La Redacción de Estruendomudo
anuncia que estará de vacaciones
hasta el 5 de septiembre
por prescripción psiquiátrica.
El tamil custodiará
el portal
mientras
se lavan
las culpas.
Month: August 2005
El papel de las tijeras
Anécdotas y curiosidades literarias de la censura franquista
Agencia EFE
Viernes, 26 de agosto 2005
Vázquez Montalbán debió cambiar "sobaco" por "axila", Mendoza vio convertidos sus "Soldados de Cataluña" en "La verdad sobre el caso Savolta" y, cuando los "pechos" se mentaban, siempre eran "senos". Estas son sólo algunas de las curiosas "advertencias" que la censura aconsejaba seguir y que hoy, treinta años después, inducen a la sonrisa.
Y es que aunque parece que estas malas pasadas con la creación sucedieron hace mucho tiempo, todavía hoy están en la mente de grandes escritores, como Eduardo Mendoza, quien la pasada semana recordaba en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander, cómo el celo orientador de los censores le incapacitó "de por vida" para la delicada tarea de titular sus escritos.
Un pequeño trauma que nació, dice el escritor, justo en el momento en el que "Soldados de Cataluña" -primera novela de la transición, publicada en 1975- pasó a llamarse por "consejo" institucional "La verdad sobre el caso Savolta".
Basta tomar algunos ejemplos de las recomendaciones hechas por los "lectores" oficiales -tras la ambigua Ley de Prensa e Imprenta de 1966 dejaron de llamarse "censores"-, para darse cuenta de hasta qué punto la naturalidad ha conseguido hoy hacerse un hueco en determinados temas.
Manuel Vázquez Montalbán, otro peso pesado de la literatura española, se vio obligado a cambiar "sobaco" por "axila" en una de sus obras. Al reclamar una explicación, el "lector" esgrimió simplemente que el primer vocablo era de un extremado mal gusto.
Así las cosas, no es de extrañar que los intelectuales agudizasen el ingenio contra la arbitrariedad de un Régimen que era más duro con los libros baratos que con los caros -por la potencial divulgación entre las clases bajas- y que alardeaba de la amplitud de su lista de escritores malditos, en la que Alberti, Arrabal y Goytisolo eran sólo algunos ejemplos.
El editor Carlos Barral "se pasó los sesenta viajando a Madrid desde Barcelona para negociar con Robles Piquer trozos censurados", rememora para Efe la escritora y actual directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, que por aquel entonces aún no publicaba y había creado la editorial "La Gaya Ciencia", que la policía "revolvió varias veces" para secuestrar ediciones enteras de determinadas obras.
Precisamente a esta editorial -dentro de la colección "Biblioteca de Divulgación Política"- se le prohibió "tajantemente" la publicación de dos obras, "Las fuerzas armadas" de José Fortes, y "Comisiones obreras" de Nicolás Sartorius, a pesar de que, subraya Regás, "ya estábamos en el 76 y Franco había muerto hacía un año, lo que da idea del poder que aún ostentaban los militares".
Un año antes, el escritor Ignacio Riera se vio obligado a cambiar el título "Como la enfermedad, como la muerte", si quería que su novela, cuyo argumento giraba en torno a la repoblación de Sierra Morena con colonos alemanes, y no a los últimos días del dictador, viese la luz, después de estar casi una década prohibida.
Por su parte, Carlos Rojas debió sustituir en 1970 el título "El campo del cabrón" por "Aquelarre", y tres años más tarde, el mismo autor debió matizar "Diez figuras de la República ante la Guerra Civil" por "Diez figuras ante la Guerra Civil", puesto que entre los retratos se incluía a José Antonio Primo de Rivera junto a otros nueve personajes contemporáneos más tendentes a la izquierda.
Su editor, Rafael Borrás -Planeta-, recuerda aquellos años como "un mal sueño kafkiano", en el que no había "obreros" sino "trabajadores" -"las señoras bajaban la voz al decirlo", apostilla-, y no existía en papel escrito adúltero, homosexual o suicida alguno.
"En una ocasión -recuerda con humor-, nos hicieron cambiar un principio en el que se describía sin más cómo la protagonista se despertaba y se preparaba, aduciendo que lo primero que una mujer debía hacer en el día era encomendarse a Dios".
No obstante, y sobre todo en la recta final de la dictadura, la represión no pudo con la curiosidad intelectual. Comenzaron a proliferar así los sinónimos con truco para referirse a según quién, y las librerías en las que, previa amistad y como por arte de magia, se hacían aparecer de debajo del mostrador volúmenes malditos.
Uno de ellos fue el libro de poemas "Guirnalda Civil" de Jorge Guillén, que el editor Mario Muchnik recuerda con especial cariño puesto que, en 1974, lo mandó imprimir en Argentina y, a través de la frontera con Francia, consiguió que entrase clandestinamente en España, "donde se agotó enseguida".
El Instituto de Cultura Puertorriqueña y la Playboy: Un testimonio desde las entrañas del Rinoceronte de Ionesco
Por Farasch López Reyloz
Editado de la versión original para Estruendomudo
Queridos amigos:
Lo que me trae de vuelta por acá es un asuntito entre el Contralor y el último número de la revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña –que el Contralor confunde como quien no ve, con la Playboy. A ver, ¿quién dijo que el Contralor era una autoridad en arte? Es más, ¿quién dijo que el Contralor era una autoridad en cultura? A decir verdad, ¿quién dijo que el Contralor era una autoridad en algo, cualquier cosa? En un país estragado de buenos críticos de arte en general, nos ha tocado la suerte, el privilegio, de tener un Contralor que ha recibido un doctorado honoris causa en historia del arte y su financiamiento.
¿Cómo es posible que el Contralor –hombre tan culto- confunda el performance de Ana Mendieta y Carole Scheemann con las fotos de una Playboy? ¿Cómo es posible que el contralor confunda un artículo brillante de nuestro amigo Bernat Tort con un articulito de las revistas Luz, Cosmopolitan o Penthouse?
Pero como contamos con mamá Tió, nada de esto pasará a mayores. Qué falta de valor y coraje artístico tiene la Tió, quien lo diría, tan altanera y dictatorial que se ha mostrado con los empleados y colaboradores del ICP y esconde las uñitas a la hora en que hay babilla que demostrar. Por qué le tiemblan las piernas a la antes muy querida, por no ser muy conocida, doña Tere –y no es la de la pensión aquella de los 80, cuidado con insultar a Norma Candal, que al menos algo de teatro sabrá.
Lo cierto es que el Contralor no se trasnochó tanto por el fraude del Instituto del Sida, ni el de Educación, como por la publicación reciente de la revista del ICP. Ojalá le toquen algunas regalías a Bernat, porque más del 50% de las ventas se le deben a su ingenua idea de que en Puerto Rico se puede hablar de arte o de performance. Después de todo, los del ICP no deberían acobardarse tanto, que al menos ninguna estrategia de publicidad ha rendido frutos como éstos. Sólo costó tres desnudos que alguien notara la revista del ICP y hablara públicamente de ella.
Haberlo dicho antes y habríamos publicado los trabajos de Susana Herrero, los de Nestor Millán o los de Martín García, entre otros buenos desnuditos que nos ha regalado el arte puertorriqueño. Pero no, en el fondo no habría habido diferencia, el país soporta un desnudo de cuatro brochazos, pero el cuerpo así, descaradamente presentado como un plato exquisito o nauseabundo ofrecido en banquete no se puede tolerar porque se despiertan cuatro momias y nos montan tremendo piquete. No faltaba más, que con Picón y sus secuaces fundamentalistas no nos bastamos. Amigos, hemos puesto una partida de palurdos ignorantes en posiciones de poder, nos hemos reído de nuestros estudios y nuestro amor por el arte y dejamos que una turba de ineptos gobierne y opine.
No he podido más que reírme con tristeza ante reacción tan escandalosa ante fotos del 70, 73, 79. Han pasado entre 30-35 años de que fueran realizados estos performance y de que fueran tomadas las fotos en cuestión. Ya les decía que no era cuento lo de la retroinvolución. La Tere tratando de justificar la tardía, requetetardía publicación de estas fotos en Puerto Rico, no da más que una mezcla agridulce de risa y llanto. Lo que me parece verdaderamente soez es ver cómo a la directora de pacotilla del ICP, que debió permanecer como profesora conservando su reputación y mediana distinción como académica, le tiemblan hasta los pelos tratando de explicarle a una burda masa de pillos los criterios del arte y teoría del performance de los que francamente, por lo que le he escuchado decir en las intervenciones noticiosas, es casi una virtual ignorante.
Me parece tanto más pornográfico y censurable ver un país con las patas abiertas cogiendo por el culo de la soberanía, mamando pollas gringas en el Congreso, mendigando como puta chavitos de ayuditas federales, y no digo más porque no sé cuánta perversión pueden aguantar nuestro Contralor y la partida de bestias rumiantes que llaman políticos. La dignidad violada me parece tanto más obscena que cualquier exposición del cuerpo y de las partes que me veo y me toco a diario. Tanto puritanismo malsano me revienta las dentritas y los nervios.
