De la Redacción de Estruendomudo
A la izquierda del espectro, los clientes del melonismo izquierdoso montan una defensa anticrítica de la función del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y, a la derecha, un funcionario cristiano fundamentalista, el Contralor del Estado Libre Asociado, Manuel Díaz Saldaña, censura el último número de la Revista del ICP porque presenta un artículo sobre el arte del performance y los cuerpos danzantes ilustrado con imágenes “pornográficas”.
Asisitimos, desde la izquierda del espectro, a las ruinas del proyecto cultural oficialista, dominado por un grupo de artistas del patio que sólo ven cultura en sus proyectos particulares dirigidos a la salvación de las almas de los negros con el reggaetón y las bestias salvajes. Por supuesto que para ellos un republicano de derechas defensor de la estadidad es incapaz de hacer arte. No hablemos de un teatrero republicano que quiera presentar una obra a favor de Bush o un escritor de literatura erótica que quiera publicar una novela gay. Por su puesto que para ellos estos posibles artistas "disidentes" no deben recibir fondos del erario para montar su timbiriche. Eso no es arte.
Asistimos, desde la derecha del espectro, a un intento de asalto del ICP debido a las presiones de la derecha cristiana fundamentalista, presidida por el Contralor Díaz Saldaña -y secundada por la cadena radial de la derecha cristiana fundamentalista (WAPA Radio). El Contralor apunta que no es legal asignar fondos públicos a una publicación del ICP destinada a divulgar y comentar la Trienal Poligráfica de San Juan y el arte del performance ilustradas con fotografías de la performera cubana setentosa Ana Mendietta. Se trata de una intervención anticonstitucional que demuestra una vez más la falta de autonomía del organismo rector de la cultura puertorriqueña. Se trata de un asalto moralista a las posibilidades del arte, igual de dañina que la de la izquierda melona. se trata de la llegada de la Biblia a la casa de lo que el cura museológico o cinéfilo puede aprobar para ver.
Falta de autonomía en el Instituto de Cultura Puertorriqueña es la consecuencia de 50 años de agenda nacionalista light, moralizante y bonachona a cargo de Don Ricardo Alegría et. als.
Falta de autonomía en el ICP es lo que ha provocado este desastre, porque ahora el ICP no es otra cosa que un Departamento de la Familia Glorificado donde los clientes acuden a buscar su tarjeta del Programa de Asistencia Nutricional y la derecha fundamentalista acude para prohibir que se hable de métodos anticonceptivos con fondos estatales.
Falta de autonomía en el ICP es que no exista proyecto editorial coherente, que la revista del ICP todavía esté dedicada al macramé y el teatro de René Marqués o la poesía de Palés Matos exclusivamente y que, cuando llegan estos temas controvertibles a la redacción, nadie en la división que se encarga de editarla está preparado para aguantar los golpes.
Miedo, arrodillamiento político, pleitesías, invitaciones en papel de hilo y letras doradas, copas elevadas con champán, compraventa de influencias y honores es lo que significa la falta de autonomía en el ICP, nuestro gran rancho ilustrado del batatal Ph.D. del Estado Libre Asociado.
ICP=Una finca privada para doña Bárbara, por favor.
ICP=Una iglesia privada para que predique la reencarnación boricua de Escrivá de Balaguer, por favor.
¿Arte subsidiado por el estado?
¿50 años más del ICP?
¿Para qué?