El DesPedazo, por Yara Liceaga (Se recomienda leerlo en la versión de papel para que se aprecien los colores y las fotos).
Hace unos dÃas el periodista jaquetón Marcos Pérez RamÃrez anunciaba con bombos y platillos desde su blog que él no entendia a los escritores que estaban haciendo “guevadas” en la sección De Trasmano, del semanario donde se hizo periodista, Claridad. Este link es para que masques, te reconcilies con tu frustración y bregues con eso.
En tu diatriba contra los que están publicando De Trasmano, preguntas cuál será el psicotrópico que se están metiendo para escribir asÃ. Me extraña que andes de preguntas psicotrópicas, sobre todo luego de disertar en el “central spread” de la revista Letras sobre la trascendencia actual de la “narcoliteratura”. El problema es el siguiente, creo: los escritores de la macharranerÃa narcisista de jet set con ganas y ganas de ser cool frente a mama TV no pueden bregar con lo que están haciendo ellas. La droga, querido, dos rayas de coca acomodaditas sobre crica. Dudo que -por más que intentes esnifear- accedas. El cuento anterior se llama “No memorias de” y este “El DesPedazo”. ¿Qué del “es hora de traerlos a casa”, dito, es lo que no se entiende?
Después de la primera lectura de “El DesPedazo”, se oyó a lo lejos la segunda trompeta y -en lo de Marcos- ¡rákata!; el rechinar de dientes.Â