opio

decorado como poker house

Archibald recogió los perros del hortelano

para que ellos pudiesen pasar

pero el mar Rojo se dividió equivocadamente

y la partidura deprimió al Gran Arquitecto

que necesitó éxtasis para volver en sí

Los acantilados ya no se diferenciaban de la ventisca

la tierra

en esos días de carreras de caballos desenfrenados

jódanse, cabrones!

quería ser gas.

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