Escribe Isabel Batteria
Terminada la sesión, regresan por el pasillo oscuro. Pérez llama a un ayudante y le ordena con tono serio y autoritario: “Tráeme la sogaâ€. Luego te pregunta:
–¿A ti te han dicho que nosotros colgamos a la gente desde la azotea?
–No, nunca oà nada de eso.
–Vamos a la azotea.
Cuando empieza a subir, aparece el otro con una soguita de dos pies de largo. Pérez se pone a jugar con ella. Le dice al otro “Llévatela a su celdaâ€.
Ilustración JJFEZ.