Escribe manuel clavell carrasquillo
A juan
yo me enamoro de la salida de casa, de la forma en que se ve la bahÃa desde allÃ, piso alto y claro, horizonte despejado para que se note la calma del apartamento sin nosotros en la despedida de una particular apreciación de la presencia del mar.
anoche encontré la primera cucaracha por allÃ, como si luego de dos años de mirarnos y tocarnos en cada espacio del hogar hubiese sido transformado por la sombra de un insecto que llega justo cuando ya nos vamos a mudar.
decidà que no proceden malagueros (malditas diéresis), cábalas o cartas por echar.
al carajo con lo que se supone que digan los mapas, los cambios de hora obligatorios de acuerdo con la reglamentación del imperio, el imperio en sà y todos sus detractores, la lógica binominal.
eran los lugares asignados en el futón para cada uno -esos van a ser nuevos- y también cada ceremonia para entrar y salir del baño azul y el baño rosa. ¿no te parece?, qué división arquitectónica genial!