Escribe Amed Irizarry Quintero
Acomodó la camarita en el clóset, de manera que no se notara la bombillita de on. Aprovechó que su mujer habÃa ido a dar clases para llamar a la mejor amiga de ella. Por la noche, ya acabadas las lecciones, disfrutaban de la venida a gritos mientras comÃan pop corn.