Entre muertos y espíritus… a la Cachemira -con Marta- estas navidades

Nada mejor que empezar un nuevo libro para despejar malos humores.

Tomo la última novela de la escritora boricua Marta Aponte Alsina, que acaba de ser publicada en España por la editorial Veintisieteletras, y disfruto de un objeto hermoso, con una construcción cuidada y fina; precisamente la antípoda de la costumbre chapucera puertorriqueña. No sé quién puede soportar el mal gusto de la tipografía de Callejón y Terranova, por ejemplo. La última novela del cubano Amir Valle, de esta última, me la voy leyendo como enema porque los ojos tropiezan con letras más apropiadas para documentos de oficinas que para novelas. Leer mi propio ensayo en el último libro de Callejón también fue estresante por las mismas razones. Y qué se puede decir de la espantosa portada de “Conversaciones con Aurelia” de Isla Negra? Las editoriales puertorras han llegado al fondo del barril. Ya no son editoriales; más bien son choriceras. Pagué casi $18.00 por la de Amir Valle, que no es más que un documento de Word con carpeta blanda. No hay estética. Bueno, la hay; la más mala. Veintisieteletras, empero, sabe que hasta el mínimo detalle de un libro hace la diferencia en la lectura; en la experiencia total que es enamorarse de esos papeles encuadernados.

La narración de “Sexto sueño”, la novela en cuestión, ídem. Marta Aponte Alsina escribe también con cuidado y delicadeza, narrando pacientemente lo que se propone narrar, sin recurrir a la solución afectada y cursi tan típicas para salir del paso. En fin, Marta tiene paciencia, se toma su tiempo en las descripciones, las salpica con reflexiones interesantes sobre los temas que maneja y con destellos poéticos que hacen que el lector se eleve y, sobre todo, a pesar de que menciona su edad (n. 1945) y enseña con orgullo sus galones generacionales, siempre siempre siempre es refrescante y moderna. Marta ha desterrado la queja, el lamento borincano insoportable de su trabajo literario. Marta se aparta de la porquería que nos rodea y vuela hacia Johns Hopkins, Alan Kardec, la morgue, Cachemira -no para hacer dichas paradas en un viaje imaginario que será premiado por el ICP o comentado en el Ateneo en tu Hogar y punto- sino para plantearnos asuntos palpitantes, relevantes, interesantes.

No tengo intenciones de salir de casa estas navidades. Pienso permanecer aquí, leyendo, recobrando fuerzas para el nuevo año absurdo junto a sus personajes.

Esto amerita apagar ahora mismo todos los teléfonos y cancelar todas las actividades.

-mcc

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