Por Lucienne Hernández RodrÃguez
Era Viernes Santo, asà que buscó al Cristo de yeso, se lo acomodó en la falda y se escondió detrás de la puerta a decirle todas las malas palabras que sabÃa: “Coño, coño, coñoâ€. Mientras, su madre adobaba la sierra.
La autora, puertorriqueña, es acrtriz, vegetariana radical y profesora de teatro. Ha participado en las sesiones de teatro deportivo dramático y cómico, y pronto dará el salto al campo de la dramaturgia y la dirección de actores.