Salta al ojo e hiere la retina: Al Fondo, el Retiro del Estado

Como en restaurante fino italiano, decorado con muebles chic en plástico retro setentoso con detalles post importados de la séptima potencia mundial del G-8 y me levanto para ir al baño, que es un desastre y una verg:uenza para el dueño, una belleza de la estirpe de Eneas que ha venido a parar a esta isla, en estos días paciente de las fuertes lluvias tropicales y la plaga imperceptible por los ojos de la humedad, sí palpable por las narices debido a ese olor a pasto mojado mezclado con bóñiga fresca, el mejor de los productos de Tres Monjitas, lamentablemente descolocado en la tierra del norte costero de Hatillo; fuera del contacto de los yuppies que redactan el Caribbean Bussiness que es lo mismo que el mercado nacional. Antes, escucho una clase de Derecho Procesal Penal para estar al día sobre los últimos detalles del procedimiento criminal nuestro, según enmendado, y así poder asesorar a los intelectuales del patio luego de que regresen al cuartel general de la policía vía expreso, y esposados, por haber estado capeando la dulce hierba del desfallecimiento sin semillas en la barriada sanjuanera extramuros mejor conocida como La Perla Gardens, flor y nata del complejo residencial. Gracias a esa conferencia en manos de tratadista criminóloga erudita, me enteré que los guardias municipales necesitan tener motivos fundados para proceder a la detención pre-arresto y que la mera presencia de los poetas en la placita de los alrededores de ese bajo mundo, cerveza Medalla en mano, no es suficiente para sostener un enjuiciamiento estatal. No he visto el código "penal code" de los federales, pero según comenta el Comisionado Residente en Washington, Luis Fortuño Milhause, en un comunicado de prensa que tuve que bajar del Internet, todo está en orden en el frente y ya no se escuchan los balidos de los cabros a la hora de mayor tráfico ilegal de estupefacientes del trouppe antifilibustering (comandados por el senador demócrata por Virginia de apellido Byrd: "The so-called ‘nuclear option’ was pre-empted by a compromise worked out by seven Democrats and seven Republicans, who agreed that preserving the time-honored filibuster, an effective tool that gives the minority party a voice, was more important than blowing apart any hope of bipartisanship and working together as a team, on behalf of America", wittierdailynews.com) congresional. A propósito, El azul oscuro del alma es una obra de teatro del joven boricua Mikephilippe Oliveros que no trata de meterle las cabras a nadie, y esa es la relación directa de su obra con lo que estoy diciendo aquí, una diarrea lírica bien chévere entre una pareja de cualquiera que pase por la avenida de Diego y se dé cuenta, a plena vista y en pleno dominio de sus sentidos, que la expropiación del Santurce orillero nos beneficia muchísimo a todos, en la medida en que ahora se va a poder escuchar mejor el concierto sinfónico con caracoles del negrito William Cepeda a toda capacidad y sin competencia con tumbacocos de partido, sin que nadie se extrañe por la súbita aparición de una nueva discoteca gay en ese "urban cluster", según lo han denominado los planificadores urbanos, que se va a formar pronto, muy pronto, alrededor de la zona teatral de la capital y que tiene pisos de cristal simulado desde cuyo fondo de cyclone fence el administrador de la disco proyecta vídeos de la nueva cadena Pink MTV sin editar. La mejor parte del megaproyecto es la reestructuración de los restaurantes dominicanos de la avenida Ponce de León, que son ahora tres o cuatro -incluyendo a Levis, rey del churrasco, y que pronto serán veintidós. Ya no habrá que comer mofongo mojado en salsa de setas enlatadas a las cinco de la mañana. No habrá necesidad. Luis Francisco Ojeda anuncia la pronta sustitución del Presidente del Senado Puertorriqueño, sé de buena tinta que Adolfo Krans está de vacaciones del programa radial de la banda AM, Fuego Cruzado, y me imagino que el ex juez del Tribunal Supremo, Baltasar Corrada del Río, disfruta de un merecido viaje a Tailandia, para apreciar las maravillas de una tierra que todavía funciona alrededor de las horas del sunami mentado y el apagón. Mientras todo esto nos cuesta la vida, según todavía canta Silvio Rodríguez, Guillermo Cabrera Infante yace en su tumba de Londres y los gusanos se tragan lo que queda de sus dedos, aquellos instrumentos de carne con que escribió el cuento Delito por bailar el chachachá, que en estos momentos repaso para beneficio de inventario y por motivos de celebración. Un cumpleaños merecido, que se pasa de fiesta pendeja en el bar El Boricua, que nombre tan original, conversando frente al barril de tocino partido por la misma mitad donde se asa la carne de pollo al pincho en un recinto universitario repleto de chamacos en éxtasis posthuelgario, no vaya a ser que en agosto la cosa concubinaria con la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes, capítulo del Recinto de Río Piedras, apriete, y haya que volverla a paralizar. Luego, ya de madrugada, como canta Cristian Castro el hijo de la Verónica, decidimos mudarnos de parking hacia los bares de la avenida Eleonor Roosevelt, centro de Hato Rey, donde los nombres de los antros comienzan a pormenorizar: El cojo y El paraíso fueron las paradas obligadas, sobre todo si se tiene en mente la necesidad común repartida de que la noche tiene que ser equitativa entre los decadentes macharranes de pelo en pecho y las locas folklóricas sin ameastrar. Por eso, sólo por eso y nada más, fue que escuché a Chichí Peralta y a Ednita Nazario a la misma hora y en el mismo canal de los dos lugares encrucijada que acabo de mencionar. Estudio el Derecho Gubernamental Puertorriqueño por aquello de que no me cuenten los periódicos cómo es que se da el proceso de contratación entre las agencias del Estado Libre y Asociado de Puerto Rico y un contratista común, digamos un apelante en el Fondo del Seguro del Estado, partes litigantes que vienen obligadas, en este caso por una disposición de la Ley de Municipios Autónomos, si es que se da el guiso de los par de miles correspondiente, a remitir copia del contrato de pica en fiesta patronal a la Oficina del Contralor para que hayan cuentas claras y se conserven amistades. No hay excepciones, la ley es diáfana en espíritu y letra, inclusive en tiempos de emergencia nacional declarada por el alcalde, el gobernador o Bush: sépanlo, como dice Noel Luna en un poema dedicado a la bufanda y al sombrero de copa de Antonio Martorell, los contratos no pueden ser verbales, no señor, ni se paga un solo centavo de la funda del erario (¿ea-rayo?) hasta que no salte al ojo e hiera la retina, como debe ser y Dios manda, la última inspección. ¡Liberen a Choco Orta, abusadores, esa negra bongocera no se merece tener que enfrentar la humillación de una Vista Preliminar!

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *