Estoy colmado
de la esquina.
Y sin embargo,
ya no paso por allí.
-Rafah Acevedo
Ceno ensalada de lechugas en el Ponderosa
de la parada 18.
No hubiese de coditos con queso, sí comereís coleslaw con pan.
Tomaba café double shot en el Starbucks de la avenida Ashford.
Cuándo sería que caminé hasta la esquina del Colombo
con intenciones de probábamos el mar.
Tuvo que llegar con espontaneidad al Malecón más breve del Caribe.
Ni que Bugarronería proyectada sobre la acera hubiese hoy,
porque es de noche.
Nadie asomar por las ventanas de los bonitos edificios
para millonarios.
¿Calle fantasma o comunidá especial?
Sé un manojo de nervios a la expectativa
pero al fin el cuerpo no apareció.
Y buscaba y buscará a los otros éste y otro lunes
vacío de tanta gente en la capital
y queríase llena como el mall
y resignaríase él a verla sin na
bella
y sometiste el afán de conversar al sentírtela juguetona, coño,
al tiempo que antisocial.
Dando la vuelta
sin hayan hablarles a los compatriotas suburbanos
ausentes
había sido más que fielpudo
y gozado
ha, su extraña ciudad.