Le ha dado por hablar mal de los curas, de los militares, de todo, para hacernos rabiar a mà y a su madre.
-Todos los muchachos son un poco rebeldes -dijo él-. Creo que hasta yo lo fui.
-No me lo explico, don Cayo -dijo don FermÃn, ahora grave-. Era tan formalito, siempre las mejores notas, hasta beato. Y ahora, descreÃdo, caprichoso. Sólo me faltarÃa que me salga comunista, anarquista, qué sé yo.
Fragmento de Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa. Foto por Romerican cc.