Escribe Portnoy
Bueno, hay alguien en mi cabeza, y no soy yo. Sentado frente al ventanal perpetuamente velado, asordado por la monocorde nota de un timbal eternamente vibrante, aferrado a los brazos del sillón inmóvil en el silencio y la oscuridad. Hay alguien que juega en mi cabeza, muerde mi oreja, y desaparece (tanto tiempo ya) sumergiéndose oÃdo adentro
desgarrándome el tÃmpano
envolviéndome en este rumor ensordecedor
muerde mi cabeza desde el interior
Hay alguien en mi cabeza y no soy yo. Dominó mi cuerpo cuando aferré la navaja (que cayó al suelo, casi ingrávida; aún espero el tintineo contra las baldosas en vano) inmovilizó mis manos, me sentó, me arrancó la lengua cuando grité, estiró mis ojos desde dentro
derecho: succionado desde el cráneo (me lo mostró, mirándome a mà mismo) lo introdujo en mi boca (lo tragué) (gelatina inconsistente deshaciéndose en mi paladar)
izquierdo: succionado desde el cráneo (el mundo se licuó en un vacÃo sordo) lo tragué
Hay alguien en mi cabeza y no soy yo. Se pasea por mi cara entrando y saliendo por los orificios practicados. De vez en cuando juega con las muelas que me va extirpando.
(arañó mi paladar)
Es posible que un dÃa de estos empiece a arrancarme la piel.
No importa
Hay alguien en mi cabeza y no soy yo. Piensa por mÃ. Escribe por mÃ.