De la Redacción de Estruendomudo
El presidente de la Academia de la Lengua Puertorriqueña publica hoy una columna en El Nuevo DÃa brillante y enjundiosa sobre la controversia que ha desatado en el paÃs la designación de lugares públicos de la ciudad de Guayama con nombres en inglés. A diferencia de la carta ciudadana que ha firmado medio mundo, que más bien parece una boberÃa para escolares como la alcaldesa de dicho municipio, el escrito de Vega destila una posición alejada de la hispanofilia y la cursilerÃa con la que se acostumbra a hacer este tipo de crÃticas relacionadas con la identidad de la nación (whatever that means).
Este pasaje exhibe lo que más me llamó la atención:
Hablo desde el sentido común, que como bien se sabe es el menos común de los sentidos. En qué cabeza cabe que Guaynabo City se oye, cuando se dice en el contexto puertorriqueño, o se ve, cuando se escribe en Ãdem, más bonito que Ciudad de Guaynabo. En qué cabeza cabe que cualquier turista de mediana inteligencia que visite ParÃs, por ejemplo, agradezca que las placas de las calles ostenten Voltaire St. en lugar de Rue Voltaire. O que el alcalde de la Villa de Madrid decida rotular “downtown†al entorno de la Plaza Mayor y “main street†a la Gran VÃa en deferencia a los miles de visitantes norteamericanos e ingleses que allà acuden todos los años. Quien viaja agradece la diferencia, no la culivicencia.
Me parece que le ha venido muy bien al Dr. Vega el fin de su término como director del Instituto de Cultura Puertorriqueña, sobre todo por esa expresión del “sentido común” y no de la raza cósmica o el culeo, el elegante bla, bla, bla del funcionario investido en el sempiterno trono de Don Ricardo como pivote de su argumentación. Coincido con el académico, para defender el Español, si uno escoge ese camino en estos tiempos del espanglish, la máxima institución que estudia la lengua del paÃs puede y debe hacer la diferencia en el oficialista discurso melón. En inglés no se oye más bonito na, y eso es suficiente. ?No?