Escribe MarÃa de Mater O’Neill
Todos pasamos por la Milla de Oro, con sus “banners” épicos ofreciendo a lo “blue-green” dinero para esas vacaciones (velero, playa, cielo, montañas de rigor en el fondo) que nos saquen del trajÃn urbano pero cuando miramos, lo hacemos ruralmente dentro de ese espacio onÃrico puertorriqueño, ciegos a que estamos en un carro esperando que la luz cambie (que no comparto que sea un espacio negativo). O el anuncio de Harris Paint en el cine, que todo el mundo canta, ese “azul de adoquines” es realmente el azul de mi “lighter”. Yo no propongo que los pintores abandonen una paleta por otra, serÃa establecer otro mito, pero sà cuestiono la razón de esa ceguera tan particular. En estos tiempos que se habla en el velorio extendido de la “muerte de la pintura” (como si realmente se pudiera terminar una manifestación cultural, un final de la historia), propongo la reflexión sobre el color nuestro de cada dÃa. No es cuestión de inventarse otro lenguaje (ser original), ya que todavÃa hay tela para cortar (no creo en el pintor autónomo), es que el problema no está en la pintura, está en cómo vemos la pintura y cómo el pintor se relaciona a ella.
En mi proceso, a mà me interesa el Technicolor, creado en los 30s para desarrollar pelÃculas con una paleta natural, que curiosamente lo que terminó creando con sus colores saturados fue una paleta hipernatural, que me trae a la memoria no lo que he vivido cada vez que salgo de mi casa sino lo que he vivido en lo fantástico de la cultura popular. Ojo, yo no estoy sustituyendo el paisaje rural por el urbano, no me interesa representar nada, sólo me interesa la pintura en sÃ. Yo no quiero que el lector se acuerde de mi pintura, sino que se acuerde de la experiencia cuando la vio. Aclarada mi intención, vuelvo a pensar en el verde de la coreógrafa. No sólo es el verde de un joven presidente sino también el de la realidad de su asesinato tres años después, y pertenece a la misma familia de los grises de la tela del chaquetón y pantalón de sastre que se puso Lucecita cuando cantó con sus pestañas postizas y afro de yo-soy-negra en el Show de Ed Sullivan. Es la paleta borrosa, interrumpida, sata, teaser, ambivalente y que proclama a lo Stonewall: “I’m here, get use to it”.
*El Museo de Arte de Puerto Rico inaugurará este próximo fin de semana una exposición retrospectiva de la obra de la artista MarÃa de Mater O’Neill en la sala Santander. La curadora de la exhibición, la Dra. Elaine King, ofrecerá una conferencia al respecto este sábado 3 de febrero a las 11:00 am en el Teatro Raúl Juliá del MAPR.