De la redacción de Estruendomudo
Perihan Magden, novelista y articulista turca, enfrenta hoy cargos criminales en su paÃs debido al contenido de sus escritos publicados en la prensa. TodavÃa está pendiente el caso de Orham Pamuk, otro novelsita que enfrenta enjuiciamiento criminal en TurquÃa por escribir “en contra de la nación y el honor de la patria”.
Magden publicó un artÃculo de opinión en una revista en favor de la libertad de Mehmet Tarhan, un homosexual preso por haber objetado su ingreso en el servicio militar obligatorio turco.
El portal Aljazeera.net entrevista a la valiente escritora.
Mientras tanto, en Puerto Rico, el domingo pasado, 16 de julio, el escritor puertorriqueño Juan López Bauzá declaró para La Revista del periódico El Nuevo DÃa desde su palacete en la calle San Justo del Viejo San Juan que: “No hay arte sin riesgo”.
El lunes, 24 de julio de 2006, la escritora puertorriqueña Amarilis Tavárez Vales declaró para la revista Por Dentro del periódico El Nuevo DÃa que la poesÃa “es la única manera de sanar. Si no fuera por la poesÃa, estarÃa loca…”.
Qué interesante que el discurso de estos escritores boricuas sea tan inofensivo y pueril en comparación con el discurso de los escritores turcos. AquÃ, la queja “del riego que acompaña al oficio”, del “carácter curativo” del oficio, se hace constante a pesar del estatus de inmunidad burguesa que otorga la posición de escritor laureado o aspirante a laureles.
Me parece que esta queja, esta cursilerÃa rampante que se repite a diario en las páginas de los periódicos de la isla y los programas televisivos y radiales, galas benéficas y ceremonias wine & cheese, tiene que ver con la construcción de una fantasÃa romántica que coloca a los pobres escritores nuestros en la posición de los turcos.
¡Ay, ay, ay, ay, somos escritores perseguidos, escribimos con sangre y dolor! ¡Asumimos reisgos! Please, come on!
Es una lástima que aquà ningún escritor haya sido apresado en cárceles “a la turca” últimamente, como la protagonista de la telenovela Dueña y señora, Adriana, que pasó tres años en el manicomio y dos en recuperación -la poesÃa no pudo salvarla-, porque entonces sà que tendrÃamos una pena terrible en el alma por el encarcelamiento de los mártires obreros de la palabra, una causa común en favor de los pobrecitos nerdos de aquà que, como apunta la introducción de la entrevista a López Bauzá, “equivale, en Puerto Rico, a dar un salto al vacÃo”.
¿Será que caemos toditos los escritores de este paÃs por las murallas de la centenaria fortaleza de El Morro hacia abajo con sólo teclear sobre las laptops que descansan en nuestros paupérrimos escritorios? Conozco a varios que se han tirado del último piso del condominio Darlington.
Mi abuela, que en paz descanse, dirÃa: “Cojan verguenza, contrallaos… vacÃo ni vacÃo ni que ocho cuartos de salvados por la poesÃa, cojan verguenza”.
A la advertencia de mi abuela le añadirÃa: “Y lean de vez en cuando Aljazeera”.
En la foto, Mehmet Tarhan.