El PNP: Con la lengua en el estuche

de castro
Con la lengua en el estuche
Por Tato Chévere

El Partido Nuevo Progresista (PNP), que promueve que Puerto Rico se convierta en el estado 51 de los Estados Unidos de América, encabeza las encuestas como favorito para ganar las elecciones del 4 de noviembre. Pero se ha encontrado con una piedra en el camino. Uno de sus principales senadores, Jorge de Castro Font, a quien el pueblo llama Ñañito, está bajo investigación de las autoridades federales. Aprovechando la coyuntura, el presidente del PNP o Partido de la Palma, Luis Fortuño, para demostrar su fuerza moral ante el país, le exigió renunciar inmediatamente a su candidatura. En lugar de renunciar, Ñañito ha aprovechado para desenmascarar a todos los líderes de su partido desde Fortuño –también candidato a gobernador– y a su esposa Lucé Vela hasta el director de campaña Ángel Cintrón (Kid Cajita) y otros importantes portavoces de la llamada “unión permanente” con los Estados Unidos, todos notorios por su sostenimiento e inequívoco compromiso con los valores eternos e inmarcesibles de la corrupción. A todos los mandó a callar y, curiosamente, todos lo han obedecido. Tato Chévere retrata la embarazosa situación de estos pitiyanquis con su humor característico.

Como un hambriento león
en pos de una fácil presa
el PNP con presteza
enjuició a De Castro Font.
Pidiendo destitución
en una carrera loca
desde San Juan hasta Moca
se oyó unánime este grito,
pero respondió Ñañito:
“Mejor se callan la boca”.

Fortuño con su estilito
tan mongo de “yo no fui”
le dijo: “Yo mando aquí”,
y esto le espetó Jorgito:
“Cállate ya, pendejito,
ruin, granuja, charlatán,
no tienes madre, truhán,
traidor, malagradecido,
hijo ‘e puta, mal nacido,
raquetero y bambalán”.

Castro habló de los contratos
nebulosos de Lucé
y el líder del PNP
hizo mutis de inmediato.
Mandó a otros pelagatos
a emprenderla contra Font;
lo hicieron, pero en la acción
Font los golpeó y estipulo
que con la lengua en el culo
no ocultan su frustración.

Claro, el próximo bocón
fue Kid Cajita y el tío
se metió en tremendo lío
por cucar a Castro Font.
Se arrepiente este buscón
y ha tenido que hacer buche;
ya no tiene quien lo escuche
en la Palma –cosa extraña–,
¡un director de campaña
con la lengua en el estuche!

Ángel Cintrón se calló
y el alcalde de Fajardo
fue quien empuñó los dardos
y a Ñañito le tiró.
Éste se los devolvió
en abierto desafío,
sólo bastó –a juicio mío–
recordarle una “amiguita”
y Aníbal, como Cajita,
no ha vuelto a decir ni pío.

Kenneth su comunicado
mandó orondo y jaquetón
y le dijo a Castro Font:
“Mejor quédate callado,
permanece en Colorado
con Obama te suplico,
o sabrá to’ Puerto Rico
tus chanchullos y manejos”.
McClintock se hizo el pendejo
y enseguida cerró el pico.

Santini salió derecho
en defensa de Fortuño
y al tirar el primer puño
Ñañito le dio en el pecho.
Anda por ahí maltrecho
De Castro le acordó
pues que él a Fortuño insultó
tildándolo de “arrastrao”,
“sucio”, “tramposo”, “mamao”
y otros motes que éste usó.

Rivera Schatz su querella
presentó ante el Directorio,
con estilo acusatorio
habló creyéndose estrella.
Raudo como una centella
respondió De Castro Font
que Schatz era un ca…bezón,
traicionero y desgraciao,
que tiene un carro chapeao
y apoya la corrupción.

Tomasito hizo ese aguaje
pero se calló después,
nunca había el PNP
visto a Ñaño con coraje.
Y se callaron de un viaje
Borges, Bin en Manatí,
José Aponte, Ramón Luis,
Santini, Albita y Arango,
O’neil que es otro pendango,
Chiquitota y Myriam Ruiz.

Otro que abrió fuego a la lata
fue el pillastre de Ewin Mundo
quien con tono furibundo
le dijo a Ñañito rata.
Ahí fue que metió la pata
pues veloz como un platillo
Castro lo tildó de chillo,
de judas, de mozalbete,
de truquero, de alcahuete,
de oportunista y de pillo.

Lo mandó a callar y en tanto
Edwin Mundo con pasión
negó toda acusación
y confesó ser un santo.
Caray son cosa de espanto
los líderes penepés,
roban, saquean y después,
ya ricos de nuevo cuño,
apuestan todo a Fortuño
para robar otra vez.

Se callaron, bien lo sé,
todos estos angelitos,
la virazón de Ñañito
traumatizó al PNP.
Lo mejor viene después,
con De Castro no hay quien valga,
bien lo dijo Orlando Parga,
sólo ríe Rosselló,
gozoso al verlos a to’s
con la lengua entre las nalgas.

Con la lengua en el culito
y con dolor en el alma,
los líderes de la Palma
hoy maldicen a Ñañito.
Se han quedado calladitos
ante el país y en verdad
que si ganan aquí habrá
corrupción, pillaje y lodo,
es seguro, habrá de todo
pero no habrá estadidad.

Noche de sátira a las noches de poesía en “Biento: Un nuevo espacio”.

Biento 1

Nota de la Redacción de Estruendomudo: Reproducimos a continuación los poemas que recitó Guanina en Biento ayer, noche de poesía en el nuevo local bar-restaurante de Mikephilippe Oliveros, en la avenida Piñero de San Juan, para tripearse las noches de poesía tan reverenciadas y tan nuestras como los cultos de alabanza, adoración y avivamiento de las iglesias. La audiencia se desternillaba de la risa al ver y escuchar una reproducción fiel y exacta -personificadas por los actores Luciene Hernández y Roy Sánchez-Vahamonde, de las ridiculeces del performance poético caduco, fatulo, sonsonetero y bobolón que se presenta en las barras de la ínsula desde principios del siglo XIX. A falta de cámara de vídeo, aquí les dejamos dos de los textos para que se imaginen el performance y evalúen su esencia urbana, costumbrista, ingeniosa, cursi, nítida -pana, mejor que muchos de los textos de los que se ponen a leer con el rictus de lo “en serio”… para que sientan en las pupilas gustativas el cantazo de lo que hacemos cuando subimos a la tribuna del Nuyorrican Café -esquina Montmartre; detrás del micrófono.

biento 2

I. Biento…

Biento.
Con “b” de bellaquera afterhour (por aquello de ser creativo, y atraer gente)
pa’ que vengan y…
se vengan con el arroz con amarillitos adentro (por aquello de ser creativos y
atraer gente)
Biento.
Con “b” de bicicleta de tecato,
de esas que están destartaladas, pero que a ellos les sirven, de lo más bien,
pa’ pasearse de arriba pa’ abajo, y de abajo pa’ arriba en La Piñero,
y bajártela, bien cabrón cuando llegas a tu carro,
después de salir de
Biento.
A las dos de la mañana, con bellaquera afterhour, y jartera de arroz con
amarillitos adentro,
mezclao con Guayabitas, a dos pesos, que te zumbaste
(por aquello de ser creativo y atraer jebos y/o jebasssss)
aunque cuando llegues a tu casa te tengas que zumbar par de Alka Zeltzers,
como dicen los que trabajan en Univisión,
esos que tienen el acento neutro.
Biento, un nuevo espacio.
Pa’ que los artistas wannabies llenen su ego con Coronitas de a peso,
y con cuatro gatos que los atiendan.
Biento, un nuevo espacio.
Pa’ hacer la misma mierda que haz hecho en El Estudiante,
y en El Pío Pío,
y en el Shannan’s viejo, y en el Shannan’s nuevo, y en el Shannan’s que ahora
es Loggan’s,
¡Coño, qué mucho Irish pub hay en Puerto Rico!
y en El Cojo, cuando se podía beber afuera,
y en el Bori,
pero con la esperanza de que es un nuevo espacio
donde no hay peste a tecato,
que se joda, aunque no haya parking
que se joda, aunque te rompan los cuatro cristales del carro pa’ robarte el I
Pod, quién te manda a dejarlo en el carro,
que se joda, que se joda,
como cantaba la banda aquella bien mierda que to’ el mundo repetía como el
papagallo.
Biento.
Como cuando eras chiquito, y te decían “di To’ bien muchas veces”
To bien to bien to bien…
Eso mismo repítelo muchas veces pa’ que veas cómo funciona.
Eso dice la gente que se jukea con The Secret.
Como si la gente que está jodía repitiera en su mente muchas veces
to mal to mal to mal.
Anda pal carajo, me jodí, me calló la macacoa…
Llévatela.
Biento, un nuevo espacio.

biento 2 1

II. Text

Son las diez de la noche, y me mandas un text que dice
son las diez de la noche, tres puntitos.
Tres puntitos.
¿Por qué no te atreves a ponerle exclamation marks, ah?
¿Por qué no te atreves?
¿Porque los exclamation marks son para los patos? ¿Ah?
Querida mujer dos puntos, no me hagas sufrir coma,
eso dice Juan Luis Guerra en sus cartas de amor,
mientras yo me tengo que conformar con tus texts charros y “lame”,
que dicen son las diez de la noche, tres puntitos.
Son las diez de la noche, tres puntitos,
Y, en cuanto termino de leer tu text charro y “lame”,
empiezo a salivar como los perros de Pavlov
condicionada,
como el aire acondicionado que no puedo prender,
aunque quisiera prender a to’ jendel las 24 horas del día,
porque la luz está muy cara,
porque la calle está dura,
porque la piña está agria,
porque los chavos no nacen de una mata de plátano,
y se nos pusieron los huevos a peseta hace rato.
Y yo con este calor,
y ese aire sin poderse prender,
y yo con un abanico de pedestal, que está pidiendo cacao hace meses,
lo miro y pienso que hay que quitarle el polvo,
y mientras miro los chunks de polvo que tienen las aspas del abanico,
pienso en el polvo, pienso en el polvo, pienso en el polvo,
y empiezo a salivar de nuevo condicionada,
comisionada,
por comisión,
como la comisión estatal de elecciones
con sus políticos charros y “lame”
como tus texts,
como las comisiones que me gano en mi trabajo charro y “lame”
como tus texts,
y cuando miro el reloj ya son las diez y un minuto…
y vuelvo a enfocarme en el abanico
y me fijo que es marca Sanyo
y me acuerdo de un anuncio bien viejo, con dos muñequitos que decían
“yo soy San” “y yo soy Yo” “juntos somos Sanyo”
y pienso que ese anuncio era tan charro y “lame”
como tus texts,
y ahí empiezo de nuevo a salivar
como si me hubiera comido un salchichón de los que amarran lengua…
clac clac clac clac clac clac…
ése es el sonido del abanico cuando se queda pegao’
y tengo que darle un cantazo pa que reaccione,
y pienso en todas las veces que he querido darte un cantazo pa’ que
reacciones…
y entonces prendo la tele
y están pasando un anuncio de salsa bar bq
y le están pasando una brocha de bar bq, llena de bar bq sauce gringa a un
pincho boricua
y esa brocha me acuerda tu lengua,
y ahí esta el sonidito chillón que hace mi teléfono cuando tengo un text,
y de sólo escuchar el sonidito se me paran los pezones, como si fueran las
piezas de un Battleship,
y leo el text
y dice:
son las diez y cinco “k” es la “k”,
que significa
¿Qué es la que?
porque en los text todo se abrevia…

En Cuba no se puede decir -ni mucho menos leer- “El porno de Ricardo”

gorki

De la redacción de Estruendomudo

La bloguera mayor de Cuba, la filóloga Yoani Sánchez, nos cuenta desde su blog Generación Y, las peripecias del cantante habanero Gorki, del grupo ponko El Porno de Ricardo, ante la censura de sus canciones y presentaciones por el régimen castrista. No se pierdan la crónica de la protesta y el absurdo de los cargos penales contra el rebelde. Cualquier similitud con la detención preventiva autorizada por el Patriot Act y su progenie, es pura coincidencia. Habría que declarar una jornada de reflexión anarquista sobre estos hechos y condenar la exageración de los estados policiales, ambos. Además, notar el efecto internacional del ruido mediático que se ha logrado con la “apertura de la Internet” en la cárcel isleña vecina. Aparentemente, ello encausó el pronto release de la jaula. ¿Será posible que el blog, solito, individualista, contraintrarrevolucionario, pueda más que el CDR?

“Segunda paja (Fashion Sado)”. La Ponka asesina, Cap. 5 / No apta para burgueses epatados ni para menores

fashion sado

Escribe Manuel Clavell Carrasquillo

Tus amigos ariscos reclamaban la tuya maquiavélica presencia en el corillo para irse en bonche vampírico a empolvarse las narices en el baño. Se acercaron a la columna que te aguantaba de caerle arriba a la Ponka con intención de secuestro a lo Sendero Luminoso (pero sin las consignas maoístas, el colmo barbudo) y te dijeron de todo, pero tú que no y que no, que ya mismo ibas; si acaso, so bichas.

La noche se complicaba de manera caótica debido a las presiones del grupo de demonios en celo y súbito arrebato de cariño discotequil, en el momento menos oportuno (jalones de hombros, cuchicheos inaudibles y planes de ataque colectivo con historias de bochinche), porque tenías al chamaquito bello en la mira y ellos jodiendo para que les prestaras atención y guía espiritual psicosomática cuando eran tiempos de cacería y party en solitario, sobre todo con posibilidades de junte anal bareback. Decían que sólo tú faltabas para la operación coca, porque siempre lograbas entre pase y pase entablar conversaciones nítidas en los cubículos que (nadie sabía cómo, pero pensaban que algo tenía que ver con un cruce entre tu cultivado humor negro atrevido y el desamarre verbal de un cúmulo impresionante de estupideces folclóricas gringas mezcladas con mala leche hispánica) atraían a los muchachos. Así que maldijiste al corillo, y a tu mala suerte de madre superiora part time, y permaneciste en la pose cuarentaicinco, con un trago de güisqui escocés en la mano, en espera de que el pececito mordiera la carnada.

Las Ramblas catalanas estarían tan divinas como el Malecón habanero a esa hora, pensaste, lo único que rebosantes de locas brutas, vividoras, cafres y desquiciadas pero tu parada en Rotterdam significaba trajines indoors supuestamente primermundistas: te esperaban roces con locas comemierdas, distantes y estiradas. Te imaginaste, canto de loco sucio fracasado, caminando por el Malecón junto con la Ponka, desafiando los cantazos de salitre comunista al darle besos en los labios a tu compañero vestido de cuero negro en público para escandalizar a las dragas mamaracheras de Cuba. Ubicaste la próxima pasarela absurda en la Barcelona de los yonqui alegres y las putas danzantes para seguir añadiendo colores pasteles al lienzo de las guías turísticas de tus desvaríos, esos pelitos cilicios decorados para escenas de hotel y barras de lujo en los primeros pisos, más las terrazas con los jacuzzis infestados, de tu viajecito guarachero poor chic pretensioso en tus momentos de ocio entre caso y caso. Tanta presión jurídica terminó por volarte los cascos azules, Galliantito. Te lo dije, zopenco, debido a tus desperfectos genéticos y a tus pobres estrategias de encauzamiento del deseo, cada vez te atraía más tu némesis; Adelaida transfigurada en Ponka.

Señores del jurado, no desesperéis, la segunda paja que se jaló Galliano haciendo cerebritos caros, de lujo juvenil entregado a la maldad de las marcas y los reconocimientos sociales de magacín con la piel pálida de la susodicha Ponka, mientras desplegaba una rutina chirliderezca con sus consabidos saltitos raros, en la pista de baile, ocurrió de la siguiente manera:

La invitación subsilencio del amante bandido, el héroe de amor, culminó en un acto de bondage. Se busca simulacro de penetración que, al taladrar esfínteres bombeantes y dentados, rompa fémures de pollo y estalle en líquidos cremosos. Extendidas las cadenas por todo el recinto de la noche embrujada, amarradas las muñecas con cortaduras suicidas previas a sendas esposas policiacas, también los tobillos censurados por el frío metal del enforcement, la Ponka fue amordazada voluntariamente por el soñador sádico hasta decir basta. La palabra basta aquí era el quiú del estop; se sabe. Luego se le puso el pasamontañas en la cabeza, para apagarle la visión de los ojos y prenderle la de los delirios subconscientes de su laberinto mental: inferno. Luego, se le trincaron los músculos al contacto del primer azote con látigo de cuero por las zancas, por la espalda breve, por las nalgas, que no se destensaban porque el acercamiento del cuero disecado del animal (alias fuete) aumentaba la presión de la sangre y dinamitaba gritos contradictorios de pégame, cabrón, no me vuelvas a pegar, dame duro, bestia. Luego, Galliano escupió en sus palmas, y la saliva fue a parar al miembro cohibido del preso en necesidad (y eso, que nadie allí estaba dispuesto a llamar a servicios sociales) de lubricamiento hottie. Luego, le escupió en la cara tapada, en los labios sobresalientes por el roto vertical de la máscara de lana negra y en las narices secas en busca de olores crudos de carnes en vías putrefactas, esta vez sobresaliente por el roto redondo del centro. La reacción del castigado le complació bastante: la Ponka, asqueada en un trajín de fo, qué rico, pedía más maltrato, mucha más crueldad tierna.

El proceso de la subida pingosa fue adelantado por el desprecio psiquiátrico controlado por el teatro sadomasoquista. Ponka pendeja, tú no vales na. Ponka de mierda, sométete a la paz espiritual que imparte mi baturro autorizado. Ponka desgraciá, te voy a dejar hecha kantos para que aprendas a respetar a tus mayores. Ponka ignorante, so bruta analfabeta, no te quejes más de tu suerte manipulada por el poder de mi verga suprema, nunca digas nunca, suéltate completa, que te la voy a meter sin condón y sin piedad hasta que me venga.

Ay Gallianito, Gallianito, ¿qué voy a hacer con tanto fronte barriobajero y cafrondo en el cerebrito de tus sienes, si en la vida real ahí estabas, tembloso, frizado todavía en tu indecisión permanentemente burguesita; amarrado a la columna?

*Esta historia continuará pronto.       Â