Por Yara Liceaga y Manuel Clavell Carrasquillo
ESPECIAL PARA EN ROJO
Publicado originalmente en el semanario Claridad
“..and if your lucky then the God’s a she.
I can feel an angel sliding up to me”
-Murray Head
una. madrugada. i am feeling very warm right now, please, don’t desappear.
concreto expuesto. luces. el ojo es esa cosa tremenda forrada de pequeños espejos cuadriculados. en su cráneo veo los mismos espejos. pero él está en la tarima. las cejas las tiene hechas de rainstones de capri. él es ella frente a mis ojos, desde mis tacas, y sobre mi melena. calculo la trama de ningún entuerto sobre nuestros corazones. junto palabras. unto calor al baile. ellos se besan. un beso largo. de lengua. la iluminación se detiene. sobre su pómulo. tan bien maquillado.
las alas y su cuello no tienen nombre para mi deseo. observo con la tranquilidad enferma del voyeour.
aparece
una mirada presa por el rímel que se desvía -loquita- hacia los ocho brazos de la diosa. luego, lasciva, baja hasta los cadáveres que alumbra ella-ello con la calavera que empuña en el brazo #6 como si fuera antorcha. sobre el cuello, collares hechos de camándulas plateadas y el resplandor del spotlight que rebota contra las esferas. es el truco de los espejitos. los rayos me marcan la piel como si fueran agujas para mortificar la carne con tatuajes. otra observación que bucea entre los humos del tabaco frena contra el pene oculto, tachado, y unas tetas hechas: conjunto seductor de líricas de tecno repetidas por altoparlante y mucho foam color violeta, bastante, como para rellenar bembas con plástico. anota: el glande, si es violáceo, es directamente proporcional al tono chamuscado de tus labios. eso era lo que te explicaba el buda tailandés, chamaco, la función encubridora de un lipstick de Revlon.
“..can’t be too careful with your company,
I can feel the devil walking next to me”
-Murray Head
se acerca: puedo sentirlo en la espina que es mi espalda
la posición reveladora de lápiz labial y ferozmente adornando. tres horas después el hombre sale maquillada. la diosa agita los brazos con elegancia. sobre el concreto aprieta su talón (primero). pisa. lumbre. contoneo. la gracia que avistamos nos vence. son sus brazos. es su pecho. entonces, los muslos. se acerca demasiado. acorralo mi deseo. se me pega.
conjuro, aprieto, grito, saco. la melena se hace agua. una toma se enfrenta a la disolvencia que le precede. el mundo se comprime en la escena que comienza y gira sobre nuestras cabezas. muy por dentro de la camisa de mi piel, el dios incrusta córneas. lo observo aplicar las cosas como ungüento. sencillamente y a través de la música. lo sé que es una treta dentada, pero a mí también me gusta morder.
about face
antes de despedirme
me emociono. quedo pasmada ante su saludo. agarra el micrófono y grita. es su cumpleaños. son 33 leños cargados sobre las espaldas. las alas han caído por el peso. Se los fuma y las despluma. se esfuma la posibilidad de acrobacias adolescentes y con las sobras de ave fénix construye un abanico. da un viraje en U, bien simple, y me deja plantada en la pose andrógina. recibe dólares de otros. le han pagado para que cante y baile como Marilyn. no, dice al contestar la oferta. me resisto: soy más rockera que punka.
bebo más Coronas con limón para olvidar la panza y celulitis.
¿cómo lo harán en Londres los demás señores dj’s? la borrachera me hace imaginarme flaca frente a los platos. con los headphones puestos. el ángel tailandés del gueto londinense guía mis manos y fluye la música electrónica. la masa baila enajenada. a pesar del descaro, soy reina -diabla, quise decir- por un día.
sigo inmersa en confusiones.
sigo la línea de la música como una aguja. llena de tinta y por encima de tu piel. voy marcando. bebo.
la pose imperial que nos entrega el desvío como una boca a la que seguirle la pista, ronca. hay cantitos que le faltan. yo hago que entro contigo, velamos el bizcocho. acechamos. atacamos. con una mano manejamos todo lo que nos ofrece. y hasta con los ojos cerraos.
“It’s a drag, it’s a bore, it’s really such a pity.
To be looking at the board, not looking at the city”
-Murray Head
dos. telones
voy a polarizar este instante. quiero preservarlo en queroseno para que nos acordemos para siempre de estos landmarks.
fue de frosting rosita nuestro amor. y en la masa había nenes de dulce.
de repente, la diosa regresa:
“Are you having a good time?” (increpa, con voz grave)
y nosotros que sí, querida,
que es una lástima siempre nos maltrataremos.