Nuestro amigo Manuel Clavell Carrasquillo escribió un artículo reaccionando a estos asuntos, pero no sólo él ha escrito. En el periódico de ayer, domingo 21 de septiembre, salió publicado un artículo, digamos sincero, de Mario Alegre, cuyo título prometía más de lo que resultó ser el artículo, pero que al menos dice unas cuantas verdades escritas de forma clara y prístina como a prueba de palurdos.
Explica Mario Alegre cómo el proceso editorial del número en cuestión de la revista fue arrebatado de las manos de la Junta Editora y del control de la propia Oficina de Revistas para ser trabajada por el personal directamente asignado por Teresa Tió. Pero muchos de ustedes recordarán que ésta que escribe aquí y ahora era la correctora de las revistas del ICP para entonces, por lo que sin preocupación alguna aseguro que Mario Alegre dice la verdad, que la revista y su proceso editorial se limitaron horrendamente y que el personal de la oficina que por lujo entonces llevaba el nombre de Oficina de Revistas tuvo poco que ver con la selección de los artículos. De hecho, el artículo de Bernat Tort fue uno de aquellos que la oficina había seleccionado y que coincidió con los textos que la Sra. Tió "endosó", porque así le llamó ella por escrito. A pesar de que los artículos debieron seguir la ruta editorial, esto no fue así, y arbitrariamente la Sra. Tió decidió e indicó por escrito, sin que mediara apelación alguna, cuáles serían los textos que ella publicaría.
Sin embargo, debo criticar el matiz del artículo de Mario Alegre, en el cual se sobreentiende que el problema de las fotos "pornográficas" se debe a que los artículos no fueron escogidos por la Junta Editora. El artículo de Tort es sin duda el más sólido de los que figuran en la revista, sin importar cuántos egos ancianos y caducos se ofendan. El único artículo de verdadera altura académica y filosófica es el de Tort, quien también es performero. A pesar de que yo para nada tenía la facultad o potestad de escoger artículos, siempre me tomaba el riesgo de dar mi opinión a la Sra. Tapia, quien es una persona receptiva y aguda que reconoce los límites de su área de peritaje y sin soberbia admite críticas respetuosas, y en repetidas ocasiones avalé el artículo por su solidez teórica. Por lo que debo decir con pesar, que es lamentable que se ventile que todo se trató de un autoritarismo y despotismo de parte de la Sra. Tió y que la mediación de la Junta habría evitado la publicación de dichas fotos. Me resulta bochornoso pensar en la posibilidad de que la Junta Editora hubiese censurado las ilustraciones y el artículo de Bernat, porque eso pondría en serias dudas la capacidad de sus miembros para comprender no el arte llamado contemporáneo sino un arte que ya tiene más de 35 años. Temo pensar que eso es lo que pretende decir Mario Alegre y de ese modo curar en salud la "reputación" incolora de algunos miembros de dicha Junta.
Entre las satisfacciones que tuve trabajando como correctora para la Oficina de Revistas figuran algunos textos de ese ejemplar y la valentía de la Sra. Tapia para asumir el reto de hacer de dicha oficina un mecanismo a la altura de la discusión académica, filosófica y artísitca contemporánea.
Tengo para mí que en esa oficina se leían, se releían y se volvían a releer los textos presentados, pero sus imágenes no siempre eran conocidas por el personal hasta tanto no se montara la primera prueba de impresión. No sé qué habría decidido la Sra. Tapia si hubiese podido seleccionar las fotos, quisiera pensar que habría tenido el desenfado educado y culto de publicarlas. No creo que pueda decirse lo mismo de los miembros de la Junta, quienes se han mostrado más que conservadores retrógrados en repetidas ocasiones con las típicas publicaciones de folclorismo insípido.
Pero nada de esto ocurriría si la dichosa institución desapareciera o al menos se conviertiera sigilosamente en el Instituto de Cultura Puertorriqueño. Así como se lee, porque la bendita a ya nos ha traído suficientes problemas. El ser un organismo de cultura puertorriqueña ha relegado la función a la categoría de gendarme de los santos de palo, el macramé, el café, el cuatro y el güiro, y la pendejá puertorra. Si a bien viniera tener un instituto, éste debería ser de la cultura internacional y que el dichoso gentilicio modificara o describiera al propio instituto y no a la cultura de la que es objeto. Al final no sé si esto logre quitar el mal sabor de 50 años de majadería y de barricada, de panismo y politiquería.
