San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino podera Satanás y a los otros espíritus malignosque andan dispersos por el mundopara la perdición de las almas.
Amén.
Maldición eterna del Rey Tut al Príncipe de los Hackers:
Que se te doble el tobillo,
que te salgan barros en la nariz,
que te perforen los intestinos las lombrices
que pierdas la memoria de tu hogar
que no puedas controlar el pis
que se te trabe la lengua,
ángel caído que vienes aquí;
tú mismo,
hacker infeliz