Por Sam Merissan, traducción de Rafah Acevedo
Ilustración: "The Nightmare", John Henry Fuseli (1741)
Soñó que el timbre del teléfono la despertaba y despertó con el timbre del teléfono. Contestó.
Hola.
Muchacha. No me vas a creer, estaba soñando que me despertaba el timbre del teléfono y sonó el timbre.
Carajo, a mí me pasó lo mismo.
Pero si tú no tienes teléfono.
Ay, pues llama, a ver si me despierto.
Bueno, acuéstate.
Se acostó y volvió a soñar. Soñó que no sonaba el timbre del teléfono. Los golpes en la puerta la despertaron. ¿Quién es? Nadie contestó. Abrió la puerta. Nadie. Se volvió a acomodar en la cama. Se durmió.
Soñó que el timbre del teléfono la despertaba pero siguió durmiendo porque no tiene teléfono.
Entonces oyó que la llamaban por su nombre y despertó.
Dime.
Muchacha, tienes llamada.
Di que no estoy.
Tú estás, quien no está soy yo, dijo la voz.