Es una suerte que el arte, el ARTE, nos redima de tanta mierda.
Califas: Primero de una serie que presenta aquà el desconocido Tomás Redd
Especial para Estruendomudo
Por Tomás Redd
I.
No tener carro es un lujo cuando vives cerca de tres restaurantes coreanos de sushi, una farmacia todo-a-peso administrada por unos yemeníes, dos paradas de guaguas que viajan por rutas norte-sur y una barra black power que se niega a dejar de ser cutre. Andar a pie por North Oakland invita a fumar cigarrillos mentol y transitar con prisa y paranoia por la Martin Luther King Ave. mientras resguardas la laptop y el mp3 player que te compraste con los chavos de la beca. La ventisca fría de la noche te hace caminar más rápido y el olor a fritanga emboba un poco. Al mes y medio te crees que el bum que vela la esquina de Payless Shoes es pana tuyo. Meramente te reconoce, pero tripeas con la idea de que eres de allí, que puedes balbucear un par de frases en ebonics y contarles a tus amigos que en tu vecindario ya nadie te pregunta: "where you from?".
Las ideas más ingeniosas siempre me llegan a la mente de camino al liquor store donde tienen una estiba de cajitas de bizcochitos de manzana que se derriten en tus manos luego de ponerlos a dar vueltas en un microondas por 35 segundos. No he logrado hablar con el tipo que atiende el counter ya que siempre estaba hablando por el celular en farsi y viendo videos en un canal que sólo se puede acceder por satélite. Una vez ayudó a mi vecina de arriba cuando el nene autista de ella le dió un ataque de histeria en la tienda. Ella me explicó cómo llegar allí. Se bajaba un par de 40’s de Colt 45 al día. Los guardaba en el freezer y se servía su dosis en vasos de cristal.
La jeva, que vive tres calles más abajo, jura que esas cuadras desaparecerán pronto. El Walgreens se tragó la esquina de más arriba y la casa de empeño tiene fachada nueva, luces de neón y hacen envíos a cualquier parte del mundo. Tiene un apartamento en un segundo piso al que le suenan todas las tablas al caminar y se bajan las luces al usar la tostadora. Vivir en pareja con ella es fácil. Los dos nos deseamos constantemente y no es un secreto. A pesar de esto, siempre me manda para mi casa después de 2 noches seguidas. Nunca le conté que me arrebataba el olor a cigarrillo, sudor y madera vieja que me azotaba cuando me despertaba de madrugada con insomnio. Le encanta que le hale el pelo.
(En la foto, vista de Oakland)
Fracatán de desastres y un poema para anestesiar sensibilidades
Por la Redacción de ESTRUENDOMUDO
Me dijo Pelas que anoche la pasate bien con Cacho. Que perrearon hasta el amanezca. Le dije que no me diera los detalles, que ya me podía imaginar el despelote. Un sudor para exprimir camisas y una peste a pasto por todos lados. Lo peor es la fila para ir al baño, un montón de tipos en proceso de deshidratación con la encomienda de aguantarse. Esas cosas son así, le dije, como para cortarle el temita, pero siguió insistiendo Chacho, el tipo me agarró por la cintura y me llevaba a las millas. Se volvió loco con "Se vale todo, todo, todo". Imagínate, un himno de la perdición mariconil, y a todo volumen, coreado al unísono por todos los Bufalos Mojados que asisten a la disco, y en plena faena.
Astringente para las bacterias del restaurante Molokai, en pleno Santurce desquiciado al medio día. Peculiaridades: Dos ejecutivos tratando de llamar la atención de las chinas, que son las dueñás que lo atienden. Un abogado con sus clientes (el tipo que debe la pensión y la corteja). Tres artistas wannabe-retro en busca de una conversación sobre las manías de las jevas y una alta funcionaria del Instituto de Culturapuertorriqueña cuyo nombre no puedo recordar reunida con la plana mayor de la agencia. Al menos se sabe y se confirma que la susodicha empleada del ELA es humana, come lo-mein con pique color sangre o al menos lo aparenta. Mientras vienen y van los platos de fideos de arroz y se intercambian señales en cantonés en plena parada 17 y media, el televisor transmite una sesión de las consabidas inundaciones de la provincia de Wonton: anuncian al pie de pantalla en letras grandes que el río amarillo se ha desbordado. Dos mil damnificados, ocho vacas muertas y par de heridos.
