del Sublime Espacio de la Cultureta Boricualizada
Queridos amigos:
Desfallezco de tristeza al soportar en mis entrañas el peso cruel de la terrible noticia de la salida de nuestra primerísima actriz Johana Rosaly del mejor programa de TUTV, Cultura Viva.
Tantas noches han pasado desde que entró a casa a las siete en punto que no sé si ahora, a la misma hora y por el mismo canal, podré soportar su ausencia.
Como televidente fiel, desde los orígenes, hipócritas intelectuales la criticaban por lo bajo, pero luego se sentaron en su sofá digno de Cocó Chanel para ser entrevistados, la apoyé incondicionalmente. (Véase la carta Brava, Johana, Brava, del 23 de octubre de 2001 publicada en el próximo post).
Hoy, a pesar del desasosiego que me abruma, doy fe de que su trabajo no ha sido en vano. Soy más feliz y mucho más culto. Amo la patria y he aceptado al arte como mi propio y personal Salvador.
Johana, tenemos una deuda eterna de gratitud. Gracias por permitirnos asistir a la exhibición de tus hermosas máscaras.
Brava, Johana, brava.
¡Viva el arte!
¡Viva la cultura viva!