No quiero demostrar todo lo que sé, ni acostarme con una ideología particular.
Quiero asistir a una exposición de arte contemporáneo, de diez de la noche a una de la mañana, sin tener que hablar.
No quiero revisitar catedrales para prenderles velas a mis santos familiares.
Quiero olvidar la cotidianidad.
No quiero que me mimen en la plaza, no quiero que me paguen cervezas.
Quiero sexo profano con un desconocido hasta no poder más.
No quiero bellos ojos tienes, ni morir soñando.
Quiero un Martini con cranberry; un Cosmo-politan