Cambio de aceite y filtro o lo que nunca aceptaría ni yo ni el procónsul Fortuño


Necesito cambio de aceite y filtro, no vaya a ser que me esviele.
No vaya a ser que la falta de vara me deje tieso.
No vaya a ser que la lubricación cerebral me falte.

Anoche bebí apple martini, cuba libre, cerveza medalla y fumé como un demente
maldije
luché contra las inconsistencias de los que me mandan
no necesariamente partes del cuerpo.
Luché contra lo que considero mediocridades, olvidos y faltas de respeto.
Luego bebí,
bailé lo último de Daddy Yankee
hablé con dos poetas, una estructuralista y otra sandunguera. Fueron tres, la otra es gótica.

Pasié mi indiferencia que no es bella -como la de las sicoanalistas de sociales

fui a mear a una letrina
tanto tiempo sin verla

mientras uno mea en letrina ahora hay tapa que va abriéndose según el peso
del chorro que uno lanza
bien fina
zzzzzzzzzzzzest (esa es la señal de meón satisfecho y agradecido)

nada que ver con las letrinas aquellas de parque de pelota de los ochenta

Contesté correos electrónicos
pensé en pornografía masculina

también en femenina, pero menos.

Pregunto, ¿es que nadie es consecuente?
Conozco pocos,
acaso seré inconsecuente yo

por qué entonces se refieren a mí como si me hubiesen visto hoy por vez primera

si me conocen

si saben lo que doy

y lo que soy

y lo que pienso

y lo que escribo

si ya hasta a mí me cansa repetirme
y reinventarme.

Me botaron de al lado de un niño porque estaba fumando

fui víctima de una madre rabiosa
sentí toda la homofobia y toda la cancerigenofobia
que se puede sentir en un momento

yo no quiero niños y quiero seguir fumando,

qué jodienda

entonces esas dos metas de vida interfieren con las placentas ambulantes.

Habrá que coserse los labios con pedazos plásticos de Pampers
para mandarle señales de humo al niño agraviado
a mi entender, un fumador en potencia
como todos

un perverso en proceso de fermentación

como todos

un hombre masturbándose.

Me imagino que no habrá que hacer recuento de escritores que han puesto en la página
la palabra masturbándose, ni los filósofos, Platón se masturbaba
somos adultos
pero muchos nos comportamos como de high school
y vamos por la vida negando tragos al otro
señalando posiciones cómodas
y vainas. No somos ni victorianos, en verdá que somos charros.

Estoy cansado de hipocresías
(Encienda Lágrimas, de Christian Castro)

de aguantar al primer pendejo que se me pare al lado a preguntarme estupideces.

Estoy harto de mí miesmo estando harto
de la situación general de los presupuestos generales
y para ser descarado hoy toqué las tetillas de un hombre israelí
que las exhibía sin pudores en la disco
las toqué y mientras lo hacía él me miraba

nunca entendí su gesto
no hubo palabras
también toqué par de tetas de mujer ajenas
porque las mías tendré que ahorrar un poco para fabricarlas

-esa oración que antecede está mal escrita-

unas cuestiones blanditas al tacto
como muchas y muchos
porque miren que conozco macharranes blandos

me topé con varios hoy, les dije lo que pienso de sus nalgas
me congracié con otros al hacerles el favor de no decirles nada

es el alcohol

definitivamente

nos permite que se valga todo, todo todo todo

a propósito, qué bueno está Residente…

Este poema está dedicado a LA, él sabe quién es, un amigo que posa para escena diciendo que detesta la poesía. El sabe que eso es mentira, que es poeta, y lo niega. Llevo meses tratando de que entre en sí, de que no se niegue. Por ese silencio y esa simplicidad yo lo quiero y espero que algún día me sorprenda con unos veros que no imiten a nadie, que no suenen a nadie, como los de Mara, como los de tantos y tantas que me nutren y me miman, y me contradicen, y me escupen, y me vibran. Tanta intimidad ya me conmueve. Ciao. Besos de fuego.

Referencias: El vicecónsul. Duras, Margueritte. Puerto Rico es ya Lahore y Lahore es Puerto Rico.

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