
Por Tomás Redd®
Especial para Estruendomudo
El 2 de mayo de 2006, fue un dÃa como cualquier otro en las 3 cuadras que componen el supuesto financial district de Puerto Rico –la milla de oro, como le dicen comúnmente los outsiders, los que no son del barrio, pues muy pocos en Hato Rey emplean ese término-. La noche antes, varios trabajadores se dieron la tarea de recoger banderines de varios colores con logos de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER) y la Federación de Maestros y sustituir tres o cuatro cristales rotos que los nenes y nenas del Frente Socialista habÃan quebrado mientras demostraban su indignación a lo que entienden es un atentado contra “la clase trabajadora†y “los pobres†orquestado por “los grandes interesesâ€: el cierre del gobierno que sólo se resuelve con un impuesto a la venta. Su versión flácida de los “Days of Rage†a la usanza del Weather Underground, o los Weathermen de los 70’s tuvo dos efectos inmediatos: la indignación de aquellos que tuvieron que quedarse horas extra a limpiar el reguero (especialmente los part-timers de McDonalds) y la risa socarrona de dos o tres banqueros y abogados regordetes y engabanados que miraban el show desde sus oficinas en el piso 10 del Hato Rey Tower.
Al amanecer, sólo un recuerdo/mensaje quedó impregnado en las paredes del vecindario para el disfrute de los miles que fueron despachados temprano ese dÃa (sin cargo a vacaciones o enfermedad, por si acaso) y por ende no estuvieron presentes: “Que paguen los ricosâ€. Este mantra convertido en propuesta de lucha, contrario a lo que esperaban, no encontró mucha oposición entre los asalariados de la zona pues es un principio básico de cualquier sistema tributario. Según plantea la teorÃa, los que ganan lo mismo tienen que pagar lo mismo y los que ganan más tienen que pagar más; debe existir un elemento de justicia en el sistema, de lo contrario, sucede lo que nos tiene en tranque hoy: pagan unos cuantos, pagan mucho y, para colmo, no lo suficiente para cubrir los gastos. El mensaje de los “socialistas†está parcialmente a tono con lo que cualquier CPA recetarÃa. Los sindicalistas y “sandalistas†–término comúnmente aplicado a las huestes juveniles que se trasladan a Caracas para recibir entrenamiento ideológico– al igual que el ejecutivo, plantean que hay que hacerles llegar más dinero a las arcas del gobierno pues para que todos los antes mencionados puedan seguir mamando de la gran teta, el ELA necesita ser rescatado de la bancarrota. Se necesita una nueva inyección de dinero. Ya no nos da con lo que los federales sueltan anualmente y los intereses de los préstamos, gracias a nuestro crédito maltrecho, nos están partiendo en dos. Pero, ¿y los gastos del gobierno? Muy bien, gracias.
Minutos después de que se pronunciaran los representantes de las organizaciones que se dieron cita a la avenida Ponce de León tomó la palabra Ricardo Santos, el de facto lÃder de la pandilla justiciera que irónicamente no representa a ningún trabajador gubernamental cesanteado. Inspirado por la retórica anacrónica de los discursos de los 60’s y 70’s, el eterno caudillo sindical arremetió contra los bancos, las megatiendas, la globalización y, por supuesto, los adinerados. AllÃ, frente a su matrÃcula, explicó que la culpa de todo esto la tiene el gobierno y los que más ingresos ganan. No obstante, nunca definió quienes son estos últimos. ¿Estarán incluidos los unionados de la Unión de Trabajadores de la UTIER que se ganan sobre $70,000 dólares al año? ¿Serán las familias que ganan sobre $19,800 dólares, esas cuyos ingresos están por encima de la lÃnea de la pobreza según el Censo? ¿Son éstos los “ricos†que deben pagar más? Su estrategia no puede estar enfocada únicamente en que sean los bancos y las megatiendas los que paguen, pues el efecto serÃa aún más perjudicial para los trabajadores. En el momento en que se le aplique el 5% adicional a “los grandes interesesâ€, sus contables y estrategas financieros probablemente harán dos cosas que están dentro del marco de la ley: aumentarán los precios de los bienes y reestructurarán sus finanzas para reducir su carga impositiva (posiblemente declarado mayores pérdidas, comprando instrumentos de inversión exentos, etc.) El saldo final de la gran estrategia de los sindicatos y el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP): un nuevo impuesto no declarado al consumo sumado al nefasto efecto cascada del arbitrio y una insuficiencia de fondos en la caja del gobierno.
¿Qué pasó con la reforma contributiva que querÃa poner a pagar a los evasores, o mejor dicho, a la economÃa informal? ¿Por qué dejamos de hablar de meterle la mano en el bolsillo a esa gran masa que incluye doctores, abogados, consultores, bichotes, pimps y chiriperos? Es con este corillo en mente que tenemos que hablar de una reforma contributiva que amplÃe la base de contribuyentes. En otras palabras, que sean más los ciudadanos que costean por los salarios de los maestros, las dietas de la legislatura, el bitumul de las vÃas de rodaje y la Orquesta Sinfónica.
Ciertamente un impuesto al consumo se encargarÃa de capturar una parte de esa economÃa. Sin embargo, ese mismo impuesto afectarÃa más a los que menos tienen. Por ejemplo: 50 centavos de impuesto sobre un six pack de Coors Light le erosiona el bolsillo más al que tiene $3 de presupuesto que a aquel que cuenta con $1,000 para gastar. El maldito efecto regresivo sirve de coartada para que la desgastada izquierda “combativa†del paÃs tire por la borda cualquier intento de repensar este desbarajuste. ¿Por qué mejor no atendemos el carácter regresivo del impuesto y les damos un crédito contributivo a los trabajadores pobres? Además, cualquier impuesto al consumo debe venir acompañado de unas tasas menores de contribución sobre ingresos. Es decir, que cada quincena el Estado Libre Asociado (ELA) nos debe quitar mucho menos del cheque porque ya nos están dando un cantazo al comprar condones, cigarrillos y arroz frito. Las madres y padres solteros, los pensionados y algunos otros que sudan la gota gorda también deben de estar protegidos.
El flanco retrógrado del movimiento obrero unido (MOU) ha decidido no entrar en esta discusión porque pretende copar el terreno ideológico avalando el discurso de la crisis revistiéndolo como una lucha de clases. Creen, erróneamente, que sus estribillos trillados galvanizarán los sentimientos patrióticos y revolucionarios de una izquierda que cada vez más se afianza en el melonismo (se les dice melones a los independentistas que votan por el partido oficialista para evitar que el partido de la estadidad gane las elecciones) que campea por la salubridad del ELA. Sin embargo, con cada dÃa que pasa su poder de convocatoria se diluye pues sus colegas de la CPT, FTPR y el CUTE, entre otros grupos ahora bautizados como MASO, han planteado que quieren negociar cómo se va a implantar un impuesto al consumo sin penalizar injustamente a la clase trabajadora. Esta movida, ha traÃdo un poco de sensatez a las filas del movimiento obrero y posiblemente logrará cambiar el tono y contenido del debate.
Más allá de la falta de profundidad en los argumentos de una rama del sector sindical, entiendo que es hora de preguntar ¿por qué a los dirigentes del MOU, a AnÃbal y a Primitivo no se les ha ocurrido plantear algo tan sensato como evaluar el impacto que tienen las numerosas exenciones contributivas antes de dispararse a proponer nuevos impuestos? ¿Sabemos cuánto nos cuestan y cuántos beneficios netos generan para la economÃa y los individuos? ¿Qué hay con los impuestos sobre la propiedad en este paÃs? ¿Alguien nos puede explicar por qué estamos cobrando impuestos sobre valores de tasaciones determinados en los 50’s? Este tipo de impuesto lo pagarÃan todos los propietarios y tendrÃa un efecto progresivo (opuesto al efecto regresivo del impuesto al consumo) pues el que tiene una mansión en Garden Hills, dado el alto valor de su pequeño feudo, terminará pagando más que el que acaba de comprar su apartamento en el residencial Manuel A. Pérez. Por ahà va la cosa.
Al finalizar la gran marcha de los trabajadores por la milla de oro, los simpatizantes y observadores se trasladaron a sus respectivos destinos para ver el debut de la telenovela Dueña y Señora o seguir con sus vidas. No obstante, un gran elefante blanco permanecÃa varado en el medio de la avenida. Su presencia se debÃa a una gran omisión discursiva. Durante la hora y pico que consumieron los próceres de la izquierda criolla, nadie, absolutamente nadie, habló en detalle sobre la otra gran parte de la ecuación: el abultado gasto gubernamental. La razón es sencilla: cortar gastos implica meterle mano a la nómina, uno de los grandes renglones del presupuesto gubernamental. Esto, a su vez, implica hablar de eliminación o congelación de plazas, lÃmites en los aumentos salariales y la contratación de trabajo por contrato. Ninguno de estos asuntos es negociable para el movimiento obrero. En su lógica perversa, el único reclamo válido es el que se realiza para recaudar mayores ingresos que puedan mantener al ELA boyante y gastando pues de algún lugar tienen que venir los pagos de las cuotas. Pero, ¿no son estos mismos los que se alÃan con el Frente Socialista y otros grupos que buscan derrocar al sistema colonial? Parece que la falta de propuestas laborales de avanzada los ha forzado a convertirse en una especie de milicia circense defensora del ELA.
Las declaraciones del MASO indican que al menos hay luz al final de un largo túnel. Algo parecido sucedió en Irlanda durante los 80’s cuando, durante una de las recesiones económicas más profundas que evidenciaron los celtas, el movimiento obrero y el gobierno llegaron a un pacto: las uniones acordaron no sólo aceptar reducciones en el gasto público sino que moderaron sus exigencias salariales a cambio de que el gobierno no recortara programas sociales y reformulara el sistema tributario para el beneficio de los trabajadores. Eventualmente Irlanda salió del atolladero económico y los sindicatos cobraron fuerza y poder de convocatoria. Fueron vistos como representantes bona fide de sectores amplios y defensores de los pobres y los marginados en un momento histórico donde estaban perdiendo matrÃcula y su discurso se consideraba irrelevante. En otras palabras, tomaron medidas que aparentemente atentaban contra sus intereses institucionales para garantizar su supervivencia en el largo plazo.
Les llegó la hora a los sindicalistas del patio. Mientras triunfe la retórica y los modelos de negociación del siglo pasado, seguramente sus dÃas están contados.
-T.R.
De la Redacción de Estruendomudo
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De la Redacción de Estruendomudo
De la Redacción de Estruendomudo
Todos queremos un canto de alguien. El pedazo más bueno, el que mejor esté. De alguien en este salón ustedes quieren un pedazo. O pueden muy pronto quererlo. No hay duda de eso. Las imágenes, para más, lo que quieren es comerte y que las devores, y todos siempre estamos a la altura del canibalismo que soñamos, el que nos deleita por dentro, y a veces por fuera. Para eso es que estamos aquà en, de todos los lugares posibles, un lugar con mesas y cubiertos que siempre esperan carne propiciatoria. Hoy, sobre todo, las idas de marzo, unos cuantos minutos antes de que comiencen a desangrarse Puerto Rico y Cuba en una bacanal de cuerpos entrándose a palo limpio. Con bates y bolas, alguien va a comerle el culo a alguien.
unos lectores españoles me buscan. les presento a mi perra Gaika, que es vasca exiliada. ella les ladra porque los reconoce catalanes furibundos, nacionalistas de TV3. gaika no entiende razones de conservación de lenguas y las prohibiciones del castellano a las horas pico. para ella es mejor que cada quien hable lo que quiera y le venga en gana, sobre todo si está bien financiado con subsidios gubernamentales. luego, la perra quiso comentar sobre la situación de los impuestos. nadie paga. nadie quiere pagar. todos en el chupa chupa de la teta y ninguno en las aportaciones para las curas de los hospitales públicos sin aires acondicionados y sin sueros disponibles a tiempo, porque se equivocan de pacientes. en la cama de al lado estaba moviendo la cola un pequinés, porque ahora los pequineses también lloran y exigen. como tienen ciudad olÃmpica, bueno, y son bastantes, pues exigen. un poeta pasa por la sala de espera porque asà lo ordena el libreto y declara que no lee nada que se publique en internet porque se le cansa la vista. gaika vuelve a ladrar y se burla con otros tres ladridos de su nostalgia decimonónica. no hay peor poeta que el que no quiere ver, me dice la muy espabilada. entonces comenzó la persecución de dragas en medio de la ciudad lluviosa. siempre se meten en el medio par de escandalosas dragas. el poeta no supo qué hacer mientras otro poeta estúpido le robaba las nalgas de su novia. recitó, pues. la perra se descontroló y hubo que amarrarla, no podÃa parar de ladrarles a los travestis. no vaya a pensar, señor extraño, que por ser travestis andan con refinamientos; todo lo contrario. la gente común de los incautos -los que nunca se han puesto par de tacas- piensa que los travestis son bien fashion. es una moda que se ha regado por ahà y la repiten por cable. de momento el sol les quema esos bÃceps a los muchachos y esos abdominales y las dragas esperan que eso deje de resplandecer para ellas, entonces sÃ, apoderarse de las formas esqueleticas, muy montaditas en trajecitos para escenas, se ha dicho que lluviosas. los celos de las que se venden en las esquinas son terribles contra las que se pasean por las pasarelas de los bares de mala muerte. son dos partes de la ciudad que uno ve y siente cuando pasa por allà en auto. tuve que echarle gasolina, carÃsima, a ese auto de mierda. me estacioné. chocaste de cabeza directito contra el parabrisas. luego me acusaron de frontú, de alfiletero, que es lo mismo que de cuatro disparates lanzados al aire y el ciberespacio con la memoria llena, como los tanques. ay mi madre, cuánto los quiero con uniformes militares para que me fuleteen el tanque y ellos siguen rechazándome, presentando cargos en mi contra. todos en fila en el cuartel, haciéndoles la señal de los ñetas a los guardias. uno ha sido contratado dos veces para resolver asuntos presupuestarios en la secretarÃa de hacienda, municipio autónomo de manatÃ, al norte de la isla del encanto. es la atenas, la atenas de puerto rico le llaman y ella que se deja, la muy sucia despechada. especialmente para ti, trovador, unas lÃneas de devórame otra vez y he mojado mis sábanas blancas. unas lÃneas de polvillos blancos para que te las lleves en la valija hasta la próxima aduana, donde tendrán que poncharte los sellos y lacrarte los empalmes. ¿what the hell is that de lacrarse los empalmes? ella marca los números y llama. yo estoy atado con unos cueros negros que me puso un abusador de pueblo pequeño y una mordaza de pelÃcula porno setentosa. me pregunta por el otro y yo me niego, me niego a reprocharle una y otra vez que es una perra parecida a gaika: perra, cabrona, mamasita maltratante: ¿por qué me las estás pegando? fui una de las pacientes que soportan hasta pesas con vidrios quebrados en los callos. fui una de las penitentes, escupidas, disfrazada de draga y medias nylon con lentejuelas muy mal puestas. tod por culpa tuya, que bastará para sanarme. fo, me poso como mariposa en cuclillas frente al altar y pido perdón ahora. pido perdón por todas mis rabietas y mis transformaciones sin aviso y esto es para la madre patria -salud- y el agente judÃo que escribió la metamorfosis para ocultarle a las autoridades que era tuberculoso craso. esto es para que me publiquen a mà también en españa, como a mayra. porque yo me lo merezco y sony más que bien bello, darling. yo quiero los laureles y quiero la fama y quiero el nombre que retenga las consecuencias de toda la tradición hispana. soy la dueña de gaika, veo telenovelas en inglés, the young and the restless y porque sà me tienen que querer tal cual y molto tempo. me tienen que adoraaaaaaaaar. fue contigo que mejor gocé aquellas erecciones tipo bolero en una sola loseta y las venas de la carne negra se me hincharon. estuvieron, en la presentación de la revista, hablando de culos toda la noche. embellacados. los chorros de la sangre encabritada hacÃan pose de un estruendo terrible, como si todo nuestro amor estuviese ataponado luego de haber fluido libremente por cinco cañerÃas interconectadas, pero mohosas. dale destape. se supo, pero se supo tan y tan tarde que me vine asÃ, muy lento sobre tu rostro amoratado. creo que fue el rash y los espermatozoides ácidos los que te colocaron entre las carnecitas del cuello esos moretones. pasamos a la benadryl lÃquida y sus retrofractales y a la próxima pelÃcula porno. exploramos los tejidos con carbono 14 y gaika diagnosticó residuos de dna fechados en los tiempos de los primeros cristianos. regaditos por ahÃ, como en perÃmetro arqueológico del imperio medio; como antique egipcia y gatos momificados con tiras de algodón del fino. se lanzaron al ruedo ellos con sus tetas y sus vergas operadas, todo el masacote menos los huevos y con los sacos guindando a pesar de la perfección quirúrgica de todos aquellos bendajes que les pusieron los sacerdotes del maldito templo. she males, dijo gaika entre ladridos intelectuales. she-males, fueron clasificados. ella siempre tan zoóloga. allà fue que finalmente se hizo la calma y la luz en las tinieblas de nuestros pasos inconformes o dubitativos, nunca los perros de bien, nunca saben. sólo ladran. se volvió a mencionar el culo. bien se sabe lo que ya se ha dicho: san juan de puerto rico está allá afuera y está esperando. es un gran culo que espera y late. en san juan de puerto rico los restaurantes cierran a las once de la noche y en madrid no ha comenzado la movida de las tapas. eso es asÃ, y nosotros dos nos bebemos la champaña y brindamos por estar en puerto rico, nuestra bendita patria. no se quejen más, cantos de pensuacos, gritó la perra de mi vida, gaika de mi corazón espinado. no se quejen y a trabajar se ha dicho, porque los impuestos va a haber que pagarlos y las planillas de contribución sobre ingresos habrá que rehacerlas a la medida de los periodistas que reportan aquà con anteojos partidistas y unos bolÃgrafos correctamente entintados. unos creen fielmente en el estado libre asociado como colonia maravilla. otros creen en el estado federado con los estados unidos verdugos de irak y otros creen en la independencia nacionalista, como los vascos apestosos, según los antiliberales. las vascongadas son las provincias en las que se compra más caro en españa. otro dato inútil. los más ricos y los más separados pero son nuestros queridÃsimos hermanos. no les digo yo, la perra: “la falta de fe, coño. la falta de fe, carajo”.