Mal agüero navideño o sobre cómo el fuego reclama chimenea

naviConfirmo que acabo de entrar en la crisis navideña. Me irrita cuanto plato típico y cuanta música folklórica me ponen de frente y al mismo tiempo participo del jolgorio. Siento brisas frescas en el barrio, lluviecitas esporádicas. Tengo amigos que se van porque entran en nuevas facetas laborales o salen de christmas party y ya los que llegan para celebrar las fiestas me han dejado mensajes para que me prepare para recibirlos en casa. Soy, cada vez que paso hojas del calendario de diciembre, un scrooge wanabí más débil; absolutamente vulnerable.

-m.c.c.

Pd: No me siento cómodo siendo yo mismo en estas fechas. WTM. Quiero maldecir la pérdida de tiempo en la oficina, las risas vanas en todas partes, el embriagante licor solidario de la plena mal tocada… pasteles, mampostiales…. ¿Por qué no sustituimos el sonsonete de los aguinaldos por reggaetón clásico o el CD del mosquito de Billy Van puesto en shuffle permanente? Sobre todo, quisiera acallar cencerros fuera de clave.

En eso, me arrepiento del post anterior, vomitar todo el lechón que he comido hasta ahora, borrar maldades pero seguir siendo malvado. Una especie de tregua a conveniencia o, mejor, según convenga, porque ya olvidé la causa y por qué llevo tanto tiempo molesto.

Tengo un mal presentimiento: estas navidades van a ser candela.

-m.c.c.

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