Escribe Manuel Clavell Carrasquillo
Para Benchi y Rodolfo [que no se conocen], con todo mi corazón. Lo de Andy es ya parte de.
I.
Cuatro rayas
¿serán de coca? ¿o es cliché?
las dos que bajan entre medio del labio superior
de Andy
recordado como el resultado del óleo de un amor de brocha gorda
y unas crisis
que se ventilaron por las calles de Santurce y la universidad
pero [los chicos no lloran], [sólo pueden soñar]
en construcciones y martillazos
techitos
protecciones del futuro estable
junto a los siete San Bernardos
y los relojes suizos de la alborada de un pistacho desnudo
que posa allÃ
verdoso dulce
para dejarse lamer.
II.
Al principio pensé que serÃa chijá
una maravilla de colores pastel
unos recorridos por los Boscos los Velázquez los Murillos los DalÃs
una españolada con semen y mafú
[voy y me enredo con mi elegancia neo-diplomática]
[y mientras ella plancha el corazón yo le doy bambú]
entre palabras bellas de nenes humanistas
unas carreritas por la isla
durmiendo a la intemperie
buscando caracolas y lapachando entre los brazos frÃos de la mar
yo te contestaba con un latigazo de placer
requisito: resolver mi bellaquera: esquivar tu paranoia.
III.
Nos recogieron hechos cantos dos budistas buenagente
nos llevaron frente al eterno Om de la existencia vegetal
[si tú no vuelves, no quedarán más que desiertos]
[y cada noche vendrá una estrella a hacerme commpañÃa]
[que te cuente cómo estoy y sepas lo que hay]
y allà encendimos los inciencios de la entrega
de la soltura de los pesos innecesarios
y el arrebato de las cosas materiales
incluyendo tu boca hermosa
y tus bellos rubios
y el sabor amargo de lo que me dabas a beber
[morena mÃa, bien bien bien bien bien]
[morena mÃa, siete son los pecados cometidos, ocho conmigo].
IV.
Se interpusieron los complejos de superhómbres
[con la rabia cansada de andar]
[nada particular]
con acento
las lecturas existencialistas
Andy
el pigmento nicotina de tus dedos fuertes
y la nube eterna de mi insatisfacción.
V.
Pero a Bosé no hay quién se le resista
no por lo menos yo
que te abrà hasta que que dejé afuera
[lo que ves es lo que hay lo que hay es lo que ves]
[será, seré, verás, veré, aquà estoy y aquà estaré]
[vendrás, vendré, de tu mano comeré]
VI.
Un exorcismo de tu piel
abjuración esotérica de tus hincadas
escupir en tu primera y tu segunda y tu tercera
pero refugiarme cada cinco años en tu primera: la primera vez.