Escribe Miguel Angel Rivera Crespo
¿Qué te pasa Juan?, ¿No puedes dormir?….¡Bueno que te pase! ¿La difunta se te acostó al lado? Pues tú decÃas que la querÃas mucho….. ¡Pero alegaste estar loco cuando la mataste! ¡Si le dices a los prospectos que estás vendiendo la casa, no le menciones que mataste a la “doñita”, porque no te la compran! Te lo digo, porque tú estás mal, y eres capaz de decirlo…. Ya amaneció y dicen que los muertos no salen de dÃa, pero….. ¡Mira a ver quién se está bañando…..! ¡La muerta otra vez! ¡Ahora si te fastidiaste! ¿Que te dejó la bañera ensangrentada?, ¿que se derritió y se desapareció por el desagüe de la bañera? ¡Castigo de Dios, Juan–, ¡Yo no tengo la culpa de que tú ex-compañera quiera refrescarse en la nevera, ni que te ofrezca un jugo cada vez que quieras tomar agua! ¡A lo mejor está envenenado! Tampoco la puedes culpar, pues ella querÃa seguir viviendo, y tú no tenÃas el derecho de cambiarla de “escenarioâ€. Juan, ¡Vete a dormir….. si es que puedes! ¿Que no se ve bien con los huesos al descubierto y con la carne podrida? Pero Juan, ¡si los muertos nunca han sido bonitos! Bonita se veÃa cuando vivÃa, pero tú no me hacÃas caso y ya ves el lÃo que te buscaste…. ¿Te vas lejos? ¿Sabes qué? – Te garantizo que se te monta en el carro, porque a ella le gustaba pasear, o quizás la veas pidiéndote pon en el camino! Este sera tu destino Juan…. O te duermes, o te vuelves loco de verdad, o te enfermas por no dormir…. ¿Quién sabe? ¡El tiempo dirá…..
Ilustración: Renato Ferro