Me presta fuego para poder pasar la velada con un cigarro encendido. Se lo devuelvo. Me gustaría plantearle que nuestro destino es la posición horizontal, pero no me atrevo. Tantos pudores que hay que superar, y que supuestamente están superados en un momento dado (sólo por escribir la frase), y uno sigue en las mismas. Es el principio del semestre lo que me tiene así. Tengo que llamar a dos o tres panas. Les debo. No hago gesto, así que me conviene encaminarme hacia el centro comercial Plaza Las Américas, embajada Usa en Puertorro. Ya tengo fecha de instalación del National Honor Society que me toca en esta etapa de la vida. Destino final: Macy’s. Me han comentado que allí venden gabanes. Mi marido, estoy seguro, se decanta por las bellezas italianas de Dolce & Gabbana. Por mi parte, preferisco algo así, más sencillito y latino, como Zara.
Si la familia es una institución, entonces, definitivamente, soy un banco en la sala de espera.
¿Cómo carajos es que existen ciudadanos que pueden llevar una agenda? Al chavo la cuadra Kutranka, una amiga mía egresada de la facultad de finanzas. A veces me le pego bien y le susurro al oído un Mija, ¿cómo es que te sale? Deben saber que a Kutranka no le place en lo más mínimo que yo ande por ahí desmemoriado, saltándome citas aquí y allá, como si la vida no me importara y sus órdenes secuenciales me parecieran un chiste. Nunca le digo que se calme, que lo coja easy conmigo, porque estoy medicado. Comparto que a cada rato me siento retratado en esos artículos de lujo que publica Omaya Sosa Pascual en el periódico El Nuevo Día sobre las condiciones de los hospitales siquiátricos de la isla. Me imagino que a ustedes les pasa igual. Tanta desolación es esos rostros apiñados uno al lado del otro, pero sin encontrarse. Tanta informalidad vagabunda por esos pasillos, digamos (a Félix no le gusta que use plurales), del hospital de Psiquiatría Forense. Hoy mismo se llevaron a otro. Yo me pregunto, ¿si en la calle les dan anestesia de caballo a los tecatos para que se liquiden rápido, qué es lo que les dan a los locos para que se acostumbren al size estándard de las batas blancas?
El Arzobispo es alérgico a la anestesia,
eso quiere decir que quedan más ampolletas
para la distribución gratuita
El presupuesto está en proceso de enmiendas
para incluir sueritos
La unidad móvil del Centro de Diagnóstico
y Tratamiento de San Juan
va blindada con Nonoxinol 9
Pepe Liboy es el escritor que puede convertir esa mini-van
en el volky de Herby
Yara Liceaga Goes Bannanas
Siento punzadas en el esternón
Me lavo las pantorrillas
Encuentro que hay conexión entre los desalojos de los judíos
en Gaza
y la detonación de más bombas de la Marina
Yo acabaría con los acorazados
Un pana me dijo que al bautizarlos con champán
nacen
como entidades jurídicas
También
acabaría con las hormigas
Bueno,
me conformo con acabar con los experimentos que hacen con moscas
en la clase de biología CIBI 3001, por citar a una bloguera
La rima también me molesta
pero no hay rollo
todo queda aclarado
en el prólogo de Don Quijote,
uno de los favoritos del programa Cultura Viva
Hay que saber que ese prólogo lo redactó Mario Vargas Llosa para
latinoamérica,
con minúsciulas aquí
porque está descalza,
según Luis Rafael Sánchez.
Excepto, cómo se va a quedar sin su pan y sin su circo,
en Venezuela,
donde el Comandante Chávez de los Titiriteros Populistas
ordenó un prólogo a Alfaguara
menos ofensivo contra sus sensibilidades marxistas.
Siempre nos quedará París,
repite Mayra Montero en su última columna dominical,
Siempre nos quedará el Restaurante El Charro
de Puerta de Tierra
Digo yo, por apuntar la brújula hacia el lugar de mi nostalgia
Sigo esperanzado (embuste)
gracias a los colores
de las flores de papel
que están al lado
de la Virgen de la Guadalupe
en ese templo mexicano.
Izquierda y derecha polÃtica dirigen la demolición del Instituto de Cultura Puertorriqueña: El arte subsidiado al fin va a descansar en paz
De la Redacción de Estruendomudo
A la izquierda del espectro, los clientes del melonismo izquierdoso montan una defensa anticrítica de la función del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y, a la derecha, un funcionario cristiano fundamentalista, el Contralor del Estado Libre Asociado, Manuel Díaz Saldaña, censura el último número de la Revista del ICP porque presenta un artículo sobre el arte del performance y los cuerpos danzantes ilustrado con imágenes “pornográficas”.
Asisitimos, desde la izquierda del espectro, a las ruinas del proyecto cultural oficialista, dominado por un grupo de artistas del patio que sólo ven cultura en sus proyectos particulares dirigidos a la salvación de las almas de los negros con el reggaetón y las bestias salvajes. Por supuesto que para ellos un republicano de derechas defensor de la estadidad es incapaz de hacer arte. No hablemos de un teatrero republicano que quiera presentar una obra a favor de Bush o un escritor de literatura erótica que quiera publicar una novela gay. Por su puesto que para ellos estos posibles artistas "disidentes" no deben recibir fondos del erario para montar su timbiriche. Eso no es arte.
Asistimos, desde la derecha del espectro, a un intento de asalto del ICP debido a las presiones de la derecha cristiana fundamentalista, presidida por el Contralor Díaz Saldaña -y secundada por la cadena radial de la derecha cristiana fundamentalista (WAPA Radio). El Contralor apunta que no es legal asignar fondos públicos a una publicación del ICP destinada a divulgar y comentar la Trienal Poligráfica de San Juan y el arte del performance ilustradas con fotografías de la performera cubana setentosa Ana Mendietta. Se trata de una intervención anticonstitucional que demuestra una vez más la falta de autonomía del organismo rector de la cultura puertorriqueña. Se trata de un asalto moralista a las posibilidades del arte, igual de dañina que la de la izquierda melona. se trata de la llegada de la Biblia a la casa de lo que el cura museológico o cinéfilo puede aprobar para ver.
Falta de autonomía en el Instituto de Cultura Puertorriqueña es la consecuencia de 50 años de agenda nacionalista light, moralizante y bonachona a cargo de Don Ricardo Alegría et. als.
Falta de autonomía en el ICP es lo que ha provocado este desastre, porque ahora el ICP no es otra cosa que un Departamento de la Familia Glorificado donde los clientes acuden a buscar su tarjeta del Programa de Asistencia Nutricional y la derecha fundamentalista acude para prohibir que se hable de métodos anticonceptivos con fondos estatales.
Falta de autonomía en el ICP es que no exista proyecto editorial coherente, que la revista del ICP todavía esté dedicada al macramé y el teatro de René Marqués o la poesía de Palés Matos exclusivamente y que, cuando llegan estos temas controvertibles a la redacción, nadie en la división que se encarga de editarla está preparado para aguantar los golpes.
Miedo, arrodillamiento político, pleitesías, invitaciones en papel de hilo y letras doradas, copas elevadas con champán, compraventa de influencias y honores es lo que significa la falta de autonomía en el ICP, nuestro gran rancho ilustrado del batatal Ph.D. del Estado Libre Asociado.
ICP=Una finca privada para doña Bárbara, por favor.
ICP=Una iglesia privada para que predique la reencarnación boricua de Escrivá de Balaguer, por favor.
¿Arte subsidiado por el estado?
¿50 años más del ICP?
¿Para qué?
El cliente siempre tiene la razón //Tomás Redd reporta sobre el chantaje cultural melón-izquierdoso en el Instituto de Cultura Puertorriqueña
Por Tomás Redd
Especial para Estruendomudo
"We the cultural stalwarts solemnly swear to defend the name, reputation, salary and other government perks of our leader, the great Tere Tió, who has fought incessantly to defend a cultural discourse that is threatened by globalization, immigrants and people who dare to think."
-Taken from the declaration of cultural (in)dependence as recited by Rafi Trelles, San Juan, August 10, 2005
Llevan unas semanas amenzando y aterrorizando a nuestra vejigante mayor, La Dra. Teresa Tió, en el terreno yermo de los medios y la opinión pública. Los insulsos batateros han tratado de todo: piquetes, brazos caídos, artículos difamatorios, y hasta arena en la cafetera. Ante los rumores de que una botá de siete pares se avecina, los valientes han honrado su compromiso.
Démosle gracias a Eleguá porque nuestros íconos culturales salieron a defender a la Dra. Tió. En estos momentos de crisis fiscal, donde los trabajadores salen, en horas laborales, a las calles reclamándoles a los legisladores que se pongan a trabajar, nuestros máximos y mínimos exponentes de la cultureta nacional se han dado a la tarea de cerrar filas, pincel y zapatilla en mano, en contra de las crecientes amenazas dirigidas a nuestra líder; la que ha jugado todas las cartas por defender causas nobilísimas como la memoria de nuestro excavador extraordinaire: Don Ricardo, el Festival de la Bruquena y las noches de ballet clásico en Tras Talleres. Según cuentan por ahí, todos y cada uno de los presentes llegaron allí sin haber sido convocados. Pasaron noches en vela, preocupados ante la potencial catástrofe.
En su delirio insómnico se preguntaron: "¿Quién, en estos tiempos de incertidumbre, podrá mantener el submarino cultural en curso? ¿Quién escogerá la paleta de colores de nuestra nueva zona histórica de Miramar? ¿Quién publicará, asignará presupuesto y mercadeará su propio libro bajo el sello de la ICP? "Pero más importante aún, ¿quién aprobará las propuestas que tenemos ante la consideración de Doña Tere?" Ansiosos por poder caer a los brazos de Morfeo se trasladaron, tras escuchar el canto de la sirena, a un salón en un lugar desconocido para rendir tributo, homenaje y declarar: "Aquí una Junta se reunió, le dio el espaldarazo a la doctora y nos importa un bledo lo que piensen dos o tres esbirros de la era de Rosselló. ¿Qué importa a quién botaron? Lo importante aquí es que no se pierda el compromiso con el patrimoinio cultural y la secuencia de la libreta de cheques."
Luego de cumplir con sus responsabilidades revolucionarias, cruzar un item importante en la "To-do list for Tere" que les fue entregada con la copia del último contrato firmado con el ICP, y pasar por la tumba de Tite Curet, recostaron sus cabezas sobre sus almohadas y cerraron los ojos. Pudieron dormir; su deuda con el Estado se ha saldado, en parte. Ojalá su ronquido no los despierte.
Viva Tijuana
‘El barroco tijuanense a su más negra potencia, el libro muestra una de las caras más bizarras de la frontera: la de los maquilocos, caballeros-águila de infierno, sumidos en un delirio sexoso y neurótico donde El Innombrable, el "sup" Marcos y Chabelo se suman a la orgía de trasvestidos, putas fronterizas y chamanas canjeadas por perico y cri-cri. Tijuana o los expulsados del vientre de la madre universal. La lógica de Aburto (o de los múltiples Aburtos, incluido el autor) indica que todos los tijuanos somos bastardos de aquella puta que nos lleva con una sonrisa por el camino de la infamia’.
Revolución bloguera
Revista Domingo
Periódico El Nuevo Día, San Juan, Puerto Rico
Publicado el domingo, 7 de Agosto de 2005
Mientras usted lee estas líneas, se cuaja otra revolución en los bosques del mundo, no necesariamente de la misma forma en que se consolidó la Revolución Cubana en la Sierra Maestra o la Zapatista en la Selva Lacandona, sino como ocurren las cosas hoy en esa jungla virtual, peligrosa y “espesa” llamada internet.
Proveedores de servicios de comunicaciones y grandes empresas, como Google y la subsidiaria Blogger, han desarrollado tecnologías gratuitas de fácil acceso y libre uso con el propósito de que el común de los mortales se pueda conectar con millones de personas para escribir sobre lo que le venga en gana. No me refiero al e-mail, el website o el chat, plataformas por las que viaja la información de forma ahora limitada, rústica y semiprivada; me refiero al blog. La palabra blog es la contracción de web log, que en español se podría traducir a una frase como bitácora-en-la-red.
Se trata -como todo engendro revolucionario- de un ente monstruoso en el que cabe lo que otro le ponga, pero que a la misma vez actúa por cuenta propia. Un blog es, al mismo tiempo, un diario personal y público, un foro de discusión, un almacén de publicaciones (una biblioteca sin libros), un arma mortal, una revista, un zafacón de ideas inútiles, un periódico, una vellonera, una vitrina de vanidades y un álbum de imágenes. Es un atrevimiento hecho de palabras que trata de arrojar luz sobre la Inmortalidad del Cangrejo. Como diría la poeta norteamericana Gertrude Stein para disipar todas las dudas sobre la identidad de la cosa: un blog es un blog es un blog.
Según la firma Technorati, vigilante de los cambios que ocurren en la blogsfera, que es el espacio en que respira la comunidad de los blogueros, existen nada más y nada menos que 12 millones de blogs. Esta empresa estima que, de los 50 millones de usuarios de internet en todo el globo, el 11% consulta, ha visitado o interactúa con al menos un blog. Como los Gremlins, los neonazis y los activistas que protestan las condiciones de la globalización, los blogueros se multiplican. Son una plaga incontenible: ¡cada 7.4 segundos nace un blog!
Los cocaleros marchan desde Cochabamba hasta La Paz para pedir el cese de la destrucción de sus cosechas estimulantes, Tito Kayak se trepa a un palo ensebado en las Naciones Unidas para colocar la bandera puertorriqueña, el Che Guevara posa para una foto que se imprimirá en los bikinis de las chicas californianas y el bloguero escribe que te escribe y requete-reescribe, con la intención (who knows?) de “cambiar algo”, exhibir sus intimidades y sus penas o “ganar fama mundial”.
Sin embargo, la acción revolucionaria bloguera dista mucho de la tradicional. El bloguero firma un pacto con el capital: Google es su trinchera. Segundo, el Manifiesto Bloguero indica que todo es posible en la blogsfera, no existe disciplina revolucionaria, producción en masa para obtener ganancias para el colectivo ni jerarquías partidistas. Por ello, a pesar de que cada vez más personas leen blogs, muchos permanecen inactivos: domina la vagancia bloguera. Tercero, el bloguero sólo responde a su consciencia y a sus caprichos, nadie lo edita, no tiene que respetar un programa temático, un imperativo ético ni una línea editorial. Cuarto, el bloguero no tiene límites de tiempo ni de espacio, puede escribir desde cualquier lugar hasta desfallecer frente a la pantalla. Quinto, el bloguero no puede ser censurado por nadie; ni siquiera por el lector.
Se abren las compuertas, entonces, y ocurre el desbordamiento de la escritura absurda, sin ton ni son, regionalista, dedicada a temas tontos que queda inscrita en lugares oscuros de la red que nadie sabe dónde quedan o que pocos van a leer. El lector, machete en mano, asume su rol interactivo y decide quién será su objeto de deseo, sin intermediarios, a través de las visitas y los comentarios depositados en cada blog.
El bloguero ha abandonado los patrones de conducta sumisa o correcta y se lanza de clavado, con su narcisismo a cuestas, al derroche de palabras, al exhibicionismo autobiográfico, a la repetición de clichés y fórmulas excéntricas; a la nada. De otra parte, hay blogueros “muy serios”, con guille de periodistas independientes o eruditos, y hasta premios Nobel que, comoquiera, abrazan la tecnología sin intenciones de ganarse un Pulitzer. Cada uno tiene su paro, su marcha, su discurso que pide amor e imprime estigmas. Cada uno es él mismo, nadie y otro más.
Así, conviven en la blogsfera escritores estrafalarios como Rufus, del blog catalán Los abismos siderales, y eminencias como Justo Serna, Margaret Cho o Jordi Cebrián. Uno puede escoger entre el fotoblog de Philippe Roy o el “Gay Sex And The City Boricua” de Elijah Snow. También es posible leer la política a través de las artes culinarias en Tirami-Su o sumirse en el pesimismo de Vertical 286. La consigna de esta revuelta del siglo XXI parece ser: “Nada de letras oficiales: lo único que cuenta es lo que digo yo”. Sin embargo, como todos podemos navegar y opinar, lo que importa no es lo que ellos digan, sino que soy yo el que tengo el poder de encontrarme con ellos y alinearme como quiera después de seleccionar.
BiografÃa mÃnima
En los noventa mataban a cualquiera por las Jordans y sobrevivió. Llegó a lucir su cadenita de plata fígaro con el pendant de la matita de marihuana. Jugó baloncesto en Juan Domingo y no lo cogieron de pendejo siempre. En noveno llegó a tercera cinco veces; dos con la misma nena. Le compró el tape de The Noise a uno de los becados de su clase. Empezó a fumar a Newports. Junto con el hijo del dueño de Lamour Video montó un lucrativo negocio de películas porno que estableció records de venta en el recreo. Para ese entonces Juanqui ya le había dicho que lo más cabrón era mearle encima a una nena y le creyó. A los 16 ya había librao con una gordita chulisnaqui con frenillo. Los padres le regalaron un volvo viejo blanco. Le puso "buduska" en honor a la gordita. Chonqueó al menos once veces en el parking de Yesterdays. Peleó con el chamaco más caco de Marista frente al Seven. Borró cinta el weeken de las justas. Chocó el carro. La segunda vez que se tiró a una nena, le dieron calzo.
El autor (San Juan de Puerto Rico, 1979) es poeta. Sus libros "Veinte" (2000), "Sonero" (2003) y "Teoría de conspiración" (2005) fueron publicados y distribuidos en San Juan y Santo Domingo por Isla Negra. Este relato pertenece a sus recientes coqueteos con la narrativa.