Gaika pulgosa, amenazada por un perro venéreo y varios chismes literarios

sequan

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo / Foto: Sequan, CC.

La muy perra hija de la gran puta me trajo pulgas a casa.

Todo comenzó un domingo por la tarde, cuando decidí bajarla para que paseara por el parque Luis Muñoz Rivera de Puerta de Tierra. Mientras me comía un hamburger suizo con papitas fritas y onion rings en el restaurante El Hamburguer, vaya pleonasmo culinario, la Gaika salvaje andaba por el paseo de los bugarrones campeando por sus respetos.

La idea me había surgido en casa: dejar al animalito vasco descargar sus malos humores mientras el yo-amo engullía carne molida a la brasa pisada con cerveza Corona. Magnífica oportunidad para que la caimana canina entrara en calor con la machodumbre maricona del Paseo de los Enamorados o Bajamar: enlechado litoral rocoso mejor conocido como “Las Uvas”; escena sexual al aire libre más caliente de la isla, lugar de encuentros para puñetas furtivas y manoseos olímpicos de apaga y vámonos en el momento en que se escuchan las sirenas policíacas o las risitas de los niños perdidos en la rutina pejeropaisajista de la vuelta del pendejo de los domingos.

Me disponía a ordenar la segunda Corona con limón en el instante en que la Gaika cabrona me ladraba desde la puerta de estacionamiento porque quería que viera un papel color amarillo neón que me había rescatado entre los incisivos para que me enterara de un chisme literario. Una editorial australiana anunciaba en el flyer chillón que dos poetas jóvenes, algunos dicen que de la generación de los novísimos, vendían sus talentos escriturales por un módico precio a aquellos que se matricularan en una cosa rara, cosa nostra, que llamaban “Campamento de Verano Poético: Sólo para Adultos”.

Del susto que pasé, se me viró la Corona agria encima de las onion rings embadurnadas con mostaza. Vaya, qué vainas tenían -y qué terremotos provocaban en mi espíritu riograndeño del Río Grande de Loíza alargado allí: a/dentro- los poetas australianos. Además de estar buenísimos, y tener pecas en sus luengas o anchas y coloradas espaldas, ponían su posmoconocimiento litarario urbano y transnacional al servicio de los “adultos” que estuviesen dispuestos a pagar unos pesitos en tiempos de crisis para escucharlos durante todo un verano. Qué chulo, pensé, un Internado conventual, un método disciplinario, justo lo que necesitan las letras australianas en este estreñido momento poético de vacas flacas.

Ea Virgen, le dije a la perra del diablo y, justo después de invocarlo, se me trepó en el cuerpo en forma de pulga bugarrona de Puerta de Tierra o vil garrapata lambona. La muy vampira lujuriosa había cogido pon en la ensortijada pelambre de mi perrita Gaika y se metamorfosiaba en el demonio Samsa.

-“Hijo mío …pródigo…, charlatán… acá Belcebú:

adelanta si me copias, 10-4”.

Les juro por lo más santo, y que venga dios y lo vea, que al escuchar al Príncipe de las Tinieblas me acordé de la canción Viernes Trece de Vico C, me cagué encima y dije con todas las fuerzas de mis cuerdas vocales afectadas por el tabaco: “ESTO SE JODIÓ, GAIKA, AHORA SÍ QUE ESTAMOS JODIDOS”.

  1. La presidenta de los poetas nacionales australianos asiste a una vista congresional en Indonesia para exigir que, en la discusión sobre la anexión estadista republicana del continente de los canguros al archipiélago necio, se considere la preservación del inglés como lengua nativa. El PEN Club isleño dixit: ENGLISH ONLY, BABY e independientes de Java.
  2. Largo llanto van llorando los cursis poetas australianos ante el toque de réquiem desde la casa de las leyes uruguaya por la muerte del viejo zorrillo perfumado y fidechavista -para colmo-, el alemancito mediometro buenagente y porteño que se dedicó a repartir rimitas escolares antiimperialistas y romanticonas en sendos Inventarios funtamentales y, por ello mismo, flojos y bobos. El mártir de los dios te salve, no te salves, descansa en paz con los gusanos pero los poetas y los periodistas compungidos se pelean los trozos del cadáver.
  3. Entre Angeles y Demonios, acumulado en una profecía vaticana vertida recientemente sobre el Muro de las Lamentaciones en la persona Prada de Benedicto XVI, roto de inventiva imaginaria y perdido en el vello púbico rojo de un poeta australiano, pataleo, luego existo, niego la transubstanciación de LOS POETAS en las colonies de vacances, en los campamentos de verano de las bandejas de comedores subvencionadas por el estado laico llenas de raviolis que se bajan con lechita con Quick. No, no y no. Imposible.
  4. La tribu repite “no te salves, Manuel, no te salves, escocótate en medio del camino” y lo pienso mientras me rasco la herida de la pulga garrapata en pleno sueño del instante -un trance cabillezco- en que se viró la Corona con limón encima de las cebollas retocadas con mostaza. No me salvo. Leo un buscapié fofito, otro wannabi crucificado en el Montparnase (la gauche divine) de la respuesta con tarja de Vidas Unicas. What the hell ahora? Condenado.
  5. El hobby, el bullchiteo, la aurora ensangrentada de la utopía no territorial y no colonial de Pierluisi con 80 congresistas coauspisiadores del proyecto de ley para encasquetar el nuevo estatus australiano; la anexión indonecia. La nueva partria liberada en espanglish y yo condenado en la antipoesía de un mal rato en Puerta de Tierra, a la sombra del camino en espera de La tregua, men, conforme con pedacitos y cantitos de ridiculeces. Hay veces en que uno necesita el teléfono rojo, el botón del Challenger, Houston We Have a Problem. Reculeo, aprieta. 
  6. Entonces recuerdo un pincho compartido por tres panas en la Avenida Universidad, un reguero de patos y nenitos en la calle. Unos besos que nos arrebataron en la cuneta del 8 de Blanco, y llega con él la reminisencia de la publicista australiana, la poeta cardenalicia en catedral viejosanjuanera, más Vidas Unicas, la filantropía absurda de los ricos cultos y, de más decir, exclucomplaciente. Zape, sacude, no te salves y chinga al borde del camimino, como Elvis Crespo a 4.000 pies de altura, en primera clase, al lado de una doña cívica.
  7. Se salta por suertudo.
  8. Chequiamos en el próximo Imago, en la próxima Autosucción, en la primavera cargada de futuro venéreo de las flores del mall, de un sonero perdido. Ay, ay, ay, ay, de la grifa negra de un poeta en Nueva York, de unas letras “femeninas” en un pote [the jar] eso, aquello que se trabaja 2666 veces y no se agota su significado explicitado, unju, en significantes lacanianos y bonitos si se compara el producto con un cactus del Bosque Seco de Guánica o un pamper sucio por la ingesta de comida Gerber. Redacto el Anti-Informe Liboy. 45 pies de eslora se estacionan en una casa en el agua de La Parguera. No te salves, sin alas de colibrí no verás las estrellitas y duendes.
  9. La esterilización de los instrumentos góticos, del melodrama inglés, de Doña Bárbara televisada por Telemundo, hacen que las canas de Santos Luzardo retundere, dice re-tun-dere, en mi cabecita poetizada y veraniega, mas por los poros de la POESÍA NACIONAL AUSTRALIANA brotan los currys rojos más picosos y los guisos de gremlins con coco más loiceños. Unos bocaditos para la señorita Elena, por favor, mientras se presentan los libros de los laureados. Unos piscolabis para la presidenta PEN ofuscada en el vernáculo ONLY. PENVERNÄCULO – El vórtice, el zoco, el simiñoco popeto o la PINGACULO de la litercuadratura en verso australiana, con ello y su planicie boliviana, con las minas de sal y de petróleo con doctorado, autorizado para el servicio redentorista. Una matrícula, un pase, los permisos de embarque, la esperanza en la pedagogía de la matrix en la ceguera del cíclope Neo. Me asechan, porque no soy salvo, le hice caso al poeta: Manuel, no te salves, entrégate a los mosntruos, me decía la pulga, el diablo, el limón de la Corona, y yo -después de condenado en un apartamento de Miramar con mi perra Gaika como única y verdadera interlocutora- preocupado por un imperativo imposible en la casa de la forma de los cobardes. !No te salves!, Qué clase de porquería, el artificio desprestigiado, bndtti, dito, la metáfora apropiada –mot juste– es una perla blanqueada por Residente y Rubén Blades, el marsupial con la barriga embolsillada, acondicionada para digerir la maleza y reventar las encimas de la malacrianza. Too Good To Be True y lo peor: ABSOLUTAMENTE PUBLICABLE.
  10. Cheka